Capítulo 10

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La mañana llegó con solemnidad  y cuando abrí los ojos me encontré  con el sol a lo alto del cielo deducible por cómo brillaba contra el techo.

Estaba cubierta con el edredón y  abrazado a mi estaba maze durmiendo como un niño pequeño  lo que definitivamente ya no era, se supone que había cumplido ya, ahora el tenía dieciséis y yo diecinueve.

Decidí que será mejor levantarse.

- maze - le llame sacudiendo su hombro levemente  - maze sueltame - empuje su hombro que estaba sobre mi para liberar me.

- kloe te juro que como no te duermas  soy capaz de todo.

- necesito ir al baño - le dije exasperada
- y que - preguntó todavía dormido

- que no me dejas -  dije empujandole nuevamente.

Gruño y me soltó dando me la espalda mientras volvía a dormirse.

Estábamos a las doce del mediodía lo supe una vez me vestí y revise mi teléfono, volví a la habitación de Maze  y me paré  donde el me podría ver.

- Maze, me tengo que ir volveré en una hora - abrió  los ojos.

- ¿te vas?  - afirme - hmm... deacuerdo - y prosiguió  durmiendo.

Decidí actuar como si nada pasaba como si un chico de dieciséis  no me estaba acosando sexualmente  y con eso en mente me fui a casa era sábado y mis padres seguramente estarían allí. 

Bendita sea la paga.

¡Hoy era sábado!

Se me había olvidado lo especial de ellos pero lo recordé al saber del dinero en mi bolso y entrar en mi sección favorita del mall, la de ropas; compré ropas de muchos colores y entre ellas interiores de toda clase,  en la sección  de accesorios me compre  desde color plata a oro luego pasé por el burger king de  alli, llegaba tarde  al trabajo.

A mi casa sólo llegue para dejar las bolsas y charlar un ratito con mis padres  luego me fui  a la casa de tía Merry con las bolsas del burguer.

Llegue al salón que estaba desértico pero con todo nítidamente en su citio, fui hacia la habitación  con intención de despertarle  pero unos gemidos me advirtieron de mi tardanza, la puerta estaba entreabierta y eché el ojo, maze miraba el ordenador parecía duchado pero sólo llevaba encima unos boxer de Kelvin clein mientras estaba entretenido con el aparato.

- ¿te gusta? - preguntó una voz femenina proveniente del ordenador portátil 
- pues claro que me gusta - respondió vehementemente con esa voz ronca.

- Dios maze creo que ya no puedo aguantar más - comentó una voz muy aguda - me voy a correr.

- un poco más - dijo el mirando intensamente - hundelo más fuerte nena - recoloco la pantalla - vamos nena déjame ver lo.

La habitación volvió  a llenarse de gemidos y de palabras impropias y deseos expresados a viva voz el solamente observaba con la mandíbula tensa, miró  alrededor de la habitación  luego la ranura de la puerta descubriendo me infraganti y arqueo la ceja acusatorio.

- lo...lo siento - dije saliendo a la luz - he traído la merienda- el ya nisiquiera me miraba y los gemidos se escabdalizaban por lo que me fui a intentar merendar despues de aquello ya que apetito ya no tenía. 

Soy Mayor Que TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora