Capítulo 29

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-Ya estamos- habló John

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-Ya estamos- habló John.

-¿Dónde estamos?- cuestionó Ashley.

-En la cabaña.

-¿Cabaña?- la bestia suspiró y se sentó en un tronco que había tumbado en el suelo.

-Aquí nacisteis Tina y tú. En aquel momento los hombres lobo estaban en guerra con los vampiros. Intentaban huir de ellos ya que estaban siendo perseguidos, y en el peor momento vosotras decidisteis salir- soltó una pequeña risita- Tina salió primero, ambas teníais unos ojos muy azules, tan claros como el cielo. Sin embargo con el paso del tiempo fueron oscureciéndose pasando a un marrón café.- se acercó a la alfa y la miró a esos brillosos ojos- pero tú no reflejas esa maldad en ellos- hizo una pausa- lo noto.

-¿Cuántos años tienes John?- lo miró curioso.

-Más de mil, no te podría decir la cuenta ya que la perdí hace tiempo. He convivido con tu hermana toda su vida, así que puedes deducir que conozco todo de ella. Antes era muy buena chica, te quería más que a nada, pero luego... ella cambió radicalmente. Cuando la sustituyeron los recuerdos por otros decidió tomar venganza, una que te afectaba a ti. No se puede solucionar este problema,- entrelazó sus dos manos por detrás- si quieres vivir en paz, tendrás que matarla.

-Quiero hacerlo pero...- suspiró- es mi hermana.

-Tú querías venir a acabar con esto, y es lo que harás ¿no?- la alfa asintió.

-Sí, debo ser fuerte- cerró los ojos con fuerza y a continuación los abrió- no lo dudaré ni un segundo.

-Sí, debo ser fuerte- cerró los ojos con fuerza y a continuación los abrió- no lo dudaré ni un segundo

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-Oye- Malia agarró del brazo a su primero pero este la ignoró- ¡eh!- se dio la vuelta enfadado.

-¿Qué quieres Malia?- contestó a la escandalosa exclamación de la chica entre dientes.

-Sé que estás mal y sé que cuando estás así quieres estar solo pero soy tu prima. Tengo derecho a acompañarte.

-No tienes derecho a nada, si quiero estar solo lo estaré.

-Pues no, no te dejaré solo.

-¡Tienes que hacerlo!- gritó enfadado enseñando los colmillos. Malia retrocedió asustada, él nunca la había gritado de esa manera.

𝙇𝘼 𝘼𝙇𝙁𝘼 𝘿𝙀 𝙇𝙊𝙎 𝘼𝙇𝙁𝘼𝙎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora