Capítulo 41: El adiós de la ballena

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A la mañana siguiente en casa de los Señores Cabello


―Mmmmm Lern amor...―Camila aún no abría sus ojos y aun así, no le era necesario hacerlo para saber que su novia estaba mucho más que entusiasmada esperando a que ella despertara. Algo duro y enorme la tocaba desde atrás― Mmmm... Lauren... cariño... Tienes que tratar de calmarte...―Aunque la morena tenía que admitir que le gustaba poner a su ojiverde así, aun su cuerpo no se había recuperado del todo de su última sesión con la ojiverde― Lauren... amor... Recuerda que Molly está durmiendo con nosotras ―Camila alcanzó a abrir un ojo para ver a una desparramada pequeña ojiverde durmiendo como si fuera la dueña de la cama. Por más que sus ojos volvieron a cerrarse, una sonrisa se dibujó en la morena al ver a su pequeña con un dedo de su mano en su boca mientras que con la mano libre acogotaba a su maltratado conejo celeste. Camila respiró hondo en señal de paz, parecía que todo estaba en orden, tal cual le gustaba a ella. Inclusive la enorme erección de Lauren en su trasero le parecía normal y hasta decidió sentirla un rato más― Mmm amor, vas a hacer que termine siendo adicta a despertar así ―le susurró a la ojiverde.

―Me voy a terminar acostumbrando y después vas a tener que hacer un esfuerzo para mantenerla así todas las mañanas ―Camila rio de su propio comentario, para Lauren eso no era ningún problema, la ojiverde siempre estaba lista, era como un Boy scout "siempre lista"

Camila escuchó un "plop" y abrió despacio los ojos, Molly había soltado su dedo y eso quería decir que estaba pronta a despertarse, por ende Camila se tenía que ir preparando mentalmente para comenzar el día. Cerró los ojos para terminar de recargar sus energías, energías que la pequeña ojiverde y la enorme ojiverde que tenía en este momento, en su cama se encargaban de gastar. La morena suspiró y le agradeció a Dios que le hubiera dado una hija como Maia que ayudaba a reestablecer su equilibrio a diferencia de Molly, Maia era más inteligente que los niños de su edad, aprendía rápido y no le costaba para nada seguir órdenes. Más bien, Camila tenía que admitirlo, a la pequeña Ojimarron le sentaba tan bien como a ella dar las órdenes. Ordenes que por supuesto a Lauren y a Molly les costaba seguir y encima de todo encontraban sumamente divertido desacatarlas para el enojo de las Ojimarrones.

Camila abrío los ojos y miró al conejo celeste que las acompañaba en la cama. El peluche era el ejemplo perfecto para lo que Camila quería explicar. La noche anterior cuando Ariana Grande había dejado a la pequeña familia en su casa, Maia estaba completamente dormida en su impecable y sin una arruga vestido. A Lauren no le costó nada ponerla a dormir en su cama de la habitación que la pequeña compartía con Sophie y con su hermana, para cuando la ojiverde y la morena terminaron de ponerle el pijama a Maia y de darle el beso de las buenas noches a Maia para poder dedicarse a Molly, se dieron cuenta que la pequeña no se había quedado donde Camila la dejó.

No fue hasta que Camila revisó su celular y encontró un mensaje de su madre diciéndole que fuera urgente para su habitación que se encontró con una entusiasmada y totalmente llena de chocolate Molly, contándole a sus dos abuelos absolutamente todo lo que había hecho en la cena, incluida la parte de la desnudez e incluida la parte en que una vez vestida con otra ropa, la pequeña agarró el postre de Ariana que consistía en un exquisito helado de chocolate bañado en licor de avellana y se encargó de no dejar parte de su última prenda de ropa sin manchar. Sinu y Alejandro se reían a carcajadas cuando la pequeña decía "nuda" "choco" y "Maa", y las risas incrementaron aún más cuando Camila agarró a la pequeña y se la llevó no sin antes dejar que le tirara un par de besos a sus "nonos". Pero eso no fue todo, cuando Camila cometió el terrible error de entregarle a Molly a la ojiverde para que fuera dándole un baño mientras ella le buscaba la ropa para dormir, Camila se encontró con que no solo Molly había huido de su novia como siempre, si no que esta vez no había huido hacia sus brazos, sino más bien, hacía otro brazos. Lauren y Camila encontraron a Molly desnuda y muy acurrucada entre Clara y Michael contándole exactamente lo mismo que le había contado a sus otros abuelos. Y a pesar de que la empresaria encontró adorable que, al igual que su novia, Molly compartiera el mismo sentido de justicia y lo que le cuenta a unos abuelos, se lo tuviera que contar a los otros, la morena no demoró en agarrar a la pequeña y llevarla al baño ella misma no sin antes dejar que bajo protesta la pequeña se despidiera de los señores Morgado de la misma forma que lo hizo con sus padres.

Soy Para Ti (Camren G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora