Capítulo 29

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«Si no me escuchas a las buenas, me escucharás a las malas»

Esas palabras resonaron en el interior de la cabeza de (__), fue como sentir un cubo de agua fría encima, como una puñalada inesperada en la espalda..., como la entrega de una rosa llena de dolorosas espinas en mano.
Sehun entró en su hogar y cerró la puerta de malas formas pues incluso provocó un ruido molesto. Sehun estaba plantado delante suya, (__) ascendió lentamente su mirada hacia sus ojos; parecía estar empachado de furia, rabia y odio. Sinónimos morales.

—Quiero que me escuches de una puta vez, Baekhyun me llamó ---

—¿Sabes cómo me sentí?— interrumpió en un mero susurro. —Me sentí como una puta— dijo.

—¡Cállate, joder!— Sehun alzó la voz.

—Te pagaron para esto, para meterte en la vida de una persona desconocida sin saber las posibles consecuencias— señaló incluso con su dedo índice, clavándolo en su pecho y tomando cierta cercanía. —Vamos, trátame a las malas, bésame, hazme llorar y follame, Sehun— terminó acusando con firmeza.

Sehun estaba aún más enfurecido, sentía impotencia y aún más sabiendo que tenía razón en todas y cada una de las palabras que salían por su boca. Llevó rápidamente una de sus manos hacian la boca femenina para evitar que siguiera hablando.

—Cállate ya, por favor— susurró. —Tienes que ver la situación con otros ojos, Baekhyun me llamó porque estaba preocupado por ti, quería que estuvieras lejos de Jongin para que lo olvidaras— hizo una pequeña pausa. —Quería abrir tus ojos a otras personas. (__), no estaba en mis planes tener una relación estrecha contigo..., yo debería de haber desaparecido de tu vida para cuando Baekhyun volviese, ni siquiera debimos tener sexo— concluyó. —Coger un puto avión sin saber dónde coño estabas no iba dentro de mis planes, pero en cambio lo hice— Sehun apartó la mano de su boca y le miró fijamente. —No acepté ni un mísero billete—

—Teóricamente era tu obligación todo este rollo, pero nadie te obligó a coger el avión para verme— ella sonrió frustrada. —¿Y esto? ¿Acaso es una declaración?—

(__) sabía bien lo que hacía, había aprendido mucho durante los últimos años. Llorar no la debilitaba, al revés, la hacía más fuerte, y por ese mismo motivo actuaría como tenía en mente. Quería saber cómo era tener a dos personas ante sus pies, quería saber hasta dónde llegarían por ella. Algo que sin duda se merecía después de tanto.

(__) acortó la distancia entre ambos y rodeó su cuello con los brazos. —Sehun, fóllame fuera del deber—

Aquellas palabras fueron como un botón de activación. Sehun sintió el tiempo detenerse por un momento, (__) le estaba dando permiso, era la ocasión..., sin embargo, eso no era lo que su mente realmente quería, así que optó por crear el ambiente adecuado.

Sehun se mantuvo en silencio y con una expresión totalmente serena. Poco a poco se acercaba a ella hasta acorralarla contra la pared, para así tenerla muy cerca; descendió hacia su oído y susurró.

—Hoy no...

Sehun tuvo la intención de volver a hablar, pero fue rápidamente interrumpido. (__), aprovechando la cercanía que él mismo le había proporcionado, volvió a rodear su cuello con los brazos para besarlo castamente.

—Creo que esto no te ha quedado claro— dijo habiéndose separado levemente. —Es hora de que me toque a mi— añadió antes de volver a unir sus labios con los húmedos masculinos.

— ¦

El tiempo transcurrió y la noche cayó. Jongin se encontraba de vuelta a casa y para ello tenía que pasar frente el hogar de (__). No había vuelto a saber de ella desde que se marchó temprano, entonces, optó por dejarla respirar. Aún así, aprovechando que pasaba cerca de su casa, decidió dejarle un pequeño regalo; no era nada extremadamente valioso: dulces, bebidas y un jersey.

El invierno se acercaba y cada vez hacía más frío. Las calles, iluminadas por tenues luces, lucían de la forma más melancólica que jamás había visto. Caminando por esas calles, Jongin recordó las tonterías que un joven adolescente hacía tiempo atrás..., entonces, varias preguntas se formularon en su cabeza, arrepentimientos y deseos imposibles.

Entre todos esos duros pensamientos, la presencia de una persona le sacó de ellos en un abrir y cerrar de ojos. Jongin minoró el paso a medida que su visión se centraba en la persona que se encontraba al otro lado del camino. Era él, Sehun. Él bajaba y Jongin subía la pequeña cuesta. Ambos se miraron, pero ninguna palabra salió de ellos..., la expresión lo dejó todo respondido.

Sehun le miró, y sonrió pícara pero suavemente. Su mirada, tuna y astuta, descansaba en la de Jongin. Y éste, sujetando con fuerza la bolsa y apretando la mandíbula reprimiendo sus impulsos agresivos, le devolvió una mirada diferente, penetrante y atormentada. Todo pasó en un segundo, pero fue el tiempo suficiente para como saber lo ocurrido. El aire victorioso que Sehun llevaba consigo y la pesadumbre que Jongin cargaba sobre sus hombros lo decía absolutamente todo.

Giró su cabeza hacia adelante, dejando atrás el pequeño enfrentamiento visual y apresuró un poco el paso con el fin de llegar al hogar de (__). Poco después se encontraba frente su casa, el simple hecho de hacerse una idea de lo que podría haber pasado entre Sehun y ella lo atormentaba rotundamente.
Estaba apunto de llamar al timbre, pero se sentía tan tenso e inseguro, que tiró al suelo con malas ganas la bolsa con las cosas que le había comprado a (__).

Sentía celos y envidia. Algo horrible sin duda... él era consciente en todo momento. Se dio la media vuelta y caminó hacia su casa.

Ella, al haber escuchado aquel ruido, no dudó en salir para comprobar la causa. Por un momento no vio nada, pero al intento de volver al interior del hogar, se percató de la presencia de la bolsa. Se agachó y miró cuidadosamente su interior, cosa que la asombró. Entonces, extrañada, alzó la mirada en busca de alguna respuesta... pero fue inútil, la oscuridad de la noche impedía una visión digna.

EL DESASTRE DE MI VIDA | Kai y tu | 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora