Colors | YeHyun

Capítulo XI

I hope you make it to the day you're 28 years old

—Sé que sales con un menor de edad, JongWoon.

El aludido se detuvo en seco. Pudo escuchar su corazón latir apresurado, y cerró las manos en puños tratando de controlar su creciente nerviosismo. Giró sobre sus talones viendo a la pelirroja con una mirada seria.

—No sé de qué hablas —respondió con toda la calma que pudo reunir.

—Lo he visto, Woonie.

—JongWoon. Para ti es JongWoon —corrigió con los dientes apretados.

La chica bufó y acomodó su cabello.

—Debemos hablar, querido. —Acomodó un mechón de su cabello rojo tras su oreja—. Déjame entrar y prometo que no haré nada que no quieras, o que no te guste. —Le guiñó un ojo.

—No tenemos de qué hablar —replicó tajante, con la exasperación siendo completamente palpable en su voz.

—No creas que te dejaré ir tan fácil, cariño —habló con coquetería la mujer—. Eres mío.

—Nunca fui tuyo.

—Déjame entrar y te lo recuerdo —murmuró con voz grave y baja. Se acercó a él despacio, seductora. JongWoon no se movió ni un poco al ver que ella se acercaba más de lo normal, con claras intenciones de besarlo. Pero la pelirroja se detuvo a medio camino y lo miró—. Vendré mañana a las cuatro, dulzura. —Le lanzó un beso y luego se fue.

JongWoon bufó y entró al edificio. Ella no lo arruinaría. No de nuevo.

∞∞∞∞∞

Los exámenes finales llegaron y se fueron con la misma rapidez. KyuHyun necesitaba un descanso. Había pasado estudiando todos los días sin saber del mayor más que por escasos y cortos mensajes de texto. Además de que sus clases de canto habían sido canceladas hasta después de las graduaciones. Debía concentrarse en estudiar y JongWoon aceptó el trato.

Así que cuando lo llamó, el miércoles, y le contestó, una sonrisa se instaló en su rostro.

—Cariño, ¿cómo te fue?

—Me fue bien, hyung. —No pudo controlar el bostezo, el cual fue acompañado con una queja. JongWoon sonrió enternecido de escucharlo—. ¿Qué tal tú?

—Bien, también. No hay mucho que hacer.

Hizo una pausa, tomando valor para preguntar si iría ese sábado.

No verlo lo estaba volviendo ansioso, y lo necesitaba. Y temía la respuesta del menor.

—Sí. —Bostezo de nuevo—. Ya veré que les digo a mis padres.

JongWoon asintió. Faltaban casi dos semanas para las graduaciones y no estaba muy seguro de poder estar tanto tiempo sin ver al castaño, de no escuchar su voz, de no sentir el calor de su piel. Cerró los ojos y apoyó la frente en su mano.

—De acuerdo. —Suspiró—. Te estaré esperando. Por ahora descansa, precioso.

—Eso haré. Dormiré ahora mismo —respondió en medio de un bostezo.

JongWoon rio entre dientes.

—Ve, duerme. Te quiero.

KyuHyun parpadeó complacido. Desde hacía algunas semanas que el mayor le había dicho esas dos palabras tras separarse de un beso. KyuHyun respondió lo mismo, y luego se entregaron el uno al otro. Desde entonces, cada despedida, ya sea en persona o por teléfono terminaba con esas dos palabras.