En el Reino de las hadas ♡Yoonmin♡

05. Polvo de hada

Yoongi no era un idiota y le molestaba que otros creyeran que lo contrario. Sus sentidos estaban tan desarrollados que supo desde el primer día que alguien o algo le seguía, siempre llegaba a tener ese escalofrío en todo el cuerpo aquel que le indicaba que era observado fijamente.

La primera vez que lo sintió estaba en su departamento, se sentía observado así que discretamente miró por la ventana y vio una figura sobre un árbol que balanceaba los pies como si estuviera viviendo el momento más entretenido de si vida, no era la primera vez que le sucedía algo como eso así que lo ignoró, pero desde ese momento lo sentía en todas partes, en el taller, el supermercado, el parque al que iba a correr cada mañana, cuando dormía y hace unos días en el campo de batalla.

Mientras guiaba a Jungkook a la guarida de su fiel amigo sentía que les seguían, estaba feliz porque mataría a cualquier cosa que se atreviera a jugar con su cabeza. Una vez en el segundo piso mirando por el ventanal pudo verlo, llevaba una capa negra que dejaba al descubierto sus pies descalzos, apretó los puños porque sólo una criatura era tan estúpida como para no usar zapatos en el mundo humano y esas eran las malditas hadas. 

Bajo las escaleras después de dejar a su amigo asustado con su otro amigo enano, salió del recinto y caminó con tranquilidad "mirándo" los puestos de armas, algo normal hasta que decidió caminar por un estrecho pasillo que llevaba a uno de los burdeles del mercado, escucho los pasos detrás suyo y decidió esconderse tras un contenedor de basura, apestaba pero aguanto. Mirando a un lado pudo percatarse de la misteriosa persona mirando alrededor, sonrió ladino cuando se dio cuenta que la tenía justo donde quería.

—Hola hada traviesa —dijo saliendo. La tenía acorralada

Está se dio la vuelta asustada y le miró, Yoongi gruño porque la había reconocido era aquella hada ladrona

—Puedes decirme ¿Por que carajo me estabas siguiendo? —soltó con molestia

El hada se quitó la capucha dejando al descubierto un brillante cabello rubio, Yoongi trago en seco porque no mentía cuando le dijo a Jungkook que la belleza de un hada era por mucho irreal, su piel pálida y tersa, tan suave incluso a la vista, sus labios rosados y rellenos, su nariz pequeña y sus ojos, esos brillantes luceros de color olivo que le observaban con temor. Su entrepierna despertó al verlo tan indefenso y lindo, eso era lo que causaba el clamor de las hadas, el deseo desenfrenado de los seres humanos, las sirenas tenían su canto pero las hadas tenían una mirada profunda que te hacía sentir en un mar de felicidad.

Aclaro sus pensamientos negando, él estaba entrenado para sobrevivir a ese tipo de encuentros.

—¿No vas a hablar? —pregunto con voz fría acercándose al momento que llevaba su mano a la cinturilla del pantalón—Dime ¿Quien te envía?

—Na...nadie —susurro el hada con mirada de espanto —Yo...no te seguí

—¿No eras tú el que se posa todas las noches en el árbol de mi departamento? Mierda no mientas que sé cómo son los de tu tipo, nada más que una mierda traicionera ¡Responde!

El rubio se encogió siendo acechado por el cazador, trago tratando de escapar pero fue imposible porque ya estaba a escasos centímetros de él

—No voy a volver a preguntar así que te conviene responder

—No me envía nadie —respondió al instante —Yo... sólo tenía curioidad, en mi mundo eres muy conocido

—Oh así que vienes a espiarme ¿Tomó eso como una amenaza?

—No, yo no espió sólo curiosidad es —se trabó con las palabras demostrando su inseguridad

Yoongi lo aprovecho, se acercó lo suficiente como para mirarlo de cerca, su olor era de flores le asqueaba al mismo tiempo que le gustaba.