¡Miau Fefi! || Changlix

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Changbin

Me senté en la cama y mire mi cuerpo, no era igual que en el sueño. Que extaño.

- No soy un lobo, Félix - Rodé los ojos y trate de levantarme pero un suave maullo salió de los gruesos labios de mi híbrido.

Oh no.

- Amo - Su voz, su maldita voz de omega - Amo -

Nos está llamando, está llamando al alfa ¡Muévete Changbin!

- Lixi - Caminé cauteloso hasta pegar mi espalda al closet. Algo dentro de mí comenzó a  moverse y sin mi consentimiento un fuerte gruñido y una erección en mis pantalones fueron el detonante de Félix.

Con algo de velocidad, Él quito toda su ropa regandola por la habitación con su espalda pegada a las sabanas, pierna entreabierta y su cola entre estás.

- Alfa... - Susurro.

Con pasos lentos me acerqué hasta él. Mis dedos rozaron sus piernas, tan suaves y lisas como la primera vez que lo vi. Conecte mi mirada con la suya y puedo jurar que vi en el reflejo de sus ojos unos colmillos salir entre mis labios, y así que pase mi lengua por estos y, efectivamente, eran unos enormes colmillos.

Un gimoteo me hizo salir de mi debate mental entre si era o no un híbrido. Las manos de Félix se extendieron hasta mi como un bebé pidiendo atención a su madre, aunque no me molestaría que me llame papi mientras lo hace.

- ¿Qué quieres, bebé? - dije quitando su cola de  entre sus piernas así para poder comenzar a frotar.

- Quiero cachorritos tuyos, amo - Dijo mientras hacía un puchero .

- Pero tú eres mí cachorrito - Solté el cinturón de mi pantalón para atarle las manos - ¿Sabes que has sido un gatito malo bebé?

- ¿Yo? No eh sido malo, amo - Usó la voz de omega.

Muerdelo.

Y por primera vez en estas horas le hice caso a esa voz molesta en mi interior. Clave esos nuevos colmillos que salían de mi boca en su cuello. No sé como pero podía sentir su excitación, podía sentir su tristeza ante el embarazo psicológico; Mierda sentía su pene palpitar.

Me sentía extrañamente completo, y no sólo eso,  nos sentía conectados.

- Te amo - Sollozo, miré sus ojos repletos de lágrimas, su labios rojos y esponjosos, miré sus orejas y cabello despeinado y pensé ''Sí, tal vez siquiera ser el alfa de mi omega''.

- Te amo -

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Besé su cuello sobre la mordida que creé, estaba inflamada y con líneas delegadas de sangre, pero para mis ojos y pecho era lo más hermoso que había visto (Claro aparte de Félix)

Con cuidado quité mi junto con mi boxer así dejar libre mi erección. Debo admitir que incluso se veía más grande. Con cuidado de no hacerle daño entre en él,  podía sentir nuestra excitación. La mía, la de él, la de ambos.

Solté sus manos dejando a un lado el cinturón que antes tenía apresada sus manos. Con movimientos lentos comencé a penetrar a mi gatito, tan lento y duro que estoy seguro que lo hare llegar en segundos.

- Alfa... más - enredó sus piernas en mi cintura enterrando sus talones en mi espalda. Sus manos pasaron por mi nuca así juntar amabas bocas.
Lengua con lengua nuestro momento de sexo se volvió una desesperante danza. - Más...más amo -

Salí de su interior escuchando un cómico chapoteo, me recosté en la cama y dejé que mi bebé hiciera todo el trabajó. Moviendo sus cadera  de un lado a otro, de adentro hacía afuera como si de una sensual balada se tratará. Tal vez un tango que gustoso bailará con él.

- T-tan grande... - Saltos bruscos comenzó  a crear mientras gritaba de placer. Y es que ahora (Por muy extraño que suene) sentía como mi lindo gatito sentía como mi lindo gatito sentía placer, amor, tristeza, felicidad, y sobre todo sabía que hacer para volver loco.

- En cuatro - es extraña voz me dejaba de salir de mi boca. Era casi una voz dominante.

Mi gatito mostró su cuello mientras hacía lo que pedía, y sin poder evitarlo volvió a enterrar mis colmillos en su cuello, tal cual enterre mi pene en su apretado ano.

- Y-yo a-amo... - una pálida tira de semen salió de mi pequeño, sus piernas temblaron y sus ojos se  cerraron mientras mordida su labio.

- Fefi~ -  gemi corriendome dentro de él. Sentía como mi pene se agrandaba a tal punto de quedar atascado dentro de él - Fe-Felix... ¿E-estas bien? ¿Qué...Qu-qué está pasando?

Con algo de miedo me senté en la cama con él aun sobre mí.

- Me estás...CHANGBIN - Susurro con una voz temblorosa. Sus ojos conectaron con los míos  con algo de temor en ellos.

Acabó de anudar a Felix