Parte Once : Pérdidas

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Sabía que no sería bienvenida. En especial por Himawari a quien no veía desde que dejó el bar literario. Eso no le importaba ahora. Quería retomar la relación con Boruto y lo haría desde el inicio. Se daría la oportunidad de conocerlo. Quería conocerlo. Ansiaba saber todo sobre él. Así como, al parecer, él sabía todo sobre ella. Para eso necesitaría acercarse e intentar dialogar. El hecho de que no la recordaba ayudaba, ¿lo hacía? En verdad no. Era más problemático y sería complicado. Tampoco era un impedimento. Conocería al verdadero Uzumaki Boruto.

Caminó con pasos seguros por el extenso pasillo. Boruto todavía no salía de las rehabilitaciones. Y no lo haría. Porque comprobó que al llegar, seguía atado al aparato artificial, seguía necesitando de esas maquinarias para sobrevivir. Porque era un sobreviviente. No imaginó qué clase de accidente tuvo. El rubio seguía recostado sobre su cama, algo distraído, sin saber dónde estaba. Era obvio. Sufría de amnesia. Y su personalidad era incluso más tranquila. ¿Quedaba bien ingresar y saludarlo?

Su madre siempre decía que los pacientes con amnesia eran algo delicados. Suspiró. Lo miró detrás del vidrio. Lucía apagado. ¿Cómo era en sus días normales? Sentía curiosidad de saber cómo era. Si era como se describía en las cartas. ¿Era vergonzoso? No tenía idea. Ni siquiera conocía a ese chico. Al verlo que estaba solo, almorzando, sintió pena. Su corazón se aceleró de golpe. Un médico la tomó por sorpresa:

-¿Eres pariente del muchacho?-indagó el hombre con bata blanca.

-Oh, no, no-aclaró nerviosa-. Solo una conocida. ¿Puedo...pasar?-sintió pena.

-Claro. Sus familiares vendrán en breve.

Debo ser rápida, pensó al saber que Himawari no quisiera verla. Volteó hacia el rubio. Hizo unos cálculos. Tenía una hora para poder estar con él antes de que llegue su familia. Tiempo suficiente para poder charlar con él. En sus manos llevaba el libro de Kakashi. Sería el intermedio para encontrar un tema de conversación. No sabía si funcionaría. Suspiró. ¿Cómo debía iniciar la conversación? El médico se retiró dejándola sola.

Pensó. ¿Cómo debía hablar con él? No la conocía. Tenía que encontrar una excusa para entrar y hablar con él. ¿Si le decía que trabajaba como asistente o algo así? No, no podía mentir. Dejó escapar un suspiro de resignación y el teléfono resonó, el sonido retumbó en el pasillo, haciendo que el rubio se alarmara.

¡Demonios! Maldijo avergonzada. Era un mensaje de Chouchou:

De: Chouchou

¿Estás libre? Quiero que vayamos a probar el nuevo helado en el MC

-¿Eres una enfermera?-preguntó el rubio desde adentro. Casi no lo escuchó. Dio un respingo y se mostró nerviosa. Se movió inquieta.

Boruto quedó perplejo y acto seguido se echó a reír. ¿Qué le causaba tanta risa? No era gracioso. Para nada. Su rostro estaba rojo como un tomate. El achinó sus ojos y le enseñó una sonrisa pícara:

-No sabía que había enfermeras acosadoras-bromeó. ¿En serio?

Ese comentario dejaba claro que no la recordaba. Ni un poco. Sintió una horrible punzada en su pecho. Le dolía que no sintiera nada. Que no recordara nada. Seguía echándose la culpa de su desgracia. Sacudió la cabeza. No había tiempo para preocuparse por eso. Su vida pendía de un hilo y necesitaba aprovechar todos los momentos con él. O sino se sentiría arrepentida toda su condenada vida. Calmó sus nervios y abrió a puerta, tímida.

-En realidad soy la hija de tu doctora-mencionó casi en susurro. Como si le dijera lo más vergonzoso en su vida. El arqueó una ceja. Confundido.

Prohibido Olvidarte ( BoruSara )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora