16.Ducha

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Hecho mi cabeza hacia atrás, recorriéndola en el hombro de Aidan- que detrás de mi masajeando mis hombros. Estamos en la inmensa tina del hotel tomando un baño de burbujas.

Siento los húmedos labios en mi cuello y gimo de placer arqueandome contra su cuerpo desnudó y siento como sus músculos se tensan, su piel hierve, sus latidos se aceleran y se excita.

-Pensé que te gustaría descansar antes de ponernos en acción -dijo en mi oído.

Sonreí

-Estoy cansada de esperar- dije y me separe de el para poder girar mi cuerpo quedando frente al suyo, apoye mis piernas a cada lado de sus caderas y pegue mi cuerpo al suyo, rodeando su cuello con los brazos -Y creó que tu también- dije en sus labios y lo atraje hacia mi para besarlo, sus labios se juntaron con los míos, estaban húmedos por el vapor, el beso era exigente, fuerte y muy excitante.

Aidan bajo sus manos hasta mi cabeza y soltó mi cabello, luego acarició mis hombros y bajo hasta mis pechos.

Comenzó a apretarlos, gemí. Mis pechos se sintieron más pesados y mis pezones se pusieron duros, sentía una oleada de calor en ni vientre, Aidan siguió con su deliciosa tortura hasta que ni cuerpo se tenso y ni sangre v parecía hierro hirviendo bombeando por ni cuerpo cuando llegue al orgasmo.

Metí una de mis malos en el agua y busque el miembro de Aidan, que se tensaba bajo mi, lo masajee desde la raíz hasta la punta mientras veía a Aidan retorcerse de placer, su cara reflejaba todo el placer que lo recorría, apresure mi ritmo, masturbandolo cada vez más rápido, su respiración se agitó y sentí cuando llegó al orgasmo y el caliente semen salió de su miembro.

Aidan me atrajo hacia el, aún agitado y recuperó su normalidad en unos segundos, después me tomó de las caderas me penetró, dejándome arriba, gemí y me quede quieta un momento, era enorme, impulsándome al orgasmo, cuando me tranquilice comencé a moverme de arriba a bajo, sacando y metiéndolo, Aidan gruñó de placer y tomó mis caderas marcando un ritmo.

Sentí el delicioso calor dentro de mi, la pasión era cada vez más fuerte, mordí mi labio una vez senti el abrasador órgano que se aproximaba, Aidan lo sentía también, al parecer, ya que dio envestidas cada vez más fuertes, gruñó y mientras los dos alcanzábamos el orgasmo sentí como el caliente semen se adentraba en mi.

El Contrato PrenupsialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora