Capítulo 1 [ La fiesta ]

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Narra Pete:

—¡Tengo hambre! — se quejó Tar caminando con pesadez.

—¡Acabas de comerte un enorme helado de chocolate, y una hamburguesa! ¡¿Aún tienes hambre?!— dije volteando a verlo con estrés por sus repetidas quejas acerca de su hambre eterna.

Realmente no me impresiona mucho, Tar es así.

—Ya vamos a llegar al apartamento de Pete, cálmate — dijo Can sosteniendo  a nuestro dramático mejor amigo, que según él, "se desmaya del hambre".

Tar, y Can son mis mejores amigos, nos conocimos por un amigo en común que realizó una fiesta y nos invitó, nos presentaron, y desde ese entonces, estos dos chicos son como mis hermanos.

—Allá tengo un pastel de chocolate completo, te lo voy a servir para que cierres la boca — dije ya observando la puerta de mi apartamento casi en lo último del pasillo.

—¡Si, Pastel! — expresó alegre mi amigo que estaba "muerto de hambre", pero de repente su emoción se calmó notoriamente, y guardó silencio por un momento — un segundo...

—¿Que pasa? — le pregunté aún caminando sin verlo a la cara.

—Pete... La última vez que trataste de hacer un pastel, casi quemas la cocina —me dijo Tar deteniéndose de golpe.

Yo me detuve, y me volteé para verlo.

—No lo mal entiendas, cocinas de maravilla, pero los dulces no son lo tuyo... — dijo Can encogiéndose de hombros.

—Aja... Lleguen al punto... — dije ya sabiendo lo que iban a decir, así que de antemano volteé los ojos.

Tar y Can se miraron entre ellos, y después me miraron a mi con diversión, y unas grandes sonrisas.

—¡Tú vecino te lo hizo! — dijeron los dos al unísono, y casi gritando.

Aquí vamos, otra vez...

—¿Y por qué tanta felicidad? — pregunto cruzando mis brazos sin entender el motivo de las sonrisas tan brillantes de mis mejores amigos.

—¡Pete! ¡¿es en serio?! — dijo Can soltando a Tar— sabes que tu vecino siempre te da chocolates, caramelos, pasteles... Y entre otras cosas deliciosas que no las digo porque sino Tar me va a empezar a masticar el brazo.

Miramos al mencionado, y este estaba apunto de hacer lo que dijo Can, pero cuando se dió cuenta que lo estábamos mirando se detuvo.

—Aja... ¿Y? — dije alzando una ceja con una expresión seria.

—¿Acaso estas bromeando? Tienes a un vecino que te hace todo tipo de comidas, te ayuda en todo, está más bueno que el pan, y de paso también está...

Can dejó de hablar mirando algo que estaba detrás de mi, y Tar alzaba y bajaba sus cejas un par de veces mientras me observaba.

—Hola, Pete...  — una voz profunda y ronca suena muy cerca de mi oído, lo cuál me sobresaltó, y me volteé rápidamente para observar a la persona que me había saludado.

Sorpresa, sorpresa, al parecer mis amigos lo invocaron.

Es mi vecino...

—Hola, Ae... — dijeron Tar y Can en un tono juguetón, y observándolo con diversión.

—Hola, Can... Hola, Tar... — Ae los saludó con su típica sonrisa amable que mostraba sus dientes. Según los vecinos es hermosa.

Su vista se dirigió de mis amigos hacia mi, dándome una mirada que según Tar y Can es..."Atractiva".

Cada Vez Más Cerca ☆Ae y Pete☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora