- Winston puedes irte, ya.- Alice se dirigió al amiguito de su hija el cual ahora tenía nombre.
Winston salió luego de decir que solo ayudó a que no siguiera golpeando a Clarie. Ahora nos encontrábamos Clarie, Justin y yo. La directora ignoro a Justin y nos dio un larguísimo sermón a su hija y a mí. A la rubia mucho no le dijo, lo resumió con un "Hablamos en casa." En cambio a mí, me dijo que esperaba que no vuelva a tener este tipo de comportamiento bla bla bla. Ella movía la boca pero de ahí no salía nada que entrara por mis oídos. Su hija me había cansado, estuve bien en darle su merecido. Sí supiera todas las que ella me hizo. Esperaba que haberme encerrado en el armario haya sido la última sino esto volvería a repetirse. No me importaba si me suspendía o expulsaba de la escuela. Mientras ella movía la boca sin parar mire a Justin. Él me miro y sonrió apenas haciendo que le devolviera la pequeña sonrisa. El teléfono en la oficina en Alice sonó haciéndome despegar la mirada de él y concentrarme otra vez en la directora. Ella atendió.
- ¿Sólo para eso me llamas? Dile que pase.
Y corto otra vez. La puerta detrás de nosotros se abrió y gire para ver quién entraba. Papá. Su rostro era inexpresivo como siempre así que no podía saber sí ya sabía para que estaba aquí o sólo lo habían citado para contarle. A la primera que miro fue a Alice, a mí no me dirigió la mirada en ningún momento.
- Directora Alice.- le dijo en forma de saludo.
- Señor.- ella lo saludo - Gracias por venir.
- ¿Puedo llevármela ya? - me señaló.
La directora se quedó callada unos minutos mirándolo con la boca abierta pero aún sin hablar.
- ¿Si? - papá insistió.
- Ah, a ____. Si, pueden irse.- ella sacudió la cabeza y bajo la mirada. Se veía rara.
Me levante de mi lugar y camine hacia la puerta junto con papá.
- Señorita ____ - Alice me llamó - Cuéntele todo a su padre.
- Si.- me limite a contestar y salí.
- Adiós.- papá se despidió de ella y me imito.
- ¿Yo ya puedo irme? - desde afuera escuché a Justin preguntar.
No escuché respuesta de la directora pero al minuto él iba caminando a nuestro lado.
- Gracias.- le sonreí.
- Te dije que podías contar conmigo.- él me sonrió de igual manera.
Mire a papá, estaba algo adelantado a comparación con nosotros.
- Te debo otra.- reí.
- Lo sé, por eso mismo te defendí. Ayer la pase bien contigo entonces me dije a mi mismo "Debes ayudarla otra vez, así te debe otro favor y vuelven a salir."
- Cuando quieras.- reí fuerte.
- Mañana, al terminar las clases acompáñame a la práctica del equipo.
- Con gusto.- volví a reír.
Ya estábamos llegando a la salida cuando papá se giró hacia nosotros.
- ¿No me presentaras a tú amigo? - se dirigió a mí.
- Ah, sí.-hice una pausa- Justin, él es mi papá Daniel. Papá, él es Justin mi amigo y compañero de riñas.- reí.
- Un gusto.- le dio la mano y volvió hacia mí-Sobre las riñas ya hablaremos.
Me limite a reír en respuesta.