HOLA

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Jugueteaba con el móvil mientras esperaba a que la señal regresará, aveces las dudas la asaltaban <<¿Y si la señal no regresaba?>> <<¿Y si no volvía a saber de ella?>>

Se levantó de un brinco al ver la barra de la señal llena, inmediatamente busco el número de Costia, escucho el sonido de espera, impaciente camino de un lado a otro hasta escuchar lo que tanto esperaba

— ¿Hola? - una voz preocupada respondió

— Cariño, ¿Estás bien?

— Si, lo estoy. ¿Cómo están las cosas allí dentro?

— Fatal, no tienes ni idea...

—Lexa, yo-

— Pronto saldré de aquí y volveremos a encontrarnos

— ¿De qué hablas?, Tienes que esperar los refuerzos

— Ve a la torre del observatorio, a las doce - comenzó a sonar una interferencia

— ¿Costia?, No hay tiempo para eso, saldré de aquí en cuanto encuentre a mi familia

N- ayaspel- -muro - fue todo lo que alcanzó a escuchar antes de que otra oleada llegará haciendo qué el móvil se apagará

Lexa levantó la vista confundida y comenzó a sentir como el mundo daba vueltas, el suelo se movía bajo sus pies, con dificultad alcanzó una pared desgastada, de los barrios bajos, y hecho todo lo que tenía dentro del estómago.

Octavia llegó enseguida, la ayudó a sentarse y le dió agua.

— Tenemos que irnos, Murphy está trayendo las cosas

— ¿Qué pasa?

— Se acercan pulsos, iremos directo al muro

— No podemos irnos

— Sé que quieres encontrar a tu familia, yo también quiero encontrar a mi hermano, pero no podremos hacerlo si estamos muertas

Murphy alcanzó a escuchar la conversación y habló decidido

— En cuánto estemos del otro lado, pediremos ayuda

— Volveremos con ayuda - Corrigió Octavia

Ayudaron a Lexa a levantarse y se encaminaron al muro.

— Lexa, ¿Estás bien?

Ella asintió pero sentía que la sangre le quemaba, el sudor comenzaba a empapar su blusa, un par de pasos más y comenzó a caer directo al suelo.

Octavia acudió en su ayuda pero antes de llegar comenzó a convulsionar, el único que quedó de pie fue Murphy, atendió a las dos pero pronto quedaron inconscientes, un grupo de pulsos iba en su dirección, habían creído que les habían perdido.

Llegó el momento de decidir, Murphy sintió el instinto de supervivencia apoderarse y aunque dudo, al final hizo lo que necesitaba para sobrevivir y se marchó.

Cuando las dos chicas despertaron, no tardaron mucho en darse cuenta que estaban en otro lugar, una casa con empapelado lleno de rosas, decoraciones rústicas y suelo de madera, las ventanas estaban bloqueadas con grandes tablones y una solitaria vela estaba encendida en mitad de la mesa.

Bad SignalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora