En el Reino de las hadas ♡Yoonmin♡

20. Hermano

El ambiente en la habitación quedó suspendido en la tensión e incomodidad. El cazador se acercó ignorando todo lo demás a aquel doctor pelinegro que le había hecho la vida imposible en sólo días. Por su desobediencia, estaban metidos en un mundo al cual no pertenecían.

—¡Casi me matan por tu culpa! —gruño molesto, haciendo énfasis con las manos.

Jungkook llevó una mano a su cabeza donde rascó apenado. —Lo siento, en ese momento no estaba pensando con claridad en mis actos.

Yoongi se cruzó de brazos negando. — ¡Claro que no estabas pensando! Te lo dije, las sirenas son embusteras y peligrosas.

—¡Oye! Eso es muy grosero de tu parte—gruño Taehyung con el ceño fruncido.

El cazador posó su vista en el tritón, sus ojos azules acua hermosos y brillantes, su cabello del mismo tono y su piel perfecta, llevaba encima una belleza superior a cualquier cosa nunca antes vista, etéreo, esa era la palabra perfecta para describirlo. Levantó una ceja, al percibir que este estaba caminando con dos piernas, fue entonces que recordó lo que Jimin le había contado, su hermano, era un híbrido.

—No hablo contigo metido—soltó con enojo.

El peliazul asintió y dio un paso hacia atrás, escondiéndose detrás de Jungkook quien seguía apenado con el cazador, realmente no imagino que este arriesgaría su vida para ir a salvarlo al único lugar donde sabía que lo querían muerto, había sido una maniobra casi suicida.

Yoongi posó su vista en las dos personas que estaban con los recién llegados, al principio había creído que eran guardias, pero todo pensamiento coherente quedó en el aire cuando se dio cuenta de algo sumamente importante, un chico que le miraba con temor, uno cuyos ojos eran extremadamente conocidos para el cazador, este entrecerró los ojos tratando de ver en el interior de sus recuerdos, entonces lo supo, la razón por la cual aquella persona se le hacía conocida, con una mueca empuño las manos y en un ágil movimiento que nadie pudo prever sacó de su bota una pequeña navaja de oro blanco, esta al apretar un botón se hizo una espada de buen tamaño, apunto entonces directo al cuello de aquel pelirrojo.

—¡¡Yoongi!!—dijo Jungkook espantado por la respuesta de su amigo—. ¿Qué estás haciendo?

—Al fin nos vemos, maldita hada embustera—gruñó ajeno a su alrededor—. Vas a pagar por llevarte a mi hermano.

Namjoon entrecerró los ojos, casi de inmediato comprendió lo que estaba pasando y quien era ese cazador, miró alarmado a Hoseok quien se mantenía quieto sosteniendo la mirada del hombre que le amenazaba.

—Yoongi, por favor, suelta el arma—susurro Jimin con los ojos verdes bien abiertos—. Hablemos.

Entonces todo cobro sentido en la mente del cazador, miró por un segundo a Jimin.—¿Lo conoces?

Jimin no podía mentir, menos cuando se le cuestionaba de frente, asintió con un nudo en la garganta.—Es mi hermano....Hobi.

Yoongi comenzó a reír de forma irónica.—¿Por qué no me sorprende? Ustedes son así, seres sin corazón que lastiman sin piedad.

Poso su vista en Hoseok, quien parecía tranquilo, aunque por dentro estaba teniendo un fuerte conflicto ¿Ese era el temible hermano cazador de Sawha?

—¿Cómo te atreves a amenazar a mi hijo?—soltó Jin con dureza.

Yoongi no pareció escucharlos, pero estuvo consciente de los guardias que se acercaban apuntándole con espadas mágicas. Jimin intentó acercarse, pero fue tomado por Taehyung, quien permanecía escondido detrás de Jungkook.