- Dime tus cosas favoritas.
- ¿Qué? - mire a Justin alzando ambas cejas.
- Comida, música, color, y así.
- Es algo tonto - reí.
- Vamos, quiero conocer más sobre ti.- insistió.
- Mi comida favorita es la pizza, mi estilo de música favorito es el rock y el pop, color violeta... No sé qué más decir.- volví a reír - ¿Y tú?
- Mi comida favorita son las pastas, mismos estilos de música y color azul.
Reí y aleje la vista de él para mirar el camino. Ya estábamos llegando a los vestidores donde el equipo se vestía y duchaba.
- Bueno, yo espero afuera.
- ¿Segura de que no quieres entrar? - Justin bromeo.
- ¡No! - reí.
- Tú te lo pierdes.- guiño el ojo y entro dentro.
Riendo sola salí a la cancha y busque un lugar donde sentarme, cuando lo encontré lo hice. Estuve jugando con mi celular para pasar el tiempo ya que tardaron unos diez minutos en salir. Cuando salieron guardé el celular. Mire el lugar y a lo lejos se encontraba una pelirroja sola al igual que yo. Los chicos entraron en calor y luego comenzaron a jugar un partido. El amiguito de Clarie, Winston era parte del equipo y estaba en el equipo contrario al de Justin. Las cosas al parecer no habían quedado bien entre ellos. En varias oportunidades hubo patadas o empujones de parte de Winston. Desde el primer ataque pensé que en cualquier momento habría otra riña. Y así término siendo. Justin se cansó de ignorar sus agresiones y le dio un empujón para después agarrarlo del cuello de la camiseta. Winston lo golpeó con el puño para quitárselo de encima y lo dejó tirado en el suelo. El rubio se levantó con el labio sangrando y se abalanzó sobre él. El entrenador corrió de inmediato para ayudar a separarlos y lo imite. Winston trataba de zafarse de los brazos de otros chicos del equipo para seguir con la riña. En cambio, Justin no se resistió y lo miro mal mientras escupía sangre.
- ¡Weels! - el entrenador le grito a Winston para que se calmara y este así lo hizo - ¿Que hacen chicos? Me sorprende está actitud de ustedes.
- Él empezó - Justin se defendió.
- No importa quién empezó. No le diré a la directora pero esto no tiene que volver a repetirse ¿ok?
Ninguno dijo nada por unos minutos.
- Ok.- finalmente contestaron al mismo tiempo.
- ¿Podemos seguir?
- ¿Antes puedo ir a curarme esto? - Justin señaló su boca dirigiéndose al entrenador.
- Vaya.
Al tener su consentimiento vino hacia mí, me agarró del brazo y me llevó con él.
- ¿Y eso?
- Él me provocó.- se defendió.
- Te envidio.- reí ligeramente.
- ¿Porque?
- Clarie estuvo provocándome en la mañana y no pude hacer nada. Ayer tuve mi primera y última riña. Papá hizo que le prometa no volver a tener una.
- Está bien.
- ¡No! Ella se merece que le deforme su "bonita" cara a golpes.
- ¿Chica mala? - el rio.
- Tú no puedes decir nada. Seguro está no fue tú primera pelea.
- ¿Me ves como un chico malo?
- Si.- reí.
- A veces...- él sonrió mordiendo su labio.