EL DESASTRE DE MI VIDA | Kai y tu | 🔞

Capítulo 2

Salí de casa una vez estaba lista y me dirigí hacia el instituto. La brisa mañanera siempre me ponía de buen humor.

—¡Hey ___! Buenos días.

—Olvídate de que me conoces— dije claramente.

—Sólo te iba a pedir disculpas por mi comportamiento ayer.

—Está bien— respondí dándole largas.

—Nena…

—Oye, creo que necesitas saber que hay muchas pavas que tienen las bragas mojadas por ti. Si quieres follar, ellas lo harán sin rechistar.

—Y yo creo que deberías de saber que no estoy buscando putas.

—Voy a llegar tarde, disculpa— apresuré el paso y lo dejé atrás.

Una vez en la clase, el profesor comenzó a hablar:

—Alumnas y alumnos, como ya sabéis, todos los años se elijen a dos personas que son los delegados de la clase. Y como sé que no vais a salir voluntarios, será a alzar.

—Yo me presento voluntaria para ser la delegada, profesor— dije levantando la mano.

—Lo tendré en cuenta..., está bien ahora sólo necesito a o---

—Yo también— no dejó terminar al profesor, JongIn fue el segundo voluntario.

—Pero profesor, es nuevo— protesté.

—Para todo hay una primera vez, dejémos que JongIn lo intente— defendió el profesor.

—Sí...— afirmé desanimada.

—___ y JongIn, hoy tendrán que organizar ésto cuando terminen las clases, me lo dejarán escrito en la pizarra, ¿está bien?— nos dió unos papeles.

La jornada transcurrió rápida y sin ningún inconveniente. Así pues, cuando llegó la hora, cuando todos sw ibas para sus casas, fui hacia el aula indicada y comencé a escribir en la pizarra. Jongin llegó después y directamente dejó su maleta en el suelo y descansó su trasero sobre la mesa del profesor, cruzado de brazos.

—Lo tenemos que hacer juntos.

—Da igual, no lo entenderás de todas formas.

—Tienes una visión muy equivocada de mí, pero si insistes, hazlo tú sola, me llevaré parte del mérito igualmente— se levantó de la mesa del profesor y se dirigió a la puerta para irse.

Le miré de reojo y suspiré brevemente. Paré de escribir y le miré. —Mira, tengo problemas para relacionarme con la gente..., no es fácil para mi tener que socializar con alguien tan extrovertido como tú— hice una pausa. —Sólo tendlo en cuenta— descendí el tono de voz.

Jongin no se marchó, se quedó allí y terminamos juntos el trabajo. Volvimos a casa juntos hablando de cosas comunes, al menos fue un momento agradable.

—Hasta mañana.

—¿Te gustaría tomar algo en mi casa?— pregunté un poco nerviosa, realmente nunca había tenido amigos así que tampoco sabía si me estaba precipitando.

—Quizás tus padres le molestaría que un chico desconocido entrase en casa.

—Vivo sola.

—Oh..., entiendo ahora tu carácter independiente.

Sonreí torpemente, tampoco quería decir que habían fallecido. Él aceptó la oportunidad. Una vez adentro fui al dormitorio y dejé la maleta ahí, luego fui a la cocina a por un refresco y una vez en el salón, se lo entregué.

—Oye, tienes una casa bastante estética— aceptó la bebida, estaba mirando algunas fotografías.

—Lo sé, tengo un buen gusto selectivo.

Él sonrió. —Pronto será de noche así que me tendré que ir pronto, también vivo solo, ¿sabes?—

—Ya veo…— se me ocurrió una patética decisión. —Si quieres podemos ver alguna película, al fin y al cabo es viernes—

—No estaría mal.

Después de aquello comenzamos a ver  una película de terror en el sofá y sinceramente me ayudó a socializarme más. A veces le miraba con cierto disimulo pues no había tenido la oportunidad de hacerlo antes, otras veces el disimulo desaparecía cuando bromeabamos sobre la película aún siendo de terror.

Había anochecido hace un tiempo, y estaba oscuro tanto dentro como fuera.

—¿Te gusta la oscuridad?— susurró mirándome, desviando su mirada hacia mis labios durante unos breves segundos.

—Es algo que me trae sin cuidado.

Le miré después de decir aquello, percatandome de la cercanía. Ambos nos miramos guardando silencio hasta que se acercó a mi, atreviendose a unir sus labios contra míos sin previo aviso, lo hacía con suma delicadeza y fluidez.