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La brigada de homicidios había estado investigando a fondo la habitación de Ashley en la fraternidad. Tomaron multitud de fotografías y recogieron algunas pruebas para examinarlas detalladamente. Pero el inspector no podía dejar de darle vueltas en su cabeza sobre aquellas cartas. Si bien es cierto que Ashley tenía un amante, era posible que Liam fuese sospechoso o bien esa persona que aún desconocían. Incluso si tenía un admirador secreto... ¿podría tratarse de algún acosador? Campbell sabía que debían de encontrar algo más en aquella habitación, en especial en ese portátil. Sabía que debía de haber algo que les acercase un paso más por delante en el caso. Todos los estudiantes fueron atendidos uno por uno por varios inspectores para tomarles declaración. Fue un trabajo bastante complicado para la policía hablar con todos y cada uno de los 67 estudiantes que vivían en la fraternidad. Muchos de ellos, no hablaron con ella en la fiesta y, otros, sin embargo, a pesar de haber intercambiado alguna que otra palabra, no estuvieron mucho tiempo juntos. Al parecer, nadie vio nada. Era como si hubiese estado en la casa toda la noche y de repente hubiese desaparecido. Era muy extraño, pero de todas las declaraciones pudieron sacar algo en claro y es que, las personas con las que tenía más relación eran Liam, Owen, Brooke y Alexis. Todos pensaban que eran una gran pandilla de veteranos, un grupo de amigos, pero cada uno de ellos completamente distinto del otro. Algunos no entendían esa relación, que como es que una persona como Owen se juntaba con Liam, o alguien como Brooke y Ashley con Alexis. Lo más extraño de todo, es que nadie decía por qué eran tan distintos. Nadie se atrevía a hablar más de la cuenta y eso llamó bastante la atención del inspector. 

Era el turno de Alexis Miller, quien se sentó enseguida frente a Campbell. Ésta no dejaba de mirarse las largas y perfectas uñas de color rojo e intentaba mostrar una tranquilidad absoluta, como si ella fuese la que controlara la conversación. 

― ¿Y bien? ¿Puede decirme cuándo fue la última vez de la noche que vio a Ashley? 

― Sí, en el jardín fumando un cigarrillo después de medianoche. La vi discutiendo con ese novato... ― hizo una pausa mientras pensaba. ― Nicholas Parker se llama. 

― ¿Sabe por qué discutían? 

― Él está obsesionado con ella y creo que intentó besarla. 

― ¿Y qué ocurrió después? ― quiso saber. 

― Pues... no lo sé, no pude ver nada más, volví a la fiesta. Solo vi que discutían por ello. Ahí fue la última vez que la vi. ― hizo una pausa. ― Oh dios mío, no creerán que... fue él quien la mató. ― dijo mostrando una excesiva sorpresa.

― Todavía tenemos que seguir barajando todas las pruebas que obtengamos. Es pronto todavía para saberlo. ¿Por qué dice que él estaba obsesionado con ella? 

Alexis ignoró su pregunta. Su mirada estaba perdida y, de repente, dijo: 

― Dios santo... ahora lo entiendo todo. ― Se llevó la mano a la boca como para dramatizar. ― ¡Ha tenido que ser él! ¡Ese psicópata la estuvo acosando desde el principio! ¡Estaba loco por ella! 

― ¿Por qué piensa eso? 

― No es porque lo piense, ¡sino que era así! Todos en la fraternidad lo sabíamos, se veía a la legua. 

― ¿Incluso Liam, su novio? 

― Sí, así es. 

― ¿Y cree que podía ser recíproco? 

― ¿Qué? ¡No! ¡Ni hablar! Ashley era una chica popular, era guapísima. Jamás se habría juntado con ese chico, por dios. ― negó con la cabeza demostrando lo absurdo que era. 

El asesinato de Ashley BakerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora