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Lo siento mucho. 5:33 pm.
No ha sido mi intención. 5:33 pm.
No fue mi culpa, por favor creeme yo no he sido. 5:33 pm.
No fue mi culpa. 5:33 pm.
La culpa no la tengo yo. 5:33 pm.
Ayudame. 5:34 pm.
No se qie hacer tgpor favott ayudame. 5:34 pm.
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Rusia había tenido un día cansado, tanto físico como emocional.
Despues de haber estado consultando diferente papeleo volvía a lo mismo, estaba preocupado por la salud de México, algo seguía sin estar bien. Y quería descubrirlo pero no podía ya que el ni siquiera sabía porque se sentia tan raro.
Tal vez estaba siendo paranoico, pero decidió sacudir su cabeza y pensar en otra cosa.
¿Si se pintaba el cabello de negro sería más atractivo para México?
- ...
Eso fue gay, Rusia.
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Estaban tan enojados que querian matarse uno al otro, aunque no literalmente, supongo. Argentina estaba conteniendo lágrimas que amenazaban por salir debido a la impotencia que estaba sintiendo en ese mismo momento. Había estado aguantando golpe tras golpe acompañados de palabras horribles por parte de su enamorado.
Enamorado.
Chile solo estaba enamorado de las lagrimas de Argentina. En ese momento estaba tan confundido.
Habían pasado de peleas suaves y manipulaciones emocionales las cuales ya eran comunes entre ellos, a golpes. Incluso uno de ellos tenía marcas de las manos del otro en su cuello.
El chileno otra vez levanto la mano.
- ¡¿Vas a pegarme otra vez?! ¡Deja de joderme malparido, vete a la mierda, Chil-! -el argentino fue callado por una mano colocada recien en su boca, impidiendole hablar.
- Callate, callate por favor, callate, callate... -él ya estaba fuera de control, estaba tan perdido en todo que sentia que en cualquier momento se desmayaría.
El argentino aprovecho la perdida de conciencia que estaba teniendo apenas el chileno. Tomo su brazo y rapidamente corrió hacia otro lado, siendo perseguido inmediatamente por el otro que le gritaba cuestionandole hacia donde se dirigía.
Sorpresa fue cuando algo puntiagudo se inclino sobre el abdomen de Chile, quien miro las manos de su amante en silencio y sin ninguna emocion en rostro.
- Alejate ahora m-mismo de mi.
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México estaba feliz, otra vez escuchaba la voz de Rusia atraves de su celular, desde su visita las llamadas se habían vuelto seguidas.
Aunque le parecía raro que el ruso estuviera siempre preocupado por él. De algun modo se queria ilusionar con ello.
Pero nah, nuestro México era muy chingon como para ilusionarse por eso.
O tal vez no.
- ¿México? -se escucho su nombre de parte del otro.
- Si, ruski, me encanta- agradas, me agradas mucho. -dijo despues de salir de sus pensamientos, no sabía si el otro le dijo algo antes de ello pero solo atino a responder aquello.
Una risa se escucho.
- Supongo que no me escuchaste. -México juraba que si estuvieran enfrente del otro, el ruso se vería muy risueño.- deberíamos ir a pasear algun día.
- Yo gustoso mi guero, aqui me tienes disponible pa cuando se le ofrezca. -el mexicano volvio a poner los pies sobre la tierra, hablando con confianza nuevamente.
Derrepente un sonido lo asusto, era el teléfono de su hogar.
- Ah, ruski 'perame tantito que me estan llamando.
- Claro, por favor hablame después.
Colgaron. Ignorando el hecho de que Rusia estaba muy atento con él, se acerco al otro telefono y contesto.
- Diga, diga.
- México... Se trata de argentina.
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Desde aqui se publican capítulos que nunca publique antes 👍
