35. Papá.

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-Me alegra que estés aquí -abrazo a Jason mientras un par de lágrimas escuecen mis ojos.-Esta tan mal... Cuando lo encontramos, él no reconocía a nadie. -digo mientras mi voz tiembla y se corta.

Jason se separa un poco de mi para mostrarme sus ojos verdes iguales a los míos llenos de preocupación.

-¿Estas sola?.

-No, estaba con Aidan. Fue a traerme una traza de café.-le digo y me abrazo a mi misma -Madison fue a tomar una ducha a casa. Estamos turnandonos.

-Esta bien, puedo quedarme aquí si quieres, ve a descansar-me dice sobando mi brazo.

-No, está bien. No estoy cansada, tu ve a casa y descansa del viaje. Yo iré en la mañana.-le insisto.

-¿Estas segura? No me importaría quedarme. -me anima.

-Ve, descansa. Mañana iré yo. -me digo y le doy una medía sonrisa- llamaré a casa si algo sucede.

-Esta bien, te quiero. -dice y me da un beso en la mejilla.

-Yo también te quiero -le digo y lo abrazo unos segundos.

Jason sale del corredor de urgencias y yo me dedicó a sentarme en una de las sillas, esperando por algún doctor.

Aidan aparece por el pasillo y se acerca con dos tazas de café, me tiende una y la tomó, luego se sienta.

-Gracias-le agradezco mientras suspiro.

Pasa un brazo a mi alrededor y undo mi cabeza en su hombro. Será una larga noche.

* * *

Despierto con el sonido de un parlante llamando a los doctores, siento el pecho de Aidan bajo mi cabeza, me reconocible m recompongo inmediatamente.

-¿Han dicho algo?-pregunto y miro la luz solar que entra por la ventana -¿Que hora es?.

-Tranquila, la enfermera dijo que el doctor hablaría contigo en unos minutos y Madison llamó para decir que venía de camino, no debe tardar.-Asiento con la cabeza y me pego de nuevo a su pecho.

-Estará bien -intenta animarme.

Pasamos así unos minutos, Aidan pasando su mano por mi espalda y yo sin tener como agradecer todo lo que había hecho por mi.

Después de unos segundos Madison y Jason entran en la sala de espera. Me levanto inmediatamente y los abrazo, Aidan los saluda igual.

-Luce como si no hubieras dormido en toda la noche -dice Madison viendo a Aidan.

Antes de poder decir algo más, un hombre un poco mayor de edad con el uniforme de doctor se asoma por la sala.

-¿Familiares del Señor Dwyer?-pregunta, todos nos acercamos de inmediato.

-Somos sus hijos -dice Madison- Y el es su yerno.

Entrelazó la mano de Aidan con la mía para hacerlo sentir menos incómodo.

-Esta bien, creó que deberíamos hablar. La situación del Señor Dwyer es estable, el golpe en la cabeza no fue algo realmente grave, pero el trauma que causo la bañera al impactar con su cabeza ha creado un avance temprano en su Alzheimer.

Siento mi corazón detenerse con un fuerte dolor.

-Lo siento, ¿dijo Alzheimer? Mi padre no sufre de Alzheimer. -interviene Jason.

La expresión del doctor endureció de momento y pude ver en sus ojos la pena.

-Lo siento mucho, es difícil de explicar. Su padre tiene la enfermedad de Alzheimer de manera temprana, el golpe lo ha desarrollado bruscamente. Se que debe ser duró para ustedes, pero deben estar listos, ha perdido conocimientos básicos como escribir, algunos nombres, identidades, lugares... Habrá días buenos, malos y debe tener un cuidado especial.

Madison comienza a llorar, Jason y yo sólo nos podemos quedar pasmados, estáticos y Aidan mira y espera atento a obtener mi reacción.

-Les daré un minuto, si tienen alguna duda, podrán preguntarme -dice el doctor bastante incómodo y se retira a recepción.

Mis ojos se conectan con mis de Aidan después de ver a mis hermanos y me sujeto a el en un abrazo, esperando que todo lo demás se disuelva.

El me envuelve en sus brazos con fuerza, haciéndome sentir protegida: y por primera vez desde hace meses, lloro. No hago sonido alguno, sólo siento como mi rostro arde y caen lágrimas cálidas por mis mejillas.

Estuve así unos minutos.

-No quiero perderlo, es mi padre. -digo con un tenue dolor en mi pecho.

-Le daremos el mejor cuidado, es un hombre digno y así será tratado -dijo el leyendo mis pensamientos: no podía dejarlo, el era mi padre y un asilo sonaba fatal.

-No lo se, creó que yo debería ser quien se encargue de el. -dije esta vez viendo a Mad y Jason.-Tú tienes una familia, Jas, no puedo esperar que tu tiempo se vea afectado. Papá necesitará muchos cuidados, y Mad necesita terminar de estudiar, tampoco puedo aceptar ese uso de tu tiempo. Yo me quedaré aquí, con el. Conseguiré alguna enfermera y pasaré el día con él.

Ellos sabían que era la mejor opción. Entonces sólo me abrazaron. Pero había alguien que me preocupaba: Aidan.

No sabía si volvería a Inglaterra o Nueva York o se quedaría conmigo.

Aidan tomó mi mano y me llevó a un lugar más privado.

Supongo que se preguntaba lo mismo que yo.

-Podemos conseguir una casa, algo cerca de la de tu padre. Iré a trabajar a la ciudad y para cuando vuelva en la noche, tu podrás dejar a tu padre con la enfermera y pasaremos tiempo juntos.

No se si fueron sus palabras o el sacrificio que suponían pero me sentía feliz de tener a alguien que me amara lo suficiente para quedar atrapado conmigo en mi peor pesadilla: el pueblo del que tanto intentaba huir, cuidando de la maltratada alma de mi padre, que estaba siendo alcanzada por el tiempo y el olvido.

Besé a Aidan, por quedarse conmigo, por aceptar esta enorme carga. Sabía que iba a ser una adaptación difícil, pero lo haríamos juntos.

N\A: merezco la muerte por abandonamiento. Pueden crucificarme.

Pero estamos llegando al final y para no perder el ritmo, subiré capítulo cada miércoles.

El Contrato PrenupsialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora