En el Reino de las hadas ♡Yoonmin♡

🧚‍♀️Especial 3🧚‍♂️

Jimin era hermoso, pero embarazado era un verdadero dolor de cabeza, Yoongi lo comprobó al vivir los cinco meses más largos de su existencia. Amaba a su novio con todas sus fuerzas, era hermoso, tierno y quería cumplir todos sus caprichos, pero las hormonas le daban una mala jugada, lloraba todo el tiempo y también estaba enojado.

Era exigente, si no le cumplía sus antojos le cambiaba con magia el color de cabello, o no le hablaba en horas, en lo personal, Yoongi prefería la segunda, en una ocasión tuvo que subir un extraño árbol para bajar una fruta estrellada en la madrugada, casi lo matan unos bichos gigantes, cuando llegó a la habitación Jimin estaba dormido.

Pero aunque fuera difícil, Yoongi intentaba hacer todo por Jimin, incluso ir al mundo humano por pizza y hamburguesas, él haría todo por su hermoso bebé, que estaba guardando en su pancita sus otros bebés. Fue una sorpresa cuando supieron que vendrían más de un bebé, tuvo tanto miedo que casi se hace en los pantalones, pero intento mantener esa sonrisa de felicidad.

Una que estaba por eliminarse esa tarde, Yoongi estaba de un lado al otro afuera de la habitación, él quería estar con Jimin, pero este no se lo permitió, no quería que lo vieran en un estado tan deplorable, quiso pelear, pero prefirió no hacerlo, porque su hada daba buenos golpes, Jungkook, Hoseok y su hermano estaban a su lado reconfortadole o eso pensaban.

—Imaginate que salgan igual que Jimin—negó Hoseok abrazando a Shawa—. Berrinchudos.

—Con que no salgan tercos como Yoongi—se burló el pelinegro.

—Tranquilo Yoongi—Jungkook puso una mano en su hombro—. Todo saldrá bien.

"MLADITA SEA YOONGI TE ODIO"

Escucharon a Jimin gritar desde dentro de la habitación, los ojos de Yoongi de abrieron en demasía.

—Que bueno que no entraste—negó Hoseok—. Tranquilo, Jimin es muy fuerte, él sabe como salir de las peores.

Pero eso no ayudaba a disipar el miedo de Yoongi, sólo empeoraba las cosas, estaba demasiado ansioso, necesitaba verlo y saber que estaba bien, algunos gritos más se escucharon hasta que todo paró de manera abrupta.

—¿Qué está pasando? ¿Eso es bueno o malo? —le preguntó a los demás quiénes se encogieron de hombros.

Los cinco minutos más largos de su vida pasaron y después, Yoongi escuchó como la puerta era abierta, Taehyung se asomó con una sonrisa, este había estado al lado de Jimin por petición del hada.

—Yoongi, puedes pasar, Jimin quiere verte—dijo saliendo, no le dio tiempo de nada porque casi de inmediato lo jalo dentro.

Yoongi entró a una habitación bien iluminada y muy cálida, miró a algunos Sihirli, entre ellos Namjoon y SeokJin quienes sonreían, no se fijo mucho en ellos porque su vista cayó en Jimin, quien estaba con el cabello purpura, despeinado y con una enorme sonrisa, se encontraba acostado y cubierto hasta la cintura, se acercó a paso torpe antes de sentarse en la cama y sonreír apenado.

—Hola amor—dijo llevando la mano a su cabello—. Lo hiciste maravilloso ¿Cómo estás? ¿Dónde están los bebés?

Jimin sonrió de oreja a oreja, Yoongi no podía encontrar sonrisa más bonita en el mundo, era imposible.

—Las traerán en unos momentos—suspiró cansado—. Fue muy difícil.

—Lo fue—asintió—. Quería estar aquí, a la próxima estaré.

—No habrá próxima—negó con una mueca contrariado.

SeokJin y una persona más se acercaro, en sus brazos llevaba dos bebés, los cuales Jimin sostuvo con fuerza y amor, la partera le dio el tercero a Yoongi quien lo sostuvo con miedo, no quería dejarlo caer.

—Mira estás preciosuras—dijo con una sonrisa—. Son unas hermosas niñas.

Los ojos de Yoongi se abrieron en demasía, miró a los bebés, eran preciosas, una rubia, otra pelinegra y una más con un cabello rosado, sus ojos estaban cerrados, pero su piel era pálida, sus labios rellenos al igual que sus mejillas.

Jimin sonrió con lágrimas en los ojos de felicidad. —Son Minnie, Sugmin y MinJi.

—Hermosas—susurró besando cada frente de sus bebés, incluyendo la de Jimin—. Te amo mi hada, me has dado hijas perfectas como tú.

—Creo que la verdadera aventura comienza ¿No lo crees? —preguntó con picardía.

—Ni que lo digas, está bien, así quiero vivir, mil aventuras contigo.

Sellaron su amor con un beso, tal vez de ahora en adelante las cosas serían muy cansadas y entretenidas, pero estaban seguros de que las disfrutarían al máximo, al final del día se tenían el uno al otro, por siempre.

Fin
💜