Si había algo que estaba echo trizas era mi dignindad. Cristina aparecía cada vez mas por casa y estabamos obligados por nuestros muy amables tutores a seguir sus pasos.
No podía guardarme el secreto por mucho tiempo, como le digo a maze que va hacer padre y que lo asimilé si yo que era mas mayor, no podía con esta carga. Eso sin mencionar a nuestros padres
Nada jugaba a mi favor en este estado.
¿Como me deje seducir por un chico tan menor?
¿Como iba a seguir con mi vida?
Llamé a la puerta de color verde turqueza y me acomodé el mechón rubio que se me había escapado de la trenza y bailoteaba alrededor de mi cara. Por una pequeña instatanea brisa mire calle abajo.
La puerta se abrió y sonreí nerviosa a la tia merry volviendo a la realidad del asunto.
- hola klo, pasa pasa - la rubia mas mayor sujetaba una taza de te humeante que todavia tenía la cuerdita colgante descansando en el borde de la taza - klo queria darte las gracias por lo que has echo por maze estos meses - claro, calente la cama de su hijo y le encontré mas comapañia - la verdad es que me has servido de mucha ayuda, no habia sabido como acoplarnos en un lugar tan nuevo.
Planteé sonreír sin mas , pero enseguida noté que el silencio era incomodo para la ocasión.
- sois familia- se me creyó un nudo horrible en la garganta y estuve tan apunto de quebrantarme que tuve que tomar aire para terminar mi frase- maze es mi hermano, es mi responsabilidad.
La mujer me mostró una sonrisa maternal depositó el té sobre la mesa y nos infundimos en un gran abrazo.
No iba a quedarme esto, no podía vivir con ello, acomodé mi menton sobre su hombro y comencé a llorar de la decepcion creciente hacia mi misma y luego de toda culpa que albergaba en mi conciencia, el gran engaño hacia mis padres, hacia la tia Merry.
- ouw , cariño tranquila - me arrastró aun abrazada hasta sentarnos en el sofa - no queria que llores, maze no esta aqui ahora pero veremos una peli ¿deacuerdo? - acomodó un mechón tras mi oreja y me acarició el mentón mirándome a los ojos maternalmente en un intento de contagiarme su aura positiva - té? - Sonreí y acepté su taza de té blanca con figuritas geométricas - te traere galletas- me desordenó el pelo y se levanto antes de que pudiera protestar.
Di un sorbo y el líquido aromático hizo una trayectoria térmica por toda mi faringe.
En unas horas habia caido dormida cuando unos ruidos me despertaron, provenian de mi movil me frote los ojos inchados de tanto llorar, me estaba sumergiendo en un dia gris de nuevo, hacia esto amenudo desde que supe como estaba.
Mi móvil volvió a hacer el habitual sonido de notificaciones, el número era de Maze, sorprendida me dirigí a mi bandeja de no leidos para comprobar que en efecto había un mensaje alli.
" kloe, ven en casa tenemos que hablar, es urgente"
Por fin se había dignado a querer hablar casi cada vez que le buscaba no estaba y yo deje de desear su compania de un dia para otro.
Estaba realmente angustiada y me costaba olvidar mi inquietud.
Me puse unos de mis vestidos simples veraniegos de tirantes verdes y camine en chaclas calle abajo.
La puerta estaba abierta, señal de que estaba siendo esperada camine lentamente hasta llegar al centro de la casa, la Tv estaba prendida como si hacia segundos que tenia audiencia, escanee el lugar y el ruido del microondas pausandose me pego un susto mientras subia las escaleras.
¿Que estaba pasando aqui?
Llegue a paso apresurado hasta la habitación de Maze, tenía la sensación de que algo iba mal, algo me decia que algo iba mal.
- Maze - le llamé,y a mediación que abría la puerta mis ojos se agrandaron de la sorpresa, se decalleron de la decepción y se aguaron del dolor.
Llegaba justo a tiempo para ver como ella le besaba, parada inadvertida frente al umbral estando estatica en mi lugar. En el de la tonta del cuento.
Cristina tiró de la toalla que rodeaba la cintura de maze dejandole completamente desnudo , él la tomó a su vez de los antebrazos suponiendo que para profundizar él beso.
Me balanceé hacia atras.
¡No te quedes alli parada has algo!
Acalle un sollozo y me di la vuelta con la cola entre las piernas. Después de todo estaba claro que mi lugar había sido ocupado por otra persona. Había caido tan bajo que no existía quien me levantara, me sentía tan miserable que empece a llorar compadeciendome a mi misma, me abracé mientras la noche me hacía compañia con su aerosa y fria rudeza.
Mis tacones resonaban contra el pavimento, mis lágrimas persistian y me alegraba tener como unico testigo al firmamento.
Queeny 👄