Prohibido Olvidarte ( BoruSara )

Parte Seis : Posibles pistas

De: Sin remitente

Odias los tomates.

Es gracioso ¿sabes?

También odias los picantes. Creo que no nos llevaríamos bien por ese pequeño detalle.

En realidad hay muchos.

Amas el café, en especial los días de lluvia.

Te encantan las películas románticas.

No entiendo por qué quieres ver tantos dramas amorosos. En mi opinión, prefiero las películas de acción. Son más entretenidas.

¿Sabes? Creo que no podríamos tener una cita en el cine. Nunca nos pondríamos de acuerdo.

Sarada, quiero besarte. ¿Y tu?

Dime que tu corazón se acelera cuando lees mis cartas.

Te haré la mujer más feliz del universo.

Las cartas del chico misterioso comenzaron a ser un poco más largas. Y se daba cuenta que, por lo que decía, de verdad la conocía demasiado. La teoría de que era Akihito empezaba a afianzarse. Era el único que la conocía en profundidad. De lo contrario, ¿quién más lo haría? ¿Cómo era posible que supiera tanto sobre ella sin conocerla? Las dudas la estaban matando. Ya estaba cansándose de no saber nada sobre él. La poca descripción que tenía sobre él no ayudaba en nada. ¿A cuál colegio iba? ¿Era castaño, pelinegro o rubio? ¿Era más alto que ella? No daba ningún dato sobre su físico y eso la estaba impacientando. Suspiró. Quería conocerlo también. Y conocer su nombre. Eso resolvería todo.

-Sarada, ¿crees que puedas hacer el papel de la protagonista?

-¿Romeo y Julieta?-leyó el título del guión. Levantó la mirada sin poder creerlo. Lo soltó y se cruzó de brazos-. Ni lo sueñes, Sumire. No soy buena actriz y esa obra me parece demasiado cliché. ¿No puedes escribir algo original?

-Es que...-tartamudeó-. No tenemos tiempo. En dos semanas no me alcanzará para escribir algo y ustedes sepan el guión. Esta es una novela que ya hemos leído a principio de año y conocen la historia-argumentó y juntó sus manos en señal de súplica-. Por favor, te quedaría perfecto el papel de Julieta.

-¿Y quién será Romeo? ¿Inojin? ¿Shikadai?

-Natsu-señaló tímida hacia el peliverde.

No podía creerlo. El chico más tímido del curso, ¿sería Romeo? ¿Era una broma? La miró de reojo sin saber si debía creerle o no. ¿Ser la Julieta de Natsu? Sacudió la cabeza. Claro que no. En todo caso, sería diferente, sí el fuera el chico de las cartas; pero era evidente que no lo era y tampoco quería besar a cualquiera. Porque seguro besaría a alguien. Suspiró. Ni siquiera quería participar de la obra. Prefería ayudar con el vestuario.

-¿Por qué no puedes ser tu?-preguntó cansada.

-Porque yo hago todo lo más importante-se defendió-. Solo será una vez. Y este es nuestro último año. ¡Por favor, Sarada!-rogó.

Sarada resopló. No podía negarle a su amiga ser partícipe de algo así. No quería sonar a la amiga amargada ni a la aburrida del curso. Solo que no era algo que de verdad le interesara. ¿Ser protagonista de una obra tan popular? Era tedioso trabajar y encima ocuparse de la obra de teatro. Sin poder decirle que no y para que dejara de insistir, aceptó su propuesta. En el fondo hubiera querido que Sumire no la mirara con ojos de súplica. Conocía a su amiga. Cualquier chico caía ante su mirada y las mujeres también contaban. Estaba por relajarse en su escritorio y continuar leyendo las cartas, cuando Chouchou la sorprendió, gritándole.