Capítulo XXIX

1.1K 98 9
                                    

Ahora era un ser inestable. Dudaba de si podría lograr ir a aquella casa y ver a la persona que le gustaba y que por supuesto amaba. Quería no hacerlo, no quería que Vega le viera de aquella forma. Pero también quería verla y darle un abrazo, de igual manera tenía muchas ganas de conocer a su bebé. Jade estaba enferma. Su aspecto era fiel prueba de ello. Incluso había bajado de peso. No tenía la misma fuerza de antes. Y sus pocas horas de sueño también cobraban factura. Simplemente se había descuidado demasiado, que ni siquiera podría reconocerse. 

Pero su objetivo era claro. Llegaría a esa casa cueste lo que cueste. Tomó algo de ropa y la puso en su mochila.

Y emprendio aquel viaje, para ver, nuevamente al amor de su vida. A su Tori.
Cuando por fin estuvo fuera de aquella casa, sintió a su corazón comprimirse. Pero, no podía dar marcha atrás. Tenía que hacerlo. Porque era algo que quería. Tocó la puerta, con bastante dificultad. Para después encontrarse con un rostro familiar.

—Hola, Vega— segundos después se vio rodeada por los brazos de Tori, así que correspondió. Olvidaba como se sentía estar cerca de Vega, abrazarla. Y tenia un aroma a frutas, bastante nuevo, tal vez no solía usar ese perfume antes. Pero le agradaba, era justo como algo que Vega usaría.

Tori se apartó de Jade y cerró la puerta de inmediato. Jade, quedó algo confundida, pero no dijo nada. Debía admitir que Tori había cambiado en algunas cosas, se veía más madura, pero sabia que algo de ella no andaba bien. Se veía un poco falsa. Como tratando de ocultar algo.

La casa era bastante grande. Había sido un obsequio de David Vega, para la "feliz pareja". La casa lucia elegante, limpia, con un aroma poco usual para Jade. Está casa tenía un aroma a bebé. A SU bebé. Tori no había dicho ninguna palabra. Hasta que escuchó a la bebé llorar.

—Supongo que venías a conocerla, perdón por no haberte informado de su nacimiento, yo...— yo no tuve el permiso de avisarte Jade, si lo hacía, me quitarían a la pequeña. —Yo, estuve ocupada.—

—No vengo únicamente por ella. Sí, es uno de mis motivos para venir aquí, pero quería verte también, Vega.—

—Ahora vuelvo...— Dio la vuelta, subió las escaleras y llegó a la habitación donde estaba la pequeña bebé. Que seguía llorando hasta que pudo notar la presencia de su madre. —Alguien vino a verte. Seguro va a agradarte— llevó a la pequeña en brazos.

Cuando llegó a la sala de estar, vio a una Jade, con la mirada perdida en algún punto del suelo, esa era su Jade, pero se veía bastante mal.
Trató de dejar pasar aquello y fingir que no había notado nada inusual.

—Jade...— Habló de manera firme, pero dulce, logrando llamar la atención de la chica gótica. —Ella es... Elizabeth... —

Jade juró que su corazón saldría de ella en cualquier momento. Cuando estuvo frente a Tori y vio a la pequeña no dudo en tomarla. Jamás había cargado a un bebé, jamás se había sentido tan extraña y feliz de ver a un ser tan pequeño. Los bebés no le agradaban. Pero esta vez fue distinto.

You Don't Know Me (Cancelada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora