Desperté un poco temprano para un domingo, son las siete de la mañana, solo desperté, mi cuerpo aún sigue bajo las cobijas, aquí es mi lugar seguro, de hoy en adelante será así, mi cama y yo, nada más. Tal vez debería salir a correr de nuevo y volver para el desayuno, ayer escuche decir a mama que hoy iríamos al centro comercial a comprar un par de cosas y desayunaríamos fuera. Un ligero ding me saca de mis ensoñaciones, he ahí el motivo por el cual desperté temprano en pleno domingo.
―Que quieres de mi pequeño demonio— Susurro para mí misma.
Son mensajes, eso sin contar las llamadas perdidas, supongo que estaba tan dormida que ni siquiera lo escuche sonar. Sé que debería contestar, pero no quiero hacerlo, no quiero empezar el día sintiéndome miserable por extrañar a mis amigos, lo dejare para después de ir a correr. Me levanto y me dirijo al closet, escojo ropa y zapatos deportivos, sujeto mi cabello y salgo escaleras abajo, al bajar me encuentro con mi mama en la sala.
―Hola mama ― Digo tomando el pomo de la puerta
―Hola, ¿saldrás de nuevo?
― Solo saldré a correr
―De acuerdo, vuelve a tiempo para que te arregles y podamos irnos, ¿me escuchaste?
―Sí, adiós mama
Salgo de casa comienzo a correr directo al parque, me gusta correr a esta hora, no hay personas en la acera, bueno no demasiadas, aún es temprano y además es domingo. Continúo corriendo y no me detengo hasta darle una vuelta completa al parque. Me detengo junto a un árbol, pongo mis manos en mis rodillas y comienzo a tomar aire, creo que es hora de volver a casa, no quiero hacer esperar a mama, solo espero unos minutos hasta que mi respiración deje de ser tan entrecortada y emprendo el camino de regreso a casa.
Llego a casa, saludo a mama y papa mientras subo la escalera. Entro a mi cuarto y directamente me voy a la ducha, minutos después salgo y comienzo arreglarme, mi arreglo consiste básicamente en un short y una blusa holgada y unos tenis. No había mucho que arreglar, me sentía cómoda conmigo misma, lo suficiente como para no usar maquillaje y mostrar algunas partes de mi cuerpo, sinceramente siempre me pareció estúpido que las chicas tuvieran que vestirse como si fueran símbolos sexuales para llamar la atención de un chico que no vale la pena.
Me sorprendí al ver que fui la primera en bajar, minutos después bajo Noah, ayer estuve tan absorta en mi misma que olvide que existía, después de todo también soy una pésima hermana, me enfoque solo en lo que yo sentía, pero nunca me puse a pensar que él podría estar igual o peor.
―Hola― Eso fue lo único que se me ocurrió
―Hola, ¿Cómo te sientes respecto a eso? ― Decidí preguntarle de una vez por todas
― Trato de pensar positivamente, he leído que tienen un excelente equipo de futbol americano.
― Entonces mientras exista el futbol americano serás feliz ― digo soltando una pequeña carcajada
― ¿Y tú, como te sientes? ― Pregunto mirándome fijamente
― La verdad, no sé cómo debería sentirme, creo que tendré algo que decir al respecto cuando haya pasado la primera semana en la escuela y sepa lo que en realidad significa estar aquí. ― dije siendo realmente sincera
― Sabes que cuando me necesites estaré para ti ― dijo dándome un abrazo
― lo se
***
El centro comercial de la ciudad era lindo y espacioso, la gente iba y venía, papa nos llevó a un café, el mejor de la ciudad según los contactos de papa, y por contactos me refiero al guardia de seguridad al que le pregunto dónde podría tomar un buen café.
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ESO Y MAS...
Genç Kurgu-¿Qué es el amor? -No tengo ni la menor idea. -¿Entonces cómo puedes saber que le amas? -No lo sé, solo lo hago.