Narra Justin:
La lleve otra vez al auto y abrí la puerta para que subiera. Subí yo y me volví hacia ella. Miraba fijamente a la nada. Quizás nunca había visto un accidente y la había asombrado un poco la situación. La entendía porque haber visto a aquella mujer agonizando no fue nada agradable. Me acerque a ella y apoye mi mano en su hombro.
- ¿Estas bien? - mi tono era suave.
- Si.- y el suyo también.
- ¿En verdad? No te ves bien.
- Sí, estoy bien. Solo me conmovió un poco aquella mujer.
- Lo que pensé.- suspire.
Ella no contesto y en el silencio se la escucho tragar saliva.
- El policía me dijo que en unos minutos harán un lugar para que los autos puedan avanzar.
- Genial.- está vez ella suspiro apoyándose en el asiento.
Quería insistir preguntando sí le pasaba algo porque no la veía igual a cuando bajamos del auto y sentía que había algo más, pero sería mejor no insistir. Quizás ella hablaba. Tal cual le dije a los minutos los policías dejaron a los autos avanzar. Cuando salimos del cine dijimos que veríamos a que otra lugar ir pero ya habíamos perdido tiempo por el retraso.
- ¿Aún quieres ir a otro lugar?
- Mhn, no lo sé, no. Ya perdimos tiempo aquí.- hizo una mueca con los labios.
- Como quieras, coneja.- sonreí apenas.
Ella también sonrió muy apenas, como respuesta. No volví a hablar y me concentre en conducir hacia su casa. Aunque aún estaba impaciente y curioso con saber que le sucedía. Trataba de no demostrarlo pero al parecer ____ se dio cuenta.
- Mamá murió igual que esa mujer.- me miro de reojo.
Abrí la boca para decir algo pero no salió nada y ella continuo.
- El tipo huyó dejándola agonizando, tenía 10 años, estaba sola y las personas solo miraban en lugar de ayudar. La ambulancia y la policía llegaron tarde. Para cuando ellos llegaron mamá ya no estaba y el tipo si, estaba, lejos.
- ¿Lo encontraron?
- Nunca.- ella negó repetidas veces con la cabeza.
- Que mierda.- me limite a contestar.
Era una mierda por lo que había pasado.
- Aún lo recuerdo como sí hubiese sido ayer. Hasta tengo pesadillas con eso.
Llegamos a la casa y estacione frente a esta.
Tenía que decir algo pero estaba en silencio y las palabras no me salían. No podía dejar que pase el tiempo y no decir nada. Ella acaba de confiar en mí contándome algo que era importante. Hice lo primero que se me ocurrió y la abrace. Ella se sorprendió pero finalmente recibió sin quejas mi abrazo.
- Lamento que hayas tenido que pasar por eso.- al fin se me ocurrió que decir - No te lo mereces.
- Nadie se lo merece, Justin.
- TÚ no te lo mereces.- insistí.
- Todos pasamos por cosas malas en la vida.
- Pero las personas buenas y lindas como tú no se lo merecen.-insistí.
- Gracias.-hizo un ruido parecido a una muy pequeña risa.
- No sé porque pero de nada. Y tampoco sé porque te lo digo pero, puedes confiar en mí y contarme de estas cosas.-sonreí apenas.
- Supongo que sí. Gracias.- me imito.