One-shots || Victuuri

VII

Yuuri con los nervios en su máxima expresión respiro profundo, relamió sus labios y tomó el miembro de su ahora novio descubriendo su glande para después dar una corta pero realmente placentera (para el mayor) lamida.

Observó nerviosamente hacia arriba y pudo observar como el mayor le sonreía mientras acunaba su mejilla con su diestra. Yuuri, más confiado dejo un beso en el glande el mayor para después introducir el miembro del mayor dentro de su boca para comenzar con las succiones y movimientos que creaban un bucle de placer para el mayor.

Yuuri, dulcemente se encontraba sentado en el suelo de la habitación del mayor, sus muslos apresando sus propias piernas, para así hacer, desde la perspectiva de Victor, que la cintura de Yuuri se visualizara mucho más pequeña y que su cadera resaltara mucho más. Victor, al ver ese pequeño detalle hacia que segregara más precum mezclando con la saliva del menor y un poco de lubricante con sabor a fresa.

Por otra parte, Yuuri creía que le iba a desagradar el tener el miembro de su novio en su boca ya que pensaba que no habría placer alguno para él, pero al contrario, encontró que tener ese pedazo de carne dentro de su boca mientras recorría con su lengua las venas resaltadas del miembro ruso hacia que el morbo de la escena le creara toques de excitación, y, aunque no recibía placer el mismo comenzó a crearlo tomando su propio miembro para comenzar a estimularlo a la par de la succiones que le daba al mayor.

Los gemidos de Victor no se hicieron esperar y tan pronto Yuuri los escucho comenzó con succiones y lamidas que derretían de placer al mayor. Victor podía jurar que era un desastre, el sudor debido a la excitación perlaba su frente y por eso mismo hacia que su plateado cabello se adhiriera a la misma y la calefacción de la habitación no ayudaba en absoluto. Para que su cabello no lo molestara de observar como su novio disfrutaba del manjar ruso llevo sus cabellos hacia atrás, Yuuri en todo momento lo estuvo observando pero cuando su novio creo ese movimiento, detuvo su labor oral debido a que sintió un espasmo en su parte trasera a causa del pequeño acto y la mirada lasciva que le había dirigido el mayor.

Yuuri, sabía que su novio pronto se iba a venir ya que, aunque los orales no eran algo típico en sus encuentros sexuales, este no podía resistirlas, había estudiado muy bien a su novio creando los movimientos que más le fascinaban al mayor. Para mayor comodidad, Yuuri recorrió con su diestra todo el miembro del mayor, ascendiendo por el corto vello púbico llegando al abdomen del mayor levemente marcados diciendo al mayor que se pusiera aún más cómodo.

Victor de inmediato entendió y lentamente descendió su cuerpo a la cama recargando su peso en codos para continuar observando. Yuuri actuó y se acomodó en sus rodillas para llegar de nueva cuenta al miembro erecto y palpitante de su novio, se relamió de la forma más lasciva a la par que tomaba el miembro del mayor y con la yema de sus dedos recorría cada vena resaltada del miembro que tenía frente a él haciendo que nuevamente, debido a la sensibilidad del área, Victor nuevamente gimiera de placer.

Yuuri solo sonrío, le encantaba tener, en cierta parte, manipulado a Victor. Esta vez introdujo de nueva cuenta el miembro de Victor a su boca succionando y apresando ese pedazo de carne, creando un vaivén rápido y placentero para su novio. Podía sentir que Victor estaba cerca de correrse debido a que sentía como el precum comenzaba a ser un poco más espeso manteniendo ese sabor característico pero a su parecer nada desagradable.

Mientras los movimientos eran más rápidos siendo estimulado por el miembro y los testículos a la par, los gemidos de Victor comenzaban a ser más sonoros en la habitación. Lo que la pareja no tenía en consideración es que la puerta de la habitación se encontraba levemente abierta y un adorable can de raza caniche se encontraba alerta detrás de está.

Makkachin, al otro lado de la puerta se encontraba escuchado alerta lo que parecía ser, gritos agonizantes de dolor por parte de su dueño y, como buen can y alfa sabía que debía protegerlo. Aunque este reconociera el aroma de su dueño, también reconocía el aroma característico del humano que llegó junto con su amo esa misma tarde y que por consecuencia acababa de conocer.

Entro sigilosamente a la habitación esperando no ser visto por ambos cuerpos, observo como su amo se encontraba con la mirada hacia el techo siguiendo aún con esos "gritos agonizantes de dolor" mientras que el otro humano se encontraba haciéndole alguna clase de actividad que a su parecer, consideraba que era desagradable y dolorosa para su amo, eso lo hizo molestar un poco.

El can gruño levemente y vio un punto vulnerable en el humano que creaba dolor a su dueño, debido a su instinto protector se acercó levemente enseñando esa afiliada dentadura preparada para atacar y que así, su amo pudiera ser libre de aquel sufrimiento que ese humano desconocido le causaba.

- ¡¡AAAAH!!

- Nngah...

Victor se corrió en la cara completamente llorosa de Yuuri...

¿Llorosa? Victor observó cómo había alejado ferozmente a su can mientras Yuuri se dirigía al otro extremo de la habitación a la par que se limpiaba su rostro con su camisa.

- ¡Victor, tu perro me mordió el trasero!

Yuuri se levantó, le dio la espalda y le mostró la marca rojiza y dental que se posaba en su glúteo derecho. Después de enseñarle la marca, entró a la cama junto con Victor protegiéndose con la ancha espalda de su novio por si el can quería dar otro posible ataque a su cuerpo.

Victor tardó unos minutos en reaccionar debido al orgasmo reciente que había sufrido, pero cuando este se fue desvaneciendo completamente la risa sonora de Victor se hizo presente. Yuuri se encontraba con las mejillas completamente rojas, manteniendo un puchero y creando un marcado entrecejo.

Al observar la mirada asesina de Yuuri, decidió salir de la cama para acercarse a su can, este movió la cola y alzó sus orejas esperando una aprobación por parte de su amo.

- ¡Makkachin! Lo que hiciste estuvo muy mal, él es parte de la familia y no debiste de hacer eso.

El can, al escuchar a su amo molesto, de inmediato bajo sus orejas y dejo de mover su cola creando así una mirada de arrepentimiento escuchando como su amo le llamaba la atención. Yuuri, al ver como los ojitos del caniche se ponían acuosos se le estrujo el corazón, se acercó lo suficiente pero estando a una distancia prudente del can y su novio y, sin salir de la cama, observó como el can le dirigía la mirada.

- Makkachin... estás perdonado, pero no vuelvas a hacerlo, ¿De acuerdo, bonito? Yo solamente le daba mucho amor a tu papi.

Makkachin, nuevamente comenzó a mover desenfrenadamente su cola en señal de aprobación de haber entendido lo que, ahora, su nuevo amo le había dicho. Victor fingió lanzar una pelota fuera de la habitación haciendo que el can saliera de está dejándolos solos y ahora, asegurándose de mantener la puerta bien cerrada.

- Dijiste que era amigable y nada agresivo. - Un remarcado puchero se posó en los labios del nipón.

- Lo es, simplemente pensó que me lastimabas. - Victor entró a la cama acercándose a su novio.

- El que resulto lastimado fui yo.

Victor rió y le dio la vuelta al cuerpo de Yuuri observando el perfecto trasero de su novio y donde una carnosidad mantenía la mordida de su can. Se dirigió a besarla para así comenzar a dejar pequeños besos dirigiéndose hacia el centro y el punto sensible que pronto penetraría de su Yuuri. Las lamidas comenzaron al igual que la pasión volvía a sus cuerpos, Yuuri para mejor soporte abrazó una de las almohadas que se encontraba ahí y alzó más su trasero para sentir mejor la saliva y la lengua de su pareja en su entrada.

- Ah... así Vitya...

- Espero que la próxima mordida de Makkachin no sea para mí.

La dulce risa del nipón se hizo presente. - Eso espero, te la mereces, vamos, menos char... LAAAH. -

Victor le había mordido el trasero. Ahora dirigiéndose a su glúteo izquierdo.