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MARATÓN 3/4

Dos días para la luna llena

Hoy era día de transformación. Los sentidos estaban intensificados, estaba listo para soportar el cambio de humano a animal.

- Chicos, vengan - Caminaron al lugar donde un frondoso pasto hacía presencia. Húmedo, frío y de un buen olor. El pasto era parte del animal, parte de la calidez,  sus pechos y tardes de juegos - Hoy es la transformación, la mayoría  de ustedes saben cambiar de forma, saben como hacerlo. Changbin -

- Sí -

-Quiero que te pongas en el centro - Hicieron un círculo tomando sus manos - Quiero que pienses en ti como lobo. En tu peaje, en los colores de tus ojos, el largo de tus garras, en tú húmeda nariz, en tu altura -

Todos reportaron ondo, los saltamontes los rodearon como peatones en el centro comercial. Los pájaros cantaron con alegría, y las aguas del río se hacían notar cada vez más.

''Soy un lobo'' era el pensamiento de Changbin. Él era su lobo y lo había visto. Negro, alto, de ojos amarillos, dientes largos y gruesos. Era el típico lobo solitario, vivía en frío, en los más profundo de su ser. Largas orejas que terminaban en punta, la cola nunca se me vio mas y era igual al pelaje que poseía.

- Soy...Un... - Se sintió caer al suelo, se creyó inconciente, más no noto que sus manos crecían y pelo salían de estas, como sus ojos caminaban de color como su caballo se volvía grueso, y no era coreano lo que salí a de su boca - Lobo -

- Eres un lobo - Hablo la mujer convirtiéndose en una alta pantera y de ojos en líneas.

El resto también lo hizo, menos Félix. Él seguía de pie mirando a Changbin, ncon esos ojos brillantes y con destellos claros, esos mismos ojos que hicieron que Changbin se lo llevará a casa por primera vez, eso mismos ojos que lo enamoraron.

Se acerco al gran lobo, estirando su mano temblorosa, esperando que no lo atacará. Tocó el pelaje, grueso pero sin perder la suavidad y el mismo aroma que el de su amo.

- Changbinnie...Eres un lobo - Sonrió con lágrimas en sus ojos para luego lanzarse a él. Se amaban, eso era todo. No hacía falta nada más para ser uno con su lobo. No necesitaba entrenamiento, o las faltas de horas  de sueño, o intentar controlar su voz de mando para que el resto no le temieran. Solo hacía falta amor, hacía falta que se mirarán a los ojos como lo hacían ahora. Como lo harán siempre.

- Eres mi lobo, mi alfa, mi amo, mi Channie - Sonrió besando el costado del osico de Changbin.

Somos tuyos Félix. Te amo.

- Y yo a ti - Sonrió convirtiéndose en un elegante gato esponjoso. Era bastante simpático si lo veías de cerca. Todo despeinado, rebelde, con sus garritas finas salir con valentía, su pequeño ceño fruncido y sus colmillos mostrándose.

Él era Lee Félix, un gato de la familia más poderosa entre los híbridos de gato. Un gato con complejo de pelusa, mascota, pareja y omega de Seo Changbin. Amo, compañero, alfa, cazador y humano.

Entonces supieron que estaban listos para la luna llena y para las maravillas de ella.

¡Miau Fefi! || ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora