Manual de lo prohibido °Capítulo 15°

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Cuando abrí, un ramo de rosas rojas le tapaba la cara a alguien y sólo divisé las viriles manos que lo sostenían. Todos nos quedamos observando, confundidos y curiosos, hasta que el ramo de rosas bajó y pude ver el bello rostro juvenil de Hero, sonriéndome.

-Hola-me dijo.

-Hola-musité, aun confundida.

-¿Puedo pasar?-preguntó.

-Adelante-animó Lili, esperando ver la escena que ya imaginaba.

Recordé las palabras de Dylan de esta mañana, y me esforcé de verás por no sacarle provecho al asunto. Al menos no a propósito.

Hero condujo sus pies hasta quedar atrás de mí, y luego yo cerré la puerta, temiendo por lo que pudiera pasar a continuación.

-Ten. Es para ti-me dijo cuando le miré y me extendió el ramo.

No quería, pero no pude evitarlo y miré por la colilla del ojo a Cole, quien tenía un ceño ligeramente fruncido. Luego a Lili, quien con ojos como platos contemplaba la escena, ajena a la expresión de su novio y completamente emocionada; como de esas niñas que ven un espectáculo de navidad en primera fila y apenas pueden esperar para saludar al sujeto gordo vestido de Santa Claus.

-Gracias, Hero -tartamudeé, tomando el ramo.

-Te dije que lo haría y bueno, yo siempre cumplo-musitó.

Antes de que pudiera yo decirle algo, Lili habló, pero para Cole.

-Oh, amor, eso me hizo recordar-dijo-. Gracias por la rosa-besó su mejilla.

Cole, desconcertado, frunció el ceño.

-¿Cuál rosa?-preguntó.

Oh, oh. Pensé.

El corazón se me aceleró en un intento de explotar de nerviosismo y las manos desprendieron un poco de sudor frío.

-¡Eh,Cole!-dije, adelantándome a la situación-. La rosa que le dejaste a Lili ayer, como disculpa porque no pudiste venir, ¿recuerdas?-rogaba por que Cole me siguiera la corriente y también porque no se molestara conmigo.

Miré de reojo a Hero, quien sabiamente guardaba silencio y su rostro me decía que trataba de comprender lo que estaba sucediendo.

Los ojos de Cole me miraron, extraños. Fue una mirada que no supe describir, sus ojos algo me dijeron pero yo no entendí, estaba demasiado nerviosa como para ponerme a descifrar el mensaje que me gritaban.

Luego de un silencio, Cole retiró su mirada de mí y le sonrió a Lili.

-Sí, ya recuerdo-musitó-. De nada-dijo.

Suspiré de alivio.

Después de eso, Lili volvió al ataque.

-Y Hero, ¿a que se debe tan gran detalle con ______?-preguntó Lili, preparada quizá para la bulla.

-Emm...-tartamudeó.

-Porque somos excelentes amigos, ¿verdad, Hero ?-interrumpí.

-Claro-dijo el interpelado.

-Chicos, les daremos privacidad. Hero y yo iremos a mi habitación-tomé la mano de Hero mientras que con la otra aun sostenía el ramo-. Vamos, Hero -lo llevé hasta mi cuarto, mientras que éste trataba de comprender mucho más todo lo que había ocurrido antes.

La mirada inquisidora de Lili estaba a mis espaldas y la de Cole , desconcertado, también nos seguía, hasta que nos deshicimos de ambas al cerrar la puerta.

Manual de lo prohibido (Cole Sprouse) ADAPTACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora