[...]
Para: Uchiha, Sarada
De: Sin remitente
Sé que no me conoces, pero yo sí a ti.
Y por eso te envío estas cartas.
Juro que no soy ningún acosador.
Solo quiero que sepas una cosa:
Me gustas, Uchiha Sarada.
[...]
- - - - -
La primera vez que recibió la carta imaginó que se trataba de una broma pesada de algunos de sus compañeros de clases. No conocía a nadie que hubiera osado confesarse ni fijarse en ella, ¿por qué lo harían? Ella solo era la chica más responsable del curso, hija del director del colegio privado de Tokio y para colmo, la más extraña en cuanto a gustos. Sus dos amigas más leales, Chouchou y Sumire, sabían que su personalidad hacía que los chicos no se fijaran en ella. Y creyó que no le importaría hasta que empezó a tomarse en serio esas cartas. El día que recibió la primera carta, se había quedado dormida en el inicio de clases después de las vacaciones de invierno. Ya había pasado año nuevo y retomaban las clases como de costumbre.
-¡Sarada, ve a recoger las cartas!-gritó su madre, que estaba atendiendo unos asuntos en el teléfono.
-¡Ya voy!-le contestó y bajó las escaleras para así abrir la puerta. Sus piernas se congelaron por el viento que soplaba-. Demonios, qué frío.
El uniforme de la escuela era abrigado y en especial su hermoso camperón rojo, sin embargo, la temperatura de hoy la estaba matando. Corrió hasta el buzón y se preguntó por qué todavía enviaban boletas impresas en vez de hacerlo por correo electrónico. Suspiró y sacó las cartas. Algunas eran de los servicios. Una de ellas le llamó la atención: un sobre rojo con letra prolija y a mano. ¿Qué era esto? ¿Una carta de amor? Se burló de sí. Entró para dejar las boletas y se dio cuenta que la carta iba dirigida a ella. Abrió los ojos como platos.
-¿Quién enviaría una carta de amor a mi buzón?-se preguntó extrañada-. Quizá solo es una broma pesada.
Pensó que lo mejor sería releerla al regresar y sacar sus conclusiones, sin embargo, le preguntaría a sus compañeros quién había sido el idiota de enviarle una carta así. No era gracioso y sin dudas no estaba dispuesta a tolerarlo una segunda vez. Aunque mucho la odiaran por su personalidad, eso no significaba que tenía que aceptar que los demás se burlaran de ella. Al menos en eso pensaba de camino hasta el colegio. Sarada trabajaba en un café literario que administraba un conocido de sus padres. Por la mañana iba al colegio y por la tarde trabajaba en el café. En ese tiempo aprovechaba para leer y sacar las mejores experiencias en los libros de sagas románticas, misterio y también de ciencias. La enorme estantería estaba repleta de libros de toda índole y era ideal para cualquier tipo de lector. No importaba su edad o su género.
Recibió un mensaje de Chouchou avisándole que se apresurara porque estaba tardando y tenía frío. Ellas siempre se reencontraban frente al café donde trabajaba y de allí caminaban juntas hasta el colegio. En el camino conversaron sobre chicos, en especial Chouchou, quien no dejaba de hablarle sobre el nuevo dorama coreano que estaba viendo y su amiga se reía por cada mala imitación en las escenas románticas. Admitía que no le gustaban tanto, solo que era divertido escucharla hablar o quejarse cuando una historia terminaba con final triste. Que en general eran todos los que ella veía. No se cansaba de ver finales tristes.
-Lo bueno de las historias ficticias es que nunca pasa en la vida real-comentó con entusiasmo.
-Tienes razón-suspiró-. Aunque no estaría mal que nos pase algo romántico, ¿no crees?
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Prohibido Olvidarte ( BoruSara )
Fanfiction《"Prohibido Olvidarte" Eso fue lo que me grabé en la memoria... Y me prometí tenerte a mi lado una vez más... Porque no soporto que estés lejos.... Por favor, no te olvides de mi... 》 - - - - Sarada recibe cartas de un desconocido, el cual no so...