One-shots || Victuuri

XII

Victor se encontraba un poco disgustado por la actitud de su madre, desde los 21 años su madre se encontraba organizando un evento especial, para no llamarlo de otra forma, para poder unir su vida por siempre junto a un omega afortunado. No estaba demás decir que Victor odiaba ese tipo de eventos el cual se encontraba por prepararse para tal.

Dirigió su vista al gran ventanal que daba hacia afuera de la mansión Nikiforov, pudo observar varios autos esperando su turno para llegar al frente y entrar al lugar. Todos omegas. Si bien, las madres de Victor tenían conexión con varias familias de poder, nada se comparaba a la fama mundial que tenía el evento que su madre comenzó a planear desde que el joven Victor descubrió ser un alfa a sus 15 años. De solo recordar las primeras fiestas le causaban grandes náuseas, todo el aroma concentrado en un solo lugar era realmente desagradable, ahora no tenía otra opción que acostumbrarse.

Sin avisar la madre de Victor entró a su habitación, sobresaltando a este, una alfa imponente que incluso intimidaba al propio Victor, aunque su madre era de su misma estatura, Victor aún bajaba la mirada respetando su autoridad de madre y alfa.

─ Madre.

─ Viktorovich, los omegas ya se encuentran aquí y tú aun no terminas de arreglarte, apresúrate. Es demasiado descortés hacer esperar a los demás. ─ Victoria Nikiforova, mencionó sin expresión alguna solo observando a su hijo de arriba abajo. Ella se encontraba perfectamente arreglada con un vestido adecuado a su edad pero siempre elegante y su rubio cabello recogido de tal manera que hacia lucir hermosamente las piedras preciosas en su cuello.

Sus tacones resonaban mientras se dirigían a la puerta pero justo antes de salir se detuvo. ─ Espero este año no nos decepciones. ─ Sin dejarle tiempo a responder salió sin más. La molestia se notaba en el rostro del ruso y no hizo más que sentarse para poder calmarse al masajeara sus sien.

Poco tiempo después tocaron un par de veces la puerta de su habitación, lo cual no se preocupó en responder, una mujer un poco más joven que su madre y más pequeña entró, igual que la mujer anterior se veía elegante con un porte fino con un vestido que remarcaba todas sus curvas pero con un collar fino con una sola piedra preciosa, pero a su costado derecho que se encontraba descubierta por su plateado cabello se podía observar la marca recientemente hecha de una dentadura.

─ Mamá... ─ Antes de que Victor mencionara algo más, Elena Nikiforova tomó las manos del ruso para que no se levantara y que ella se pudiera sentarse junto a él, donde momentos antes el ruso se encontraba.

─ Cariño, sé que no te gustan esta clase de eventos, pero sabes que tu madre lo hace porque se preocupa por ti. ─ La mujer acarició la mejilla del menor conectando su mirada color miel a los ojos azulados de su primogénito. ─ ¿Te cuento un secreto? Tu madre espera algún día que tomes toda la responsabilidad del negocio familiar pero ella desea pasar sus años dorados consistiendo a sus nietos. ─ Lena sonrió y en automático la frustración del Victor desapareció dándole de respuesta una sonrisa igual de cálida.

Lena comenzó a tomar la corbata de su hijo para comenzar anudarla. ─ Sabes que no deben de molestarte estos eventos, si alguien saliera más a conocer personas, estos eventos se cancelarían. Pero por favor, haz un esfuerzo, cariño. ─ La corbata perfectamente arreglada y un Victor con una sonrisa en su rostro es lo que dejo Lena al despediste de un amoroso beso en la frente de su hijo.

Después de todo, terminó por arreglarse por completo no sin olvidar colocarse el anillo familiar, terminó caminando unos cuantos metros encontrando a sus dos madres que lo esperaban. Justo a las 5 en punto había al rededor del 150 omegas entre hombres y mujeres que buscaban posibles pretendientes para parejas. Hace algunos años a su madre Victoria le sugirieron que de primera forma los omegas debían presentarse hacia su hijo y si este tenía puesto la vista en uno, en la festividad la decisión sería más sencilla. Para Victor era mucho más complicado. Eran 150 personas de las cuales no conocía en absoluto y mucho menos no estaba interesado en conocer.