Clarie paro frente a mí. Mierda. Seguro buscaría problemas.
- ¡____! - saludo - Estas rara hoy, déjame verte bien...- me miro de pies a cabeza - ¡ya sé! estas vestida un poco mejor que siempre. Casualmente te vistes mal, pero lo entiendo, no creciste con una madre.
Estaba provocándome. Maldita. La odiaba. Y odiaba el hecho de que ella me conociera y supiera mis puntos débiles.
- Tú creciste con una madre y te vistes como una prostituta.- le devolví la mirada - Lo siento, por un microsegundo olvide que eres una.
- ¿Que pasa aquí? - un tercero se metió cuando ella estaba por contestarme.
- No te metas, Bieber.- Clarie se dirigió a Justin.
- Tú no te metas con ____.
- Justin, está bien.- me metí en su conversación impidiendo que Clarie hable - Vamos.
Lo tome del brazo y me aleje con él de Clarie quién se quedó aún en su lugar viéndonos irnos. Prometí no meterme en problemas y no dejaría que él si lo hiciera por mi causa. Cuando estábamos lejos de la rubia pare.
- No quiero que te metas más.- trate de sonar lo más amable posible.
- Estaba defendiéndote.
- Lo sé y te lo agradezco pero no quiero que te metas en problemas por mi culpa.
- Eso no pasará.- sonrió.
- Espero.- suspire.
- ¿Ya te ibas? - el cambio de tema.
- Si, ¿tú?
- Igual, ¿te llevó?
- Hazme el favor.
- ¿Así luego me debes otro favor? - rio.
- No había pensado en eso cuando lo dije.- trate de no sonreír y parecer sería.
- Vamos - el rio.
Reí ligeramente y comencé a caminar otra vez con él a mi lado. Fuimos donde su auto y de ahí comenzó a conducir hacia casa.
- ¿Recuerdas que querías ir al cine? - Justin pregunto de repente. Asentí y continuo - Pues ¿cuándo exactamente?
- Cuando sea.
- ¿El sábado te parece bien?
- Bien.- asentí.
- ¿Qué tipo de películas te gustan?
- Las de ciencia-ficción, románticas, o de terror.
- ¿De terror? - alzó las cejas.
- ¡Son las mejores!
- Ahora buscas una excusa para abrazarme. Eres increíble.
Solté una gran carcajada.
- ¡Tú eres increíblemente idiota! - reí otra vez.
- Pero tú eres la que busca excusas para salir conmigo y para abrazarme.
- Mejor cállate. Sí la película es una policial sobre un asesinato mucho mejor.
- ¿Qué? ¿Porque?
- Porque quiero aprender a asesinar y tú serás mi primera víctima.
- Ahora buscas excusas para tocarme.
- ¡¿Qué?! - reí - No hace falta tocarte para matarte. Te preparó un almuerzo y le agregó un ingrediente secreto: veneno.
- Soy muy joven para morir. Tendrás que aguantarme.
- ¿Muy joven para morir? No hay edad para morirse. Uno puede morirse cuando quiera.
Aunque en realidad no era tan así, ojalá fuera tal cual mis palabras. Sería fácil. Hace unos días quería morirme e intenté hacerlo pero no funcionó.
Justin rio apenas en respuesta. Mire la carretera y estábamos estacionando frente a casa. Que rápido.
- ¿Quieres pasar?
- Ok - el rubio acepto con una sonrisa.
Bajé del auto y camine hacia casa. Justin me imito.
