Capítulo VIII

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You were a vision in the morning when the light came through



KyuHyun despertó solo en la cama. No sentía el peso extra a su lado, ni las sábanas cálidas. Revisó a su alrededor, sin hallar a nadie, tan solo la ordenada habitación de JongWoon, en completo silencio. Se estiró en la cama, y seguido a ello tomó una almohada, la abrazó y la aspiró. El perfume del mayor llenó su nariz. Suspiró y sonrió. La noche anterior había sido... 

Su sonrisa se ensanchó, recordando lo que había sucedido.

Se incorporó despacio. Sentía un ligero dolor en la parte baja de su espalda, pero lo ignoró. Tomó las sábanas y se las enredó en el cuerpo y fue hacia el baño de la habitación; no podía permitir que JongWoon lo viera con cara de recién levantado. Una vez listo, salió en busca de su ropa interior, hallándola junto con sus demás prendas en una de las sillas. Buscó en el armario una camisa del profesor, y una vez que se la puso salió en su búsqueda.

La puerta del balcón estaba abierta y miró a través de ella. JongWoon estaba pegado a la barandilla, con un cigarrillo encendido.

—¿YeSung? —llamó saliendo al balcón.

El aludido se dio la vuelta y le sonrió.

El sol brillaba sobre el cielo, y la luz llegaba hasta el mayor. Hacía que sus cabellos negros, que su piel, e incluso que sus ojos, se vieran más brillantes de lo que eran. KyuHyun sonrió ante la vista.

—¡Mi vida! —Se acercó a él y le acarició los cabellos—. ¿Dormiste bien? ¿Estás bien? —KyuHyun asintió a las dos preguntas.

—¿Ya desayunaste?

El pelinegro negó con la cabeza alejándose de él y apagando el cigarro en el cenicero que estaba en la mesa que había afuera.

—Te estaba esperando —dijo con una sonrisa.

Extendió una mano, mientras avanzaba hacia el menor, esperando que la tomara.

El castaño estuvo por decir algo. Retarlo, en realidad, por fumar antes de desayunar. No obstante, se abstuvo de decir algo. Se acercó a él y entrelazó sus dedos con los de su novio. Sonrió ante el pensamiento.

Se sentía bien: despertar en el departamento del mayor, usar su ropa, desayunar con él, hablar de todo y de nada a la vez, como si fueran una pareja más disfrutando de un fin de semana romántico. Todo iba bien hasta qué JongWoon preguntó si quería salir. Todas las alarmas en su cabeza se activaron y la expresión de pánico en su rostro hizo reír al mayor.

Comieron sin hablar de nada en específico y pensando qué hacer en la tarde.

—Obviamente no aquí —replicó sonriendo divertido—, vamos a la ciudad vecina. Nadie nos conoce ahí.

KyuHyun asintió con una sonrisa boba en los labios.


∞∞∞∞∞


—Mamá dice que pases por la casa. Quiere darte un postre.

KyuHyun arrugó el ceño.

—¿Por qué quiere darme un postre? —Quiso saber incorporándose en el sofá.

—Le dije que te habías quedado en casa de tu novio y que les habías dicho a tus padres que te quedaste conmigo.

KyuHyun abrió los ojos, tanto que le dolió.

— ¡¿Por qué se lo dijiste?!

—A mamá no le molestó —respondió JinKi con tranquilidad—. Incluso dio la idea del postre. Sabe que cada que vienes a mi casa te llevas algo de comida. Si esta vez ibas sin nada tus padres iban a sospechar.

Colors | YeHyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora