THE WALKING DEAD (Larry Stylinson)

Capítulo V: Pesadillas

Capítulo cinco: Pesadillas 

Puto Harry, como podía ser tan asqueroso, y tan repulsivo a la vez.

Había tocado a Lottie, a mi hermana, se iba a cagar.

Vamos que si se va a  cagar.

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Podía verle, se veía limpio y virgen, era como un bebe, dulce y débil, sus ojos grisáceos  brillaban con un brillo espectacular, su sonrisa me hipnotizaba, era perfecto.

- Harry, ¿Por qué me miras así? 

- Pienso que eres muy guapo.

- ¿Yo? - rió - Tu eres mas guapo que yo.

Sonreí y suspire.

- Hasta en el hospital vestido con una leve tela eres perfecto Austin, ojala te recuperes pronto bebé.

- Lo haré, soy fuerte.

- Lo sé.

Me acerqué a sus labios y los besé dulcemente.

Pero algo me alertó.

Un disparo.

Me giré y observé la puerta de la habitación del hospital, seguía cerrada.

Di un leve apretón en la mano de mi prometido y me acerqué a la puerta.

El seguía mirándome, le sonreí.

Abrí la puerta y la cerré detrás de mi, dejando a mi prometido desprotegido.

Andé por el pasillo blanco hasta que me costaba.

En el suelo había sangre, me quedé petrificado mirando el suelo, ahora rojo.

Seguí el rastro con la mirada hasta llegar a un pasillo sin salida del hospital, unos hombres, que parecían enfermeros estaban disparando a otros hombres que chillaban y gemian.

Pero no eran hombres.

Asustado volví corriendo hasta la habitación de Agustín, lágrimas caían por mis ojos, al observar que su puerta estaba abierta.

Entré, y allí estaba Austin, o al menos su cuerpo.

Le habían disparado.

Caí de rodillas y me quedé observándolo, destrozado.

Estaba muerto joder.

Ahora todo iba a cámara lenta, veía como Austin se desangraba en frente mio, como el pitido ensordecedor de la maquina que media sus latidos molestaba a mis tímpanos.

Unas manos agarraron mis hombros, pero a mi me daba ya igual.

Le había perdido.

- ¡Hombre, ven, ven, sal de aquí! ¡Vendran a por ti!

Me giré, y miré los ojos del rubio que me estaba ofreciendo la salvación.