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Changbin

No entendía que pasaba conmigo. Sentía un extraño olor salir de mí (Algo a café y pasta de dientes, tal vez), una inmensa ganas de gruñir me invandian al sentir ese dulce aroma a fresas de Félix.

Díos, tenía una inmensa ganas de tener sexo sin saber por qué? Desde que ese gato con vola coqueta llegó a mi vida no dejo de sentirme extraño, como si quisiera morderlo a cada rato, como..... como si quisiera unirnos por completo.

Esa noche, esta noche fue distinta a otras, Félix olía a ese rico pastel de cremas y fresas que servían en esa cafetería frente al centro comercial, podía escuchar su suave voz llamandome, no en mis oídos sino lo sentía... lo sentía en mi pecho.

Quité mi camisa sintiendo un calor abrumador dentro de las cuatros paredes de la habitación, sudor corría por mi frente y pecho, los pantalones me apretaban adelante y bajos gruñidos salían desde mi pecho.

No podía más, lo necesitaba, necesitaba a mi gatito, ahora.

Caminé a paso lento hasta la sala donde se encontraba un ovillo de mantitas con adentró Lee Félix ¿Qué mejor regalo?

- Amo... - sus mejillas estaban rojas y llevaba sus lindos ojitos empañados en lágrimas.

- Hasta aquí, no más. Te necesito -  Okey sí, hasta yo me asusté.

Por alguna razón mi voz salió más grave y con un toque ¿Sexy? Sí, ¿Porqué no?

El cuello de mi pequeño se hizo visible haciendo que mi boca se hiciera agua.

Tomé con algo de brusquedad a Félix llevándolo hasta nuestra habitación. Su olor se intensificó y podía sentir su lubricante mojar mis manos.

- ¿Qué mierda me pasa? - le pregunte lamiendo y mordiendo su cuello una y otra vez, mis dientes siguen en la marca que hice hace semanas ¿Cómo es que sigue ahí?

- No lo sé, solo no pares - gimio abriendo sus piernas y mostrando su cuello.

Me sentía tan caliente. Tan dominante sintiendo su cuerpo  temblar bajo el mío. Quería dominarlo por completo quería lamer su cuerpo, hundimre dentro de él y drogarme con su exquisito  olor. ¿Desde cuando huele  tan bien?

- Ah... mierda, quiero partirte el puto culo - Apreté sus nalgas y podría afirmar que deje las marcas de mis dedos allí. Tenía una inexplicable (Como todo lo que estaba pasando) fuerza en mi cuerpo que no podía controlar - En cuatro-

Gimió con algo de temor mientras giraba en su lugar dejándome ver su espalda y ponposo, húmedo y rojo culo.

- ¿Ch-Changbin? - Susurró

Apenas pude salté lejos de su cuerpo no podía hacer esto, mierda, estaba a punto de follarlo ¿A la fuerza ¿Era a la fuerza?

Mío

Escuche una ronca voz como la había escuchado con la de Félix. No en mis oídos sino en mi pecho.

Mío

Un extraño ardor o rasguño sentía en mi abdomen como si intentará salir algo.

-¡¿Qué me está pasando?! - Grité desesperado. Todo me daba vuelta. Su olor, mis ganas de follar, ese extraño olor en mí, esa voz en mi interior, los rasguños. Me sentía tan enfermo y cansado que no noté cuando deje de seguir despierto.

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Oye.

Mire a mi alrededor pero todo era  nergro, frío, olía a pino café y pasta de dientes.

Oye, estúpido humano.

-¿Quién habla? - Susurré com temor, pues unos grandes amarillos ojos me veían entre toda esa oscuridad ¿Qué eres?

Soy tú, tu lobo, tu otra mitad.

-¿Qué? - Volví a mirar a mi cuerpo que al parecer sólo tenía pelos por todos lados. Mis manos eran unas grandes patas y un molesto hocico de perro no me dejaba ver por completo a bajo.  -¿Qué me sucedió?

Tú creaste esto, Seo, me has creado al morder a ese lindo gatito.

-¿Dices que soy un híbrido? - No puedo creerlo, debo ser sólo un sueño.

Eres un híbrido creado, naciste del amor de Lee Félix, un gato de sangre azul, y tú, Seo Changbin, quien en un pasado tus ancestros eran parte de nuestras vidas.

Eres un lobo, Seo, sólo que dormía en ti. Me volviste a crear, me despertaste, me reviviste con aquella mordida. Su sangre es fuerte, tanto que has vuelto a tus ancestros.

- Estás jodiendo - Reí como si de un loco se trataste - Soy Seo Changbin, el ser humano más ordinario que pude haber existido en la vida.

Eres el híbrido más fuerte que puedo existir en la otra vida.  Hijo único. Hijo del que perdió su lado cambia formas por amor.

- Soy Seo Changbin, novio y amo de Lee Félix, mi gato - susurre sintiéndome despertar.

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Abrí mis ojos encontrándome en mi propia habitación. El olor a fresas y cremas se sentía en mí nariz, creo que podía oler algo de durazno cerca. Aún no podía entender que fue ese sueño tan bizarro, el como imaginé a ese extraño lobo de brillantes ojos, o el cómo pensé ser uno de ellos. ¡Vamos! Ni en mis sueños más absurdo pensé en ser como uno de los Félix. Mi deber era amar y cuidar a un híbrido no ser uno de ellos.

Vi a mi gatito mirarme con sus ojeras bajas y sus ojos llorosos. Tocaba mi cabeza y debes en  cuanto escuchaba hipar por el llanto.

Sus suaves ronroneos calmaban con rapidez mi pesado corazón.

-¿Qué sucedió? -

- Al fin despiertas, tenía tanto miedo - Sollozo tirándose sobre mí - ¿Porqué nunca me dijo?

- ¿Decirte qué? -

- ¿Cómo que, qué? Que eres un lobo, hyung - Sonrió.

Lobo...¿Yo?

¡Miau Fefi! || ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora