Capítulo 24

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Tardó alrededor de media hora en llegar al aeropuerto, bajó rápidamente del taxi y pagó lo que le debía, además, le agradeció a la mujer. Casi corriendo fue a comprar el billete para el avión; al ser algo precipitado estaba segura que saldría más caro de lo normal, pero le daba exactamente igual.

Esperó 2 horas allí, hasta que finalmente llegó su turno. No estaba demasiado lejos, pero tampoco estaba tan cerca. Cuando estaba en el avión lloró varias veces, se sentía muy mal, sucia y engañada..., ¿cómo pudo Baekhyun hacer algo semejante? ¿Y Sehun? ¿Todo eran mentiras? ¿Realmente todo fue por dinero? Después de varias horas de vuelo, llegó al aeropuerto de la ciudad en la que vivió por mucho tiempo. Su casa aún estaba ahí, la había dejado en alquiler, pero no recibió la llamada de nadie, así que se llevaría ahí un tiempo, hasta sentirse con fuerzas, aunque fuesen días.

Llevaba una maleta grande a ruedas, una pequeña maleta que descansaba encima de la grande y un bolso que colgaba de su hombro. El sol estaba apunto de desaparecer, era la hora en la que todo estaba bañado en oro. El silencio del vecindario no había cambiado lo más mínimo, lo que provocó una leve sonrisa en aquel triste rostro; tenía el contorno de los ojos rojizos de haber llorado tanto en tan poco tiempo. Caminaba con tranquilidad, miraba sus pies y luego el cielo..., era precioso en ese momento.

Descendió la mirada en el momento que supo que estaba cerca de su casa, pero entonces, justo en ese instante su cuerpo se inmovilizó. No respondía. Divisó una figura masculina ya conocida, estaba frente su casa, mirándola con las manos metidas en los bolsillos, dejando un rastro de su propia sombra en el suelo. Ella lo vio de perfil, y la delató el sonido que hizo la rueda de su maleta al detenerse en seco. Él giró su cabeza hacia la zona proveniente y quedó tan estático como ella en el momento que ambos contactaron visualmente.

Él reaccionó a tiempo y caminó a paso rápido hacia ella, y sin más preámbulos la acogió entre sus brazos. Él mantenía la mirada al frente mientras que ella descansaba medio rostro sobre su pecho. Era él, Jongin. En cuestión de segundos, reprimió el llanto y lo empujó hacia atrás, pero Jongin volvió a abrazarla..., lo empujó varias veces hasta que él mismo se dio por vencido. (__) corrió hacia su antiguo hogar y se detuvo enfrente de la puerta para coger el llavero; el 20% eran llaves, entre ellas estaba la de su antiguo hogar, por alguna razón siempre lo llevaba con el resto..., el 80% eran decoraciones.

Abrió la puerta y entró rápidamente. Después de cerrar, apoyó la espalda en la puerta y descargó todo lo que había reprimido desde entonces. Lloraba desconsoladamente. Por otra parte, Jongin se echó las manos a la cabeza y suspiró varias veces. Caminó en silencio hacia plantarse frente la puerta de la casa ajena y posó la palma de la mano sobre ésta. Aún estando detrás de la puerta podía oír cuánto lloraba.

Esperó hasta dejar de oír su llanto.

(__) se había quedado dormida sentada en el suelo y apoyada contra la puerta. Cuando despertó, ni siquiera era consciente de donde estaba y mucho menos la hora. Lo único que sabía con seguridad es que le dolían los músculos por la mala postura. Buscó perezosamente su móvil y miró la hora..., eran las seis de la mañana. Se levantó a dura penas, sentía sus ojos un poco hinchados y tenía frío. El haber dormido en el suelo en una casa que no se habitaba desde el siglo I empezaba a tomar factura.

Fue directamente al baño para echarse agua fresca en la cara, se cambió de ropa y se aseó un poco. Ahora se sentía más cómoda que antes. No había cenado y tampoco había desayunado..., pero aún así se dispuso a limpiar a fondo la casa. Terminó alrededor de las ocho y media. Descansó un poco y a las nueve salió del hogar para comprar algo para comer.

Aún sentía escalofríos a causa del frío que había pasado por la noche, pero no lo tomó en cuenta. En el momento que salió de su casa, pudo ver sin dificultad el hogar de Jongin..., aún todo le resulta confuso. ¿Qué hacía allí? ¿Por qué estaba mirando su casa? (__) optó por enviar a la papelera esos pensamientos absurdos y fue a comprar. Se llevó toda la mañana fuera hasta la hora de almorzar, cuando volvía a su casa sentía que con cada paso su cuerpo se debilitaba.

Aún así siguió caminando como pudo y cargada con bolsas. Incluso fue víctima de varios leves mareos. Pero claro, su cuerpo llegó al límite. Sus piernas no resistieron mucho más y poco a poco la vista iba nublandose hasta el punto en el que su cuerpo desconectó por completo.

Se había desmayado en medio de la calle. Las bolsas cayeron y algunas cosas salieron de éstas a causa del impacto.

(__) abrió lentamente los ojos, estaba completamente desorientada hasta que su vista enfocó y vio que estaba en..., ¿una sala de hospital? ¿Cómo había llegado hasta ahí? Su reciente pregunta se respondió sola en el momento en el que vio a Jongin sentado a su lado. (__) intentó levantarse pero éste se lo impidió.

-Hey, hey- inició. -No hagas más esfuerzo, cuando salí a almorzar te vi tirada en el suelo y llamé rápidamente a la ambulancia- suspiró un poco inquieto. -¿Cómo te encuentras?-

(__) le volvió la cara. -Vete-

Jongin se levantó y se marchó de la sala; allí sólo habían dos pacientes, ella y una señora mayor, por lo que se veía a simple vista tenía una pierna rota. La señora miró a (__).

-Chica, tu novio ha estado todo el día sentado ahí, me dio una conversación muy amable mientras esperaba tu recuperación- comentó simpática.

Ella suspiró. -Ya está anocheciendo- murmuró dejando pasar la conversación.

De repente, Jongin volvió a entrar en la sala, llevaba un pequeño carrito con comida. Se acercó a la anciana y ésta le agradeció, y por último se acercó a (__). Ella estaba mirando por la ventaba, por lo que pensó que sería algún enfermero o enfermera.

-(__), tienes que comer. El médico dijo que te habías desmayado por falta de alimento e incluso tenías un poco de fiebre-

Ella le miró frunciendo el ceño y los labios mientras veía cómo se sentaba a su lado con el plato. -¿Quieres que vomite?- dijo mientras se sentaba. —La comida del hospital no me gusta y mucho menos si estás tú presente— añadió.

—Puedo ir a comprar otra cosa— sugirió.

—Sí, hazme ese favor.

Jongin dejó el plato sobre el carrito y se marchó decidido a comprarle otro tipo de comida. Sin embargo, (__) aprovechó para comerse la comida del hospital y durmió en su ausencia. Para cuando Jongin volvió con una bolsa llena de comida, (__) estaba dormida. Jongin dejó la bolsa sobre una mesilla cercana a ella y se marchó con el carrito.

Por el pasillo de encontró con el médico que la atendió, así que Jongin aprovechó y le preguntó cuándo podría volver a casa. Éste le facilitó la duda con un simple: "Mañana temprano estará como una rosa".

EL DESASTRE DE MI VIDA | Kai y tu | 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora