En el Reino de las hadas ♡Yoonmin♡

02. Las armas de un cazador

Miró la fachada exterior con una mueca, se trataba de un viejo taller mecánico de motocicletas, reviso nuevamente el papel que llevaba en la mano entrecerrando los ojos, la dirección era correcta, sin embargo sintió que aquello era una broma de muy mal gusto.

Bufó, no tenía de otra más que intentarlo, camino inseguro manchando sus zapatos italianos hechos a la medida con lodo, hizo una mueca lleno de descontento. Tocó la puerta de metal oxidado de aquel establecimiento y espero con paciencia.

—Maldito—susurro por lo bajo

La puerta se abrió con un chirrido espantoso, detrás de esta estaba un rubio con cara de malhumorado hasta el orto, de ojos gatunos y cuerpo delgado y menudo.

—¿Eres Min Yoongi?—pregunto con una ceja levantada

—¿Quién mierda eres tú? ¿Cuánto te debo?—sonrió sarcástico

—Soy Jeon...digo Kwon Jungkook—dijo con seriedad

—Ah el mocoso adoptado de Kwon —rió burlándose —Bien, pasa princesa te he estado esperando

Se hizo a un lado para dejarlo pasar, Jungkook paso la mano por sus cabellos negros y entró nervioso, dentro el olor a aceite le inundó los sentidos, era nauseabundo, él no estaba acostumbrado a esa clase de ambientes. Miró curioso al cazador, sj padre le había asegurado que era el mejor en lo que hacía, pero mirándolo de cerca parecía un hombre común y corriente. No creía que fuera tan bueno como su fama dictaba.

—Yo vine a...—comenzo a hablar

Yoongi se puso a arreglar una motocicleta roja, ignorándolo por completo —Sé a que veniste—dijo sin mirarlo —Y te voy a ayudar y esa mierda, lo único que sé es que tú papi me va a pagar buen dinero pero por el momento no estoy disponible, hoy tengo un trabajo en la noche y no creo poder ayudarte hasta mañana, te hubiera llamado pero no tengo tu número

Jungkook le observó indignado —¿Y que es eso tan importante que vas a hacer? ¿Arreglar una sucia moto todo el día?

Yoongi le miró con una sonrisa burlona, se levantó del sitio donde se había echado y se le acercó con una ceja alzada —Mira pequeño niño, no sé qué hayas escuchado de mi, no sé qué mierda quieres y créeme que no me interesa, estás aquí pidiendo algo que sólo yo te puedo dar, así que ten cuidado y no te metas en mi trabajo

Dijo aquello de una manera tan fría que Jungkook trago en seco —Lo siento, no quise incomodarte, yo...es que de verdad necesito esos ingredientes y...

—¿Que necesitas? Dime y te lo traigo así no tienes que ensuciar tus lindas manos

—No sé que piensas de mí pero si estoy aquí es porque en verdad quiero encontrar eso que necesito—suspiro —No soy un niño y puedo salir a buscarlo sólo necesito que me guíes

—Kwon que no es Kwon —rió secamente—Se lo dije a tu padre y te lo repito a ti, no es lo mismo tener el cuerpo frío de la bestia que cazar a la bestia, tal vez piensen que las criaturas mágicas no son más que un cúmulo de descerebrados seres que se guían bajo sus primitivos instintos, pero la realidad es otra, aquellos seres son más inteligentes que tú y yo juntos, es más, que el mundo entero, no sabes lo que es miedo si no te has enfrentado a ellos, he entrenado para esto toda mi vida, tú no podrías sobrevivir

—No te creo ¿Que pueden hacer ellos? —gruño renuente —La realidad de esto es que a mí no me importan, sólo quiero encontrar lo que busco

—¿Y que es eso?—pregunto curioso con una ceja alzada

Jungkook miró al techo pensando en lo que diría, mordió su labio inferior con fuerza —Busco Oniuox

Yoongi le miró para después soltar una carcajada, en el mundo de los seres mágicos habían ciertos compuestos que eran muy buscados por los seres humanos uno de esos era el Oniuox, ese líquido verdoso regeneran las células nerviosas del cerebro y los tejidos del cuerpo. Sólo se encontraba en seres específicos, basiliscos, sirenas y dragones.