Capítulo 23

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—Por cierto, sobre noso...— intentó preguntar (__).

—Baekhyun llegará en unos días— interrumpió Sehun en el momento que supo por dónde iba. —Antes, cuando salí, me envió el mensaje..., así que supongo que tendremos que volver a la rutina de hogares— bromeó.

Ella sonrió un poco apenada. —Lo bueno siempre se acaba pronto— se puso en pie. —Es una pena..., realmente me gusta mucho vivir aquí— añadió antes de hacer un leve puchero.

—Sí, y por eso tenemos que aprovechar nuestra estancia.

Los días transcurrieron en un abrir y cerrar de ojos. La relación de Sehun y (__) iba aumentando; no volvieron a tener relaciones sexuales, pero en más de una ocasión hubo tocamiento, e incluso en el trabajo. Sehun dejó el trabajo unos días antes de que Baekhyun volviera. Ella ya no pensaba tanto en Jongin, las cosas ocurridas era parte de pasado. Humo casi olvidado.

El día de la despedida llegó. Ambos estaban preparando las cosas para marcharse de allí, (__) terminó antes de hacer las maletas, Sehun tardaba a propósito. Entonces, de repente Baekhyun entró en el hogar, dejó sus maletas en la entrada y abrió paso a la alegría saludando a gritos. En el momento que (__) le vio, le dio un leve bofetón por haberle dejado en tal circunstancia con Sehun, pero luego le abrazó.

—Espero que no te haya causado muchos problemas— dijo Baekhyun en referencia a Sehun.

—¿Perdón?— Sehun alzó ambas cejas, estaba de brazos cruzados.

—Ha sido muy atento y amable conmigo— ella sonrió ampliamente mientras cogía las maletas dispuesta a marcharse. —¿Aún no estás listo?—

—Espérame abajo, enseguida voy, sólo me faltan unas pocas prendas— respondió Sehun volviendo a la habitación ya que ambos dormían juntos desde lo ocurrido. Baekhyun fue detrás de él para conversar.

—Está bien, no tardes mucho.

Ella se marchó del hogar mientras que los chicos iniciaron el tema real de la situación. Sehun se encontraba doblando la ropa y metiendola en la maleta, ambos de espaldas a la puerta del dormitorio.

—Gracias por todo, de verdad— agradeció Baekhyun.

—Olvidalo, ¿ingresaste el resto del dinero?

—Sí, lo hice esta mañana.

Justo mientras eso ocurría, (__) se detuvo ante las puertas del ascensor, no entró y retrocedió. Se le olvidaba el móvil, lo dejó sobre el sofá y a causa de la llegada de Baekhyun, se le olvidó. Con una sonrisa dibujaba en el rostro volvió al interior del hogar y tranquilamente fue a coger el móvil que, efectivamente, estaba donde ella suponía..., pero en ese instante prefirió haberse olvidado por completo del dichoso móvil.

—No volveré a hacerte un favor como este, Baekhyun— dijo Sehun. —Ni por una suma superior a esta—

—Era algo delicado— intentó defenderse.

—¿Delicado? He tenido que meterme en la puta vida de alguien que no conozco de nada, he tenido que mentir día tras día, ¡joder! ¡No ha sido algo fácil!—

—Vamos, no te pongas así, ambos hemos salido ganando, ¿no? Yo quiero verla feliz y tú tienes dinero—

—Me iré lejos por un buen tiempo, así que no cuentes conmigo a partir de ahora, quiero olvidarme de esta mierda— refunfuñaba Sehun.

(__) había oído todo. Estaba apoyada contra la pared, al lado de la puerta, que estaba abierta. No podía creerlo. Tensó su mandíbula mientras lo escuchaba par evitar soltar un berrido, pero no pudo retenerlo por mucho tiempo más. En silencio se hizo ver plantada en la puerta.

—Así que todo era eso, ¿no?— intentó reforzar su voz. —Sois unos hijos de puta, los dos— señaló.

Baekhyun y Sehun sintieron cómo sus cuerpo se debilitaron al instante. —¡Espera! ¡No, (__)!— decían una y otra vez intentando retenerla.

Ella apresuró el paso hasta el punto de correr hacia el ascensor, donde había dejado las maletas contactando con el sensor para que las puertas no se cerrasen; estaba en la planta superior y no quería volver a esperar la llegada de este. En el momento que entró al ascensor, presionó varias veces el botón 0 y automáticamente las puertas se cerraron. (__) estaba cabizbajo, lo último que divisó antes de que las puertas se cerraran fue a Sehun intentando poner la mano entre las puertas, Baekhyun reaccionó y empujó su mano ya que era demasiado tarde para la posible acción de separación de éstas, en pocas palabras, podría haber tenido un accidente muy grave.

(__) inició su llanto en el interior del ascensor mientras descendía. No podía creerlo, no tenía ni una sola persona en la que confiar. En el momento que llegó a "tierra firme" salió rápidamente de allí e intentó buscar un taxi, cosa que consiguió después de alrededor de diez minutos de búsqueda.

—¿A dónde la llevo, señorita?— preguntó la taxista.

—Calle Qingtian, número 06, por favor— respondió amablemente antes de que el señora se pusiera en marcha.

Era un trayecto algo denso. La cosa fue inevitable, ella lloró en silencio, pero dentro de un vehículo era imposible no oírlo. La señora la miró por el retrovisor durante unos segundos y luego siguió mirando al frente. Acto seguido extendió su brazo hacia un lateral y cogió una caja de pañuelos, la cual le ofreció y ella aceptó.

—Desahogase como es debido, llorar en silencio es aún más agobiante…, ¿puedo preguntarle cuál es su problema? No suelo ser una entrometida, pero es usted tan joven que no podría permitir que esté tan triste con su edad—

—¡Hombres!— alzó su voz aún llorando.

—¡Oh, demonios! Hombres...— bufó. —Señorita, ¿es usted de esta ciudad?—

—No— negó débilmente.

—Entonces, permíteme darle un consejo..., puede tomarlo o dejarlo..., pero en esta circunstancia es recomendable volver a sus inicios, busca el problema de raíz y cortalo por lozano.

Ella la miró, con los ojos completamente cristalizados y la cara llena de lágrimas. Las palabras de aquella señora le hizo reflexionar en un abrir y cerrar de ojos. Decidió en cuestión de segundos volver a donde todo comenzó, en aquella casa.

—¡Espere! Por favor, vaya al aeropuerto.

EL DESASTRE DE MI VIDA | Kai y tu | 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora