DaiKage: Parte 1

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Narra Kageyama...

¿Qué haces cuando tus sempais se pelean? Detenerlos obviamente, pero por qué, exactamente, de todas las personas en el gimnasio, me había tocado a mí, era algo que aún no comprendía.

Había sido un día muy normal, me había levantado temprano, había buscado a Hinata y nos habíamos dirigido a la escuela hablando de cosas comunes. Habíamos almorzado junto con Tsukishima y Yamaguchi como siempre, y después de clases habíamos ido al gimnasio para iniciar la práctica. Todo había sido normal, algo que hacíamos todos los días, claro, si no contábamos el pequeño detalle de que, media hora después de empezar la práctica, Daichi-san y Suga-san habían comenzado a discutir y eso, tiempo después, había derivado en gritarse el uno al otro, mientras los demás los mirábamos desde la otra punta del gimnasio.

- ¿No creen que deberíamos detenerlos? -Pregunto Enoshita.

-Si deberíamos, pero es complicado... -Le respondió Asahi-san con una mirada preocupada.

- ¿Qué quieres decir? -Pregunto Hinata, sin entender.

-Es que ambos están enojados-Explico Asahi-san. -Cuando ambos se enojan, no les gusta que los demás se les acerquen y le gruñen a cualquiera que no sea un omega. –

- ¿Por qué? -Cuestiono Tsukishima, molesto.

-No estaría muy seguro... pero Daichi piensa que a los omegas hay que tratarlos muy delicadamente, y Suga no le gruñe a nadie que sea de su propio género. -Le contesto Asahi-san.

-De acuerdo, si solo un omega puede detenerlo entonces... Yamaguchi, ve a detener al capitán y Suga-san. -Le ordeno Nishinoya a nuestro compañero omega.

- ¡¿Qué?!-Exclamó Yamaguchi, mientras palidecía y empezaba a temblar. -No, no, no. Ambos emanan un aroma a hostilidad, yo no me acerco a ellos. –

Después de eso, él se escondió detrás de Enoshita y nadie logro convencerlo de que saliera.

-Si Yamaguchi no va, entonces no los vamos a detener, no hay más omegas en nuestro equipo. -Dijo Tanaka-san, frunciendo el ceño.

-Por si no lo recuerdan, el Rey también es un omega. -Escuche decir a Tsukishima, y cuando levante la mirada, vi que todo mi equipo me observaba.

De repente, Tanaka-san y Nishinoya-san estaban a mis lados, y en un segundo, ya me habían empujado hacia el lado en el que, Suga-san y Daichi-san estaban peleando.

-Kageyama, ve a detener la pelea. -Me ordenaron, y yo maldecí por dentro a Tsukishima y su bocotá.

Despacio, camine hacia donde estaban los dos terceros años, sin embargo, cuando ya estuve a una distancia prudente, el olor de su pelea me golpeo con fuerza. La hostilidad y la ira dominaban todo el ambiente, eh hicieron que mi omega interior quisiera salir huyendo. 

Fue una lastima que mis pies no quisieran cooperar, por lo que, me quede parado, sin saber que hacer exactamente.

Mientras yo intentaba moverme, escuche detrás de mí, los gritos de mi equipo diciendo cosas como "diles que paren y ya" "no seas gallina y solo detenlos" y "vamos, Kags, tú puedes, solo pídeles que paren su pelea por un segundo".

Yo tenia más ganas de retroceder, que, de avanzar, pero no había de otra, así que forcé a mis pies a moverse hacia delante un poco, y extendiendo mi mano, jalé un poquito de la remera de mi capitán. Fue aterrador ver que, ni bien yo hice eso, ambos se detuvieron y pusieron toda su atención en mí.

-Kageyama. -Me nombro Suga-san. Yo quería huir despavorido de ahí.

-Por favor... ¿podrían dejar de pelear? Están asustándonos a todos-Murmure mirando el suelo, y de repente, un par de brazos estaban a mi alrededor, junto con un olor reconfortante a libros viejos.

-Perdona Kags, no quisimos asustarte. -Escuche la voz de mi capitán, quien era el que me abrazaba.

-Esta bien. -Murmure y él me soltó. Después de eso, ambos salieron del gimnasio, aunque para nuestra mala suerte, siguieron discutiendo afuera.

No fue sino, hasta que el resto terminamos el entrenamiento, que los vimos entrar, obviamente no reconciliados, pues ambos se mandaban miradas de odio.

-Bien chicos, se acabó el entrenamiento, vayan a cambiarse y a sus casas. -Declaro Daichi-san y todos le hicimos caso.

Por ese día, fue suficiente drama para mí, y la verdad, no quiero volver a estar en medio de ellos dos nunca más. Es verdaderamente aterrador.


3 Historias de Kageyama OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora