Capítulo XXVI

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—¡¡Victoria!! ¡TU HIJA ESTÁ LLORANDO!— Se quejaba Beck a un lado suyo.

Compartían la misma cama, pero Tori evitaba tener cualquier tipo de roce con el muchacho.
Se estiro un poco, prendió la lámpara que estaba a un lado suyo y se dirigió a la cuna. Ahí estaba la pequeña. Elizabeth, llorando. Tori, sonrió tan solo un poco para después tomarla entre sus brazos y llevarla a la sala.
Una vez ahí, comenzó a acariciar su pequeña espalda lentamente, tomó asiento en el sofá, y observó a su pequeña. Jamás había estado tan enamorada de otro ser humano, como lo estaba de la pequeña. Quien comenzó a quejarse nuevamente porque tenía hambre.

La pequeña observaba a Tori como si fuera el ser más hermoso y perfecto del universo mientras comía. Esa mirada que ya conocía, estaba ahora presente en una bebé de dos meses. Tenía los ojos de Jade y su color de piel, pero todo lo demás era Tori.
Tori derramó un par de lágrimas, no sabía cómo se había permitido terminar aquí. Con una persona que no amaba, viviendo a la fuerza. Pero, soportaría todo aquello con tal de que no le arrebataran a esa bebé que amaba con toda su alma.

Cuando la bebé notó que su madre lloraba, comenzó a hacer pucheros. A lo que Tori asumió que sabía por lo que estaba pasando. Y se sintió comprendida. Ambas estaban en esto. Teniendo que soportar cada una de las decisiones de Beck y su padre.

Beck presumía una relación "perfecta" donde la bebé estaba incluida. El padre de Tori le había conseguido un muy buen trabajo, así que prácticamente Beck era el chico más abusivo que existía al parecer de Tori. Tenía que soportar sus estúpidos comentarios TODO el tiempo, sus malos tratos para después salir y decir que tenían la mejor relación del universo. En eso se basaba la vida de Tori desde hacía tiempo. Y estaba cansada de seguir con tal estupidez. Pero tenía un impedimento. Si abría la boca, le quitarían a su bebé. Que era lo que la mantenía de pie. Aunque ya no quisiera seguir más con toda esta farsa.

Y comenzó a cantar una y otra vez, la misma parte de una canción.
“Estoy tan cansada de amar a alguien que no es mío”
“Sé que nunca te encontraré de nuevo”

Su padre, siempre se empeñaba en culparla de cualquier situación, por más minúscula he insignificante que fuera. Todo era culpa de ella, pero no podría opinar nada al respecto. Vivir así era todo un asco. Viviendo atrapada. Con la misma rutina una y otra vez. Volviéndola loca cada vez más. Estaba realmente frustrada. Saldría de esto, tarde o temprano.

You Don't Know Me (Cancelada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora