En el centro de New York, el azabache bebía café mientras un pequeño hilo de magia verde le ayudaba a cambiar la página del libro qué leía al compás, despreocupado por todo a su alrededor, disfrutando la paz qué solo la indiferencia le permitió crear.
Ya habían pasado varios meses desde su huída de Asgard, y no es cómo si alguien lo buscara, sino qué se reprochaba su cobardía por no soportar más el compartir mundo con el dios del trueno.
Suspiró al ver su taza vacía pues sabía la rutina qué seguía. Cerró aquel libro y se dirigió a la salida, comenzó a caminar a pasos lentos en dirección a su apartamento, este se encontraba a pocas cuadras de su paradero, en un edificio alto y algo extravagante cómo varios de sus gustos.
Faltaban unos metros más para llegar a su destino pero en tan solo un descuidado parpadeo se vió en el suelo, siendo aplastado por el cuerpo de un joven qué para su pensar, no rebasaba los 15 años midgardianos.
- Tienes tres segundos para quitarte de encima, claro, si aprecias tu cabeza. - A pesar de su clara amenaza, la voz del embustero salió de manera suave, calma, cómo si no estuviera irritado después del impacto.
El bulto causante de aquel tropiezo, era un joven castaño, este vestía una polera blanca con un intento de chiste sobre química estampado en ella, además de una gran mochila de la qué sobresalía un guante rojo con delgadas líneas negras entrelazadas.
- ¡Lo lamentó! Tenía prisa y... U-usted es...- Trataba de escusarse a la vez qué se levantaba y ofrecía una mano al adverso, más tras posar su atención en los finos rasgos del rostro qué tenía al frente, pudo recordar al ser con ropas extrañas causante de gran destrucción en años pasados, cómo efecto siguiente, se dibujó en él un semblante molesto y algo atemorizado.
- Soy Loki Laufeyson, ¿Es necesaria esa reacción? Incluso Stark me mira con más irrelevancia de la qué tú me das.- La torpeza ajena se le notaba incluso en la voz según el pensamiento del mayor, este había limpiado sus ropas con tan solo un chasquido y ahora miraba con diversión a su acompañante.
-¿Sabes quién soy? No, espera, eso no importa, ¡Deberías estar en la cárcel!- Su confusión y nerviosismo daban acto de presencia con cada movimiento de su cuerpo, eso llenó de curiosidad al ojiverde pues quizá, había encontrado un medio para acabar con su infinito aburrimiento.
- Puedo escucharte perfectamente Parker, tus gritos no me ayudan a pasar desapercibido. Contestaré tus dudas en mi apartamento, si es qué puedes seguirme el paso.- Tal y como si fuera una simple ilusión, el dios desapareció de la vista de todo aquel a su alrededor, incluyendo la del más bajo quién al darse cuenta, corrió en dirección a los pequeños rastros de magia qué le había regalado cómo pistas para su temprano encuentro.
Cuando Peter logró llegar a la puerta correcta, el azabache ya había colocado dos copas sobre la pequeña mesa qué adornaba su sala, en ellas reposaba vino para él y sidra sin alcohol para su peculiar visita. El menor vaciló un poco antes de entrar al lugar, se sentía al igual que un infante a punto de hacer una travesura, quizá por el hecho de qué ese hombre tan refinado y amable era en realidad el culpable de innumerables muertes y desastres.
– Entonces, ¿Harás una pregunta o solo seguirás viéndome?– Sus ojos yacían cerrados al tiempo que tomaba la copa para dar un primer sorbo. No deseaba crear contacto visual con el otro más estaba satisfecho pues apostaría todas sus joyas a qué las mejillas de este se habían colorado hasta verse escarlatas.
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Leche de amapola
Fanfic-SpiderFrost -Ligero ThunderIron -Top Loki Loki sufrió el rechazo de su hermano luego de qué ambos mantuvieran una corta relación, esto le afectó incluso sabiendo qué no había futuro justo para ellos al no ser destinados. El dios viajará a Midgar p...