Capítulo 25

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Me removí en mi cama incómoda

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Me removí en mi cama incómoda. Anoche me quedé hasta las tantas con Derek en nuestra supuesta "cita" si así se puede decir. Sinceramente me la pasé muy bien, estuvimos un poco locos y nos tiramos a un río que bueno, era como una piscina. Nos empapamos mucho, bueno obviamente, anda que Ashley eres bien inútil. Hicimos una guerra de agua salpicándonos, terminé agotadísima, él se quedó conmigo en la cama a esperar a que me duerma y luego se fue a su habitación.

Me sentía húmeda ¿me había hecho pis? Fui al baño a hacer mis aguas menores, jeje me encanta esa frase. Y santito, sorpresa del mes, ¿quién venía cada mes? Andrés. Tenía que ser hoy, ahora que lo pensaba... ¡es la primera vez que me viene el período siendo mujer lobo! Los demás lo sabrían... ¡qué verguenza! No podía evitarlos, lograrían olerlo desde lejos. Tenía que quedarme aquí, encerrada en mi habitación. Me pregunto ¿y cuando lo tenían las demás? Dios mío, si Derek se enterase... ¡no no y no! no iba a salir en toda la semana si era necesario. Yo creo que esto es una maldición a las mujeres por ser tan perfectas. Cubrí mi rostro con mi enorme cojín y grité frustrada, en esta época se me antoja comer muchísimo y si no salgo de aquí moriré de hambre. Alguien tocó la puerta de mi habitación.

-¿Ashley? son las tres de la tarde y todavía no has bajado ¿estás bien?- Lydia. Era Lydia, ella me entendería ¿No?- ¿por qué no contestas?

Me bajé de la cama corriendo y abrí la puerta una velocidad que nadie se puede imaginar, la tiré del brazo para meterla en mi habitación y rápidamente cerré la puerta.

-¿Y eso a que ha venido?

-No puedo salir de aquí en toda esta semana, necesito que me traigas comida todos lo días. Si los chicos te preguntan, diles que tengo una enfermedad mortal que los podría matar a todos.

-Aja lo que tu digas. Uno, estoy segura de que esa enfermedad mortal se llama período, dos eres mujer lobo, no puedes enfermarte.

-Claro que sí, ¿Y ese virus que fue creado para matar a hombres lobo?- rodó los ojos.

-Eso no cuenta. Vamos Ashley, ¿cual es tu miedo?- suspiré y me tiré al puf.

-Tienen mega olfato, tengo temor a que descubran que estoy con la regla y se rían de mí- soltó una carcajada, al final es ella la que se ríe de mí, que cosas.

-Cariño, si eso me hubiese pasado a mí, créeme me habría ido a Rusia.- la miré.- ellos nunca se enteran de cuando estamos en nuestra época, simplemente no se esfuerzan en activar su lado lobuno, además todos están empanados.- sonreí.

-Pero... ¿Y Derek?

-Igual que los demás, tranquila- me puso una mano en el hombro- ni se inmutará.

-¿A qué esperamos? ¡bajemos!

Seguí a la pelirroja. Ella iba con un hermoso vestido de rosas rojas, en cambio yo, iba en tirantes y con un pantalón de chándal apretado, penoso lo sé. Mi pelo se encontraba con un moño desastroso, y lo era, los pelos se salían por todas partes. Pero cuando estoy de esta manera no me importa nada, enserio, solo quiero estar cómoda.

𝙇𝘼 𝘼𝙇𝙁𝘼 𝘿𝙀 𝙇𝙊𝙎 𝘼𝙇𝙁𝘼𝙎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora