34.- El primer día de primavera

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Habían pasado algunas semanas desde que decidió dejar su vida en el mundo humano, para ir a vivir a Sihirli, las cosas habían cambiado por completo, a veces sentía la ansiedad de no estarse adaptando como desearía, lo único positivo era que Jimin estaba ahí para ayudarle y hacerle las cosas más fáciles.

—¡Vamos! Llegaremos tarde—Jimin lo jalaba del bosque mientras iban rumbo al castillo.

Alrededor todo estaba mucho más bonito que antes, la primavera había llegado a Sihirli y con ella múltiples festivales que se daban lugar cada noche, ese era el primero y no podía evitar tener una sonrisa en el rostro al ver a Jimin emocionado y feliz.

El primer festival se llevaría a cabo en la plaza del reino, donde habría música, comida y mucha diversión por parte de los habitantes.

Las flores se abrían dejando un brillo en el ambiente difícil de ignorar, eran hermosas, de tamaño y colores diversos. Realmente era en ese momento que admiraba la belleza de Sihirli, un mundo que no dejaba de sorprenderlo, tanto sus paisajes como su gente.

Algunos de los habitantes aún huían de él, no querían nada que ver con su especie, pero otros se habían acercado con amabilidad, Jimin le dijo que no se sintiera mal que ellos terminarían aceptándolo, él le dijo que le importaba un carajo.

—Mira—dijo señalando el palacio.

Este estaba repleto de flores, como si hubieran crecido ahí, alrededor las personas llevaban flores en la cabeza, pudo ver a Jungkook abrazando a Taehyung y al bebé que ambos tenían, se veían como una familia feliz.

—Ponte esto—dijo Yoongi tomando una corona de flores que uno de los elfos estaba ofreciendo, la acomodó sobre su cabello haciéndolo sonreír.

—¿Me veo bonito? —preguntó con una ceja alzada.

—Precioso—se acercó para besar la punta de su nariz.

Caminaron entre los presentes saludando a quienes les sonreían, Hoseok estaba a lo lejos jugando con sus cuatro hermanitos, llevando en brazos al quinto que no dejaba de reír. Todos estaba preocupados por él, pero aunque intuían el dolor que sentía al no tener a Shawa, también sabían que este estaba tranquilo, porque en algún momento volvería.

—¿Licor de begonias? —preguntó Jimin ofreciéndole una copa de líquido morado.

Yoongi la aceptó,  porque una de las cosas que realmente disfrutaba de Sihirli era su licor, este no embriagaba, sino que llenaba de éxtasis el cuerpo, haciendo sentir se saciones increíbles. Abrazó a Jimin por los hombros y comenzaron a celebrar.

El baile era una de las cosas importantes. Jungkook y Yoongi quien había accedido cargar a Mongyu miraban con deleite a sus parejas, estos estaban bailando sobre flores riendo a carcajadas y con un alma infantil.

—¿Extrañas tu vida fuera de aquí? —preguntó a Jungkook quien le observó y negó.

—No mucho, aquí soy más feliz ¿Tú?

Yoongi se encogió de hombres. —Extraño la comida, pero sólo eso, la vida cambia.

—Pero ésta bien cazador tonto—se burló.

—Ni que lo digas doctor ignorante. Tú hijo ya es pesado—movió a Mingyu haciéndolo reír.

—Lo es—sonrió orgulloso—.  El bebé más hermoso de este mundo.

Yoongi rodó los ojos. —Espera a que Jimin y yo tengamos el nuestro.

—Pensé que no querías hijos.

—Pues odiaba a las hadas y mírame ahora—se encogió de hombros—. No creo que uno cause tanto problema.

Jimin y Taehyung se acercaron a ellos sin aún poder recobrar el aliento, Hoseok llegó a sus lados tomando a Mingyu.

—Vayan a bailar, yo me quedo con el bodoque.

—No, yo no sé bailar—negó Yoongi, pero no se resistió a los jalones de Jimin.

Tomó sus manos y se movió igual que su novio, levantandolo y dándole vueltas, Jimin le besó feliz. La celebración fue la primera de muchas, que les regalaron sonrisas y momentos inolvidables.

Aquella noche, en su cabaña escondida en el bosque, las risas no faltaron, sin embargo, Jimin se lanzó hacia Yoongi con deseo, quien le acogió con calidez. En aquella cama que compartían, entre flores recién salidas de sus capullos se amaron, acariciando sus cuerpos con vehemencia, sin dejar de mirar sus ojos, apreciando cada espacio de sus seres, uniéndose como uno solo.

Así algo entre ellos creció, aquel amor que creían imposible se encarnó en sus corazones con fuerza. Yoongi entonces lo supo, no podía ocultarlo más, porque ya no había qué temer, acaricio la mejilla sonrojada de Jimin y beso su frente.

—Te amo—susurró mirándolo a los ojos—. Eres un hada molesta, muy terca e infantil, pero te amo Jimin y estar contigo me hace feliz.

Los ojos de Jimin se abrieron con sorpresa y una enorme sonrisa surco sus labios, abrazo con sus piernas el cuerpo de Yoongi y le besó con amor.

—Te amo, mi torpe cazador.

Y así, ambos, cazador y hada se unieron en el calor que el otro les brindaba, compartiendo la máxima felicidad.









Falta el epílogo

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Falta el epílogo. 💜

En el Reino de las hadas ♡Yoonmin♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora