La zona universitaria era enorme. Pasaron por la calle principal donde estaban las facultades, edificios antiguos realmente impresionantes que dejaban con la boca abierta. Era una ciudad llena de jóvenes estudiantes, donde siempre que pasabas por esas calles te cruzabas con ellos, que iban de un lado a otro, cada uno a una dirección. Pero esta vez estaban vacías, como mucho había alguna persona abrigada hasta arriba yendo hacia algún lugar. Había grandes zonas cubiertas completamente de nieve donde se imaginó que en otro momento debían de ser las explanadas de césped donde la gente solía sentarse con sus amigos a charlar, típica escena de universidad que parece que nunca tienen clase. Giraron entonces las calles hacia las residencias, pasando por varias rotondas hasta que finalmente dieron con una larga calle de fraternidades junto a un bosque. Al fin llegaron a la que estaban buscando. Cuando aparcaron, tenían frente a ellos un edificio enorme de tres plantas, con las letras griegas de Kappa Kappa Zeta. Se acercaron a la puerta y llamaron. Enseguida les abrió una chica con mechas azules.
― ¡Hola! ― dijo con una sonrisa. ― ¿Querían algo?
― Buenos días. Estábamos buscando a Liam Scott.
― Sí, claro. Está aquí. ¿Quieren pasar? ― dijo mirando fuera dando por evidente el frío que hacía.
― Por supuesto, gracias.
Entraron a un recibidor bastante amplio que comunicaba con unas escaleras que se dividían en dos caminos. Echaron un vistazo a su alrededor. Junto a la entrada, vieron el salón donde había reunidos varios estudiantes que, sentados en los sillones, se reían escandalosamente de otro que al parecer hacía una imitación. Otros estudiantes subían y bajaban las escaleras sin quitarles la mirada a los inspectores, haciéndoles sentir bastante mayores y fuera de lugar. O quizá porque se imaginaban a lo que venían. Probablemente alguno de esta casa sabía ya lo que le había pasado a Ashley Baker, pensó Campbell. Y quién sabe si el asesino estaba en ese momento bajo el mismo techo que ellos. El inspector se fijó que en el recibidor colgaba una lámpara de araña con minuciosos cristales y pensó que cada detalle de esa casa debía de valer una fortuna.
― Es una Solstice Comete. ― dijo un chico que bajaba las escaleras y se dirigía hacia ellos decidido. ― Es una de las lámparas de este modelo más caras del mundo. Perdonad, no me he presentado, soy Liam Scott. ― tendió la mano como saludo.
― Buenas, soy el inspector Campbell y este es el subinspector Wilson. ― Ambos le tendieron la mano y Wilson aprovechó a decir:
― Por curiosidad... ¿cuánto vale? ― dijo haciendo una seña hacia arriba.
― Pues aproximadamente 160.000 dólares. Es una lámpara francesa, hecha a mano. No verá muchas igual. ― Se le escapó la risa.
― Guau. ― soltó Wilson.
― Verá... ― interrumpió de nuevo Campbell. ― Queríamos hacerle unas preguntas. ¿Podemos hablar?
― ¡Claro, sí! ¿Sobre qué?
― Sobre Ashley Baker.
― ¿Ashley? ¿Buscáis a Ashley? Porque si es por ella... no ha dormido hoy aquí. ― desvió la mirada hacia otro lado, con el rostro más serio.
Los inspectores se miraron entre ellos, preparándose para dar la mala noticia que tanto detestaban.
― Espera. No, no, no. ― repitió Liam. ― ¿Le ha pasado algo?
― ¿Podemos ir a un sitio más tranquilo? Será mejor que hablemos.
― Vale... vayamos a la cocina, que estará más despejada. ― dijo mientras miraba a su alrededor y les conducía hacia allí.
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El asesinato de Ashley Baker
Mystery / ThrillerCleveland, 2011. Una estudiante aparece muerta en mitad del bosque. El inspector Campbell se encargará de llevar a cabo la investigación de la joven donde todo parece apuntar a una posible venganza. Se adentrarán en un misterio donde el inspector de...