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Cuando México desperto, Rusia lo había saludado con un desayuno, consiguiendo unas cuantas palabras por parte del latino.
- Me hubieras despertado para cocinar, rusky. -dijo mirandole y tomando aquel plato de comida.
- You are my visit, I will not let you cook. (Eres mi visita, no te dejare cocinar) -sonrio sirviendole cualquier bebida en un vaso al latino.
- Orale, cabrón, a mi nadie me da ordenes. -y no supo como, pero hizo reír un poco al ruso, quien inmediatamente negó con la cabeza.
Después de eso se instalo un silencio, pero de nuevo, no era incómodo. No sabían como lograba que no fuera incómodo, pero eso les calmaba.
- кстати... I wanted to ask you if you want to go out with me. (Quería preguntarte si quieres salir conmigo.)
Y México como el pendejo que es, casi se resbala de la silla, ¿salir a donde en que forma y cómo?
- ¿Q-que? -tartamudeo mientras se daba a si mismo palmadas en el pecho, pues se habia atragantado un poco con la comida.
- If you want to go out with me anywhere to tell you about "it". (si quieres salir conmigo a cualquier parte para contarte sobre "eso") -volvio a repetir.
Estaba empezando a pensar que México si tenia ese 2iq.
- Ahh siii, claro. -dijo al entender y dejar de atragamtarse, sonriendo en grande.
¿Que pensabas, chaneque?
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Estaba enojado, siempre habia mirado a México y le ponía celoso el saber que su pequeño estaba en manos del ruso.
Rusia no debería tenerlo, o al menos eso pensaba él. El mexicano debería terminar a su lado, no a lado de otros países que no valian la pena. Y es que el también era de aquella lista que estaba en temas del amor por culpa del de emblema de águila.
Adoraba su cabello, su forma de ser, la amaba y le encantaba, lo único que no le gustaba del latino era el hecho de que no era suyo.
El asiático pensaba que el solo merecía estar a lado de tal momumento. Y es que, ¿quien no amaba a México?
