Si Jungkook pensaba desde siempre que tener un bebé era difícil, comprendió después que no se comparaba en nada con un bebé con sangre Sihirli. Principalmente, Jeon Jungkook, era ajeno a todo lo que necesitaba un bebé, no sabía qué tipo de leche bebían, como poner un pañal o por qué lloraba si estaba lleno y limpio. Había investigado en internet, pero en realidad nada parecía quedar claro.
Sin embargo, y muy para su sorpresa, Yoongi, era casi un experto en bebés, su respuesta era que estaba acostumbrado a vivir en una familia donde es importante tener hijos para mantener el linaje de los cazadores, con su ayuda pudo hacerse de muchos artículos, como ropa, manillas, pañales, leche, una cuna, canguro y peluches—por deseo de Jimin—incluso para él, era excesivo el costo, pero estaba seguro de que usaría esas cosas por mucho tiempo, Yoongi al escucharlo decir eso, se rio dejándolo confundido.
Jimin le ayudó a saber lo que un bebé con sangre de sirena necesitaba, el agua era esencial, el bebé podía dormir en el agua, no había cambio alguno, el hada le explicó que posiblemente no habría cambio ya que el bebé tenía más parte humana que mágica, cuando estaba con fiebre, era momento de darle a beber agua con sal marina.
Pero para su pesar, criar a un bebé teniendo el corazón destrozado, nunca era una buena situación. Jimin intentó hablar con Hoseok, quien sólo le dijo que cuidaran al bebé, Jungkook no estaba recibiendo las respuestas que quería y eso le estrenaba, porque en si mente estaba Taehyung, en esos momentos quería correr de regreso a Sihirli para salvarlo, pero no podía, eso pondría en peligro a su pequeño hijo.
Pasaron sólo tres días y ese bebé se había ganado su corazón por completo, desde su rostro, sus ojitos azules iguales a los de Tae y sus lloriqueos, estaba dispuesto a hacer todo lo humanamente posible por mantener a salvo a su pequeño, justo como se lo había pedido Taehyung, todo esto, mientras buscaba la manera de ir por su amado, se negaba a la idea de no verlo jamás.
Ese era uno de esos días en los que no tenía la fuerza física para ponerse en pie, el dolor en su pecho incrementaba, no podía compararlo con nada, ni siquiera cuando tenía esa marca de maldición, necesitaba una respuesta, pero tenía miedo de hacerla en voz alta, porque podía ver en los ojos de Jimin la tristeza cada que veía el rostro de su pequeño bebé.
—Mingyu—susurró al momento que bostezaba, eran las cinco de la mañana y el pequeño había despertado, se levantó, yendo somnoliento hacía su cuna.
Lo tomó con cuidado, como Jimin le había enseñado y lo meció, su aroma a bebé era algo que quería oler todo el día, no sabía cómo, pero amaba a ese bebé, incluso si sólo habían sido tres días a su lado. Comenzó a preparar su mamila con una mano mientras le tarareaba para tranquilizarlo. Se sentó en la cama mientras lo alimentaba.
Ese día tendría que ir al trabajo, se había reportado enfermo por tres días, pero no podía retrasar lo inevitable, no quería separarse del bebé, sin embargo, Jimin le prometió que lo cuidaría. Pero el destino era imprevisto y eso lo comprobo cuando el pequeño estaba terminando de comer cuando recibió una llamada de Yoongi.
—¿Diga? —dijo con voz tranquila.
—Hola, soy Jimin—respondió una voz aguda que sonaba demasiado animada—. Te llamo para avisarte que llegaré tarde, Yoongi se metió en una madriguera de Suollys y ahora está atorado y con espinas, tengo que salvarlo, pero, no te preocupes, mande a alguien que te va a ayudar, es un experto—dicho esto corto la comunicación dejándolo perplejo.
Entrecerró los ojos confundido, negando puso a repetir al bebé al momento que se levantaba para preparar la tina, hace un día que había descubierto que se bañaba a Minho en la mañana y en la noche este podría dormir y estar tranquilo, el agua tenía que estar calentita, disfrutaba que le dieran masaje en su cabecita, sonreía mostrando sus encías, cosa que le llenaba de felicidad.
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En el Reino de las hadas ♡Yoonmin♡
FanficLa magia existe y Min Yoongi un cazador experto lo sabía, había sido entrenado desde niño para seguir con el negocio familiar, así que su trabajo no le resultaba nada difícil. Todo comienza a empeorar cuando le encomiendan el mejor y peor trabajo d...