Capítulo 30

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(__) se había llevado todo el día pensando, reflexionando y haciendo planes. Recordó cuando apenas era una chica de instituto, tímida ante el cruel mundo en el que vivía..., y fue entonces cuando lo tuvo claro. Jongin y Sehun debían de pagar a manos del Karma.

Ella, completamente decidida, esperó la llegada del crepúsculo para salir de casa. Caminó con pasos firmes hasta el destino que tenía muy cerca de su hogar y una vez estuvo frente a éste, llamó un par de veces al timbre. Sí, había ido a casa de Jongin..., ese hogar que nunca llegó a pisar.

La puerta se abrió y como era de esperar, Jongin fue quien lo hizo. La joven, sin más antelación, se acercó peligrosamente a éste y fue directa hacia esos gruesos y firmes labios, los cuales unió lenta y gustosamente con los suyos. Jongin no tardó ni siquiera un par de segundos en reaccionar: mientras correspondía, cerró la puerta y siguió con aquel imprevisto.

Como si hubiera estado esperando aquel momento durante años.

(__), impetuosa, valiente y audaz, se atrevió a intensificar el momento introduciendo su lengua en la cavidad bucal ajena. Su corazón latía con velocidad, lo sabía. El alto, aún sin esperar una respuesta clara de la situación, siguió con aquel ardiente juego; descansó sus manos sobre la cintura femenina y acercó su cuerpo al suyo. Jongin la empujó levemente hacia la pared más cercana aún sin separarse de ella, y entonces, alejó mínimamente su boca para poder hablar.

–¿Se te ha perdido algo aquí?– susurró.

Ella abrió los ojos y le miró. –Shh–

Silenció situando el dedo índice sobre los labios masculinos por unos segundos pues enseguida se agachó hasta la altura de la pelvis. A su vez, desplazó la mano hacia abajo, recorriendo su torso hasta detenerse sobre el inicio del pantalón ajeno. Jongin apoyó sus manos contra a pared y agachó su cabeza para verla. Entonces, (__) inclinó la cabeza hacia atrás y entró en contacto visual con el mayor, pero antes de que ella lograse entrar en acción, Jongin sujeto su cabello ejerciendo un poco de fuerza, obviamente sin llegar a hacerle daño.

–Ni lo intentes– susurró firmemente.

Jongin se separó de ella habiendo soltado su cabello antes y suspiró profundamente. (__) se levantó y aclaró su voz, cruzándose de brazos y apoyando la espalda contra la pared.

–Tienes mala cara, ¿has tenido un mal día?– preguntó ella, dedicándole una leve sonrisa.

Él sonrió falsamente. –Dime a qué has venido–

–Oh, vaya..., ¿te he pillado en mal momento?– dejó al aire aquella pregunta mientras echaba una miradita rápida al hogar. Debía de confesar que era realmente acogedor, un estilo algo minimalista. Los muebles eran blancos, marrones y negros. –¿Me enseñas la casa?–

Jongin la miró seriamente, e incluso parecía salir un comentario negativo de su boca..., pero no fue así. Él lo hizo, le mostró desganado el interior de la casa. En la parte superior tan solo tenía el dormitorio y un cuarto de baño, se accedía a ambos por una escalera vinculada en el salón. Mientras que en la inferior se encontraba una pequeña entrada, cocina y salón, por el cual se podía ver parte de la zona superior. Jongin se lo mostró desde abajo, no se molestó en subir.

–¿No me vas a enseñar el dormitorio?– preguntó ella sentándose sobre la encimera de la cocina, ya que el pequeño tour terminó en aquel lugar

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–¿No me vas a enseñar el dormitorio?– preguntó ella sentándose sobre la encimera de la cocina, ya que el pequeño tour terminó en aquel lugar.

–No hay nada que ver allí– negó situándose frente a ella de brazos cruzados.

Ella le miró y sonrió. –Wow..., ¿qué ha pasado con el Jongin de hace un par de días?–

Jongin apoyó ambas manos sobre la encimera, a los laterales de ella, provocando así cierta cercanía.

–¿Estás celoso?– susurró después de acercarse a su oído. Jongin tensó al instante la mandíbula, por lo que ella, al verlo, comprendió absolutamente la situación. Entonces, sonrió en su interior y rodeo la cadera ajena con las piernas mientras comenzaba a besarle lentamente el cuello.

–Déjalo ya, por favor– incluso llegó a suplicar.

–Sehun lo hizo bien ayer– susurró de nuevo cerca de su oído. –¿Serás capaz de superarlo?– añadió antes de morder suavemente el lóbulo de la oreja.

Jongin giró su cabeza hacia el lado contrario frunciendo el ceño. —Ya está bien, para— soltó un leve suspiro y la miró de nuevo mientras intentaba quitarse las piernas de su cadera. —Esta vez voy enserio, (__). Si Sehun te satisface correctamente, quédate con él—

Jongin se alejó de ella y salió de la cocina para dirigirse hacia la entrada. Ella se bajó de la encimera algo confusa realmente pues no esperaba aquella reacción. Aún así, en el fondo se alegraba al ver que Jongin comenzaba a "sufrir" por ella. Se detuvo frente a él y lo miró fijamente.

—Sé que fuiste tú quien dejó aquella bolsa ahí, y sé también que probablemente te encontraste con Sehun por el camino..., llegaste unos meros minutos después de que Sehun se marchara— confesó. —Me iré ahora, supongo que con esto queda zanjada nuestra extraña relación—

(__) depositó la mano sobre el pomo de la puerta, y antes de abrirlo giró la cabeza casi tres cuartos. —Ayer, entre él y yo..., no hubo nada. Sólo quería comprobar si te ponías celoso— hizo una breve pausa. —Sientes que los celos te comen por dentro porque él gana en lo que tú fracasas, pero te rindes tan fácilmente que resultas penoso, Jongin—

En el momento que cruzó la puerta, sintió cómo el alto sujetó fuertemente su muñeca, acción que provocó una detención en seco. Ella, aún sin mirar atrás, jaló su brazo hacia adelante y siguió caminado como si nada. Sabía que Jongin estaba arrepentido después de haber escuchado la verdadera versión, pero ahora era tarde. Jongin volvió a acercarse a ella y a intentar detenerla un par de veces más hasta que la ira se apoderó severamente de él.

Jongin gritó el nombre ajeno y agarró fuertemente su muñeca hacia él mientras volvía a su hogar forzosamente.

—¡Sueltame ahora mismo!— exclamó ella. —¡¡Jongin!!— gritó intentando quitar el agarre.

Jongin la miró y puso una mano sobre la boca para evitar que alguien la oyera hasta que entró de nuevo en su casa y cerró la puerta. Ella le miró algo asustada ante el comportamiento ajeno, y confundida cuando observó sus ojos; a pesar de la escasa luz, la fina capa cristalina que envolvía éstos era completamente visible.

Ambos se miraron por unos segundos, como si el tiempo se hubiera detenido en aquel instante..., como si todos los antiguos recuerdos se reflejaran en sus rostros; tormento, suplicio, amor y apego. Jongin se acercó a ella, con la directa intención de besarla, y la acorraló prácticamente contra la pared de una forma muy brusca. Sus labios entre abiertos estaban a la espera de ser atendidos. Ella cerró los ojos con cierto miedo cuando el alto se acercó, pero al sentir su mera respiración contactar con la suya, decidió abrirlos lentamente. Él la miraba, esperaba.

—Quiero terminar esta pesadumbre de una vez— susurró.

(__) le miró, estaba apunto de hacer una gran decisión. Podría irse y terminar aquella historia, o corresponder a sus propios sentimientos reprimidos.

EL DESASTRE DE MI VIDA | Kai y tu | 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora