Capítulo Dos.

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Capítulo Dos: Misión fallida.

Corrió con una sonrisa hacia el alto, gritando su nombre mientras trataba de obtener su atención

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Corrió con una sonrisa hacia el alto, gritando su nombre mientras trataba de obtener su atención.

- ¡Rusia, Rusia!

El eslavo volteo con curiosidad y de forma lenta y tranquila, mirando hacia el pequeño chico que se dirigía a él, teniendo su vista en el espero a que llegara enfrente suyo y regalo una de sus sonrisas amables y ligeras a el de cabellos blancos y cafés.

- Necesito tu ayuda para levantar unas cajas que me pidió Onu, ¿Puedes ayudarme? Eres el único que anda por aquí. -pidió el mexicano, fingiendo timidez, jugando con sus dedos mientras dirigía su mirada a su derecha e inflaba sus mejillas.

El gran país asintió y se levantó del sitio en el que se encontraba sentado.

- Okay, come on. -hablo el euro-asiatico.

El moreno sonrio de manera grande, al menos estaba más cerca y...

- ¡Russi! ¡Cariño! -aquella voz interrumpió las intenciones del de ojos bicolor.

Mierda.

Argentina se acercó con entusiasmo, abrazando el brazo de su novio, y tal vez, futuro prometido.

- Tengo mi día libre, quería invitarte a comer algo. -hablo feliz el de ojitos amarillos, ignorando por completo la existencia del moreno.

- Yo... -Rusia miró a su pareja y volvió su vista a México.

México sólo tuvo la opción de fingir, y sonrió.

- No te preocupes, Rusia, llamaré a Canadá. -el de cabellos blancos y cafés se alejo, haciendo una mueca y viéndose ligeramente decaído. Se supone que no iba a hacer así.

Y como fue dicho, sacó su teléfono y busco el contacto de Canadá.

Uno, dos, y no bastaron de tres segundos para que el otro contestara.

- Hello? Mexico?

- Hey... ¿Pueden venir tú y Usa? Necesito su ayuda para cargar unas cajas y llevarlas a la oficina de Onu -dijo soltando una ligerita risa.

- Vamos en camino, just wait a few minutes.

Colgó.

El joven limpio sus mejillas y suspiro, espero y espero, siendo llamado después de minutos por sus casi hermanos.

- ¿En qué te ayudamos? -preguntó con cariño el estadounidense.

- Solo ayúdenme a llevar unas cajas, será rápidito rapidin.

Y al hacer ese mandado, los tres se dirigieron hacia la casa del moreno.

Edicion: Corrección de palabras

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Edicion: Corrección de palabras.

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