Colors | YeHyun

Capítulo II

Había pasado un mes desde que KyuHyun había tomado las clases de canto, y aún no sabía lo que realmente quería aprender del pelinegro. JongWoon estaba enseñándole cosas básicas, cosas que ya sabía, y eso solo acababa con su paciencia.

—Todo lo he aprendido en clases —se quejaba con sus amigos, esperando a que el profesor de matemáticas llegara.

— ¿No le has pedido que te enseñe lo de la nota?

KyuHyun rodó los ojos.

—Claro que lo he hecho, JinKi, pero insiste en que no estoy listo todavía. Que me falta preparación —dijo molesto haciendo ademanes.

— ¿Qué preparación necesitas? —quiso saber ChangMin dejando de lado su teléfono.

—No lo sé.

KyuHyun se veía frustrado. Bufó antes de que la puerta del aula se abriera, no queriendo ver la cara del profesor Jang. Sin embargo, no era el profesor de matemáticas el que aparecía. Kim JongWoon entraba al aula acompañado de su muy conocida expresión sombría, y parecía que incluso sonreía sádico.

Saludó a todos y buscó a KyuHyun con la mirada. Lo observó por unos segundos antes de apartar sus ojos de él y hablar en general, informando que sería el reemplazo del profesor Jang, quien no estaba en la escuela.

No faltaron las chicas que sonreían complacidas de tenerlo en el aula, pero para KyuHyun no era agradable. No le gustaba verlo más que cuando le daba clases, eso era todo lo que lo toleraba. No más. Así que tenerlo a pocos metros de distancia le agradaba de la misma forma en que le agradaba una patada en sus partes privadas. Sobre todo, cuando ponía esa mirada sombría. KyuHyun nunca bajó le bajó la mirada y nunca se intimidó ante aquello.

Él no era una de sus hormonadas compañeras. Él era Cho KyuHyun. Y necesitaría más para intimidarlo.

∞∞∞∞∞

En su colegio tenían la regla de que los profesores debían hacer guardia en ciertas áreas. Esto era para evitar que las parejas del colegio se besaran, o los chicos fumaran o pelearan entre ellos. A JongWoon le tocaba la parte de atrás, el jardín dónde nadie iba.

KyuHyun fue hacia allá. Necesitaba ganarse la confianza del hombre para que le enseñara a alcanzar la nota lo más rápido posible, y de esa forma dejar de verlo los fines de semana.

Lo vio arrimado a la pared de un laboratorio que quedaba cerca y se acercó a él a paso lento, jugando con el borde de las hojas que llevaba en las manos.

—Profesor Kim.

El aludido se dio la vuelta al escuchar ser llamado.

—Alumno Cho.

El menor evitó gruñir. Se fijó que el mayor tenía una especie de cuaderno en las manos, pero no le prestó mayor atención.

—Buenos días —saludó haciendo una venia que fue correspondida.

JongWoon se irguió y lo miró.

— ¿A qué debo tu visita en esta mañana?

—Yo... —Suspiró, sintiéndose derrotado—. Tengo problemas con una nota.

Vio la sonrisa burlona en el rostro del mayor y estuvo por arrepentirse de haber ido.

—El gran Cho KyuHyun necesita ayuda con una nota musical. Wow... —KyuHyun asintió con un rictus en los labios, formando casi una línea recta—. De acuerdo, ven.