Capítulo XXIV

1.3K 96 3
                                    

—Jade...Tengo hambre—

—¿Y qué se supone que deba hacer ante tu petición?—

—Traerme comida—

—UUUUGGGHHHH, ¿POR QUÉ? Es la parte más interesante del libro, ¿puedes esperar un par de minutos?—
Cada día que pasaba Tori se volvía más insoportable y no sabia si se debía al embarazo o a otra cosa.

—No puedo esperar Jade, el bebé tiene hambre—

—¿No hay nadie más que pueda ayudarte? ¿Por qué yo? Ni siquiera
es mi bebé... —

Golpe bajo para Tori.

“Estúpida Jade, después de ti, no he estado nadie más"

—¡Tienes razón! NO TIENES PORQUE AYUDARME, FUE UNA IDEA ESTÚPIDA EL CREER QUE QUERRÍAS ESTAR CERCA DE TU HIJO, ¡FUI ESTÚPIDA, NO TE IMPORTA NADIE MÁS QUE TÚ! Siempre es así, no sé porque creí que ibas a cambiar—

—¿QUÉ HAS DICHO, VEGA? ¿Es mío? ¿De verdad? Yo ahh—

Tori se golpeaba internamente, acababa de decir una estupidez, pero era real.

—¡YO ME LARGO! —Tomó sus cosas, para después salir de la casa.

Dejando a una Jade confundida y con un extraño sentimiento.

Si lo que Vega decía era real, tendría un bebé con la persona que amaba.
Un bebé con Vega. Y Jade comenzó a llorar, era algo bueno, una de las pocas cosas realmente buenas de su vida. Ese bebé y Vega.

Corrió tras ella. Hasta que pudo alcanzarla. Le pidió que volvieran a casa y que dieran un paseo en auto.
Ninguna decía nada. Hasta que Jade decidió aparcar el auto en una calle poco concurrida. Podía ver el atardecer, era hermoso. Pero ahora no había tiempo para contemplarlo.

—Lo siento mucho, Tori. Yo no sabia, y si es real lo que me has dicho, quiero estar contigo, con más razón ahora.— Se dio media vuelta, para toparse con el rostro de Tori, sus mejillas estaban algo rojas porque la chica había llorado. Jade se inclino un poco y con una de sus manos limpio una lágrima escondida a un lado de su nariz.

Por primera vez no estaba huyendo. Se sentía orgullosa de si misma. Y cuando dejo de pensar en sí. Vio a aquella chica, que la miraba anhelante, junto sus labios con los de Vega.

Recordaba como era besarla. Dulce y al mismo tiempo con un poco de ansias. El sabor a sal de una de las lágrimas de Vega, se había colado entre sus labios. Pero realmente no le importo. Jamás quería alejarse de Tori. De su Tori.

Y profundizo el beso. Sintiendo qué cada vez necesitaba más de la otra chica. Pero esta vez era distinta a la anterior. Sentía amor, no lo estaba haciendo por un reto, o para que dijeran que era cobarde.
Hizo una seña a la chica de cabello castaño para que se moviera de lugar.

Tori, se sentó en sus piernas de frente. Sin romper aquel beso lleno de hambre. Dios. Vega la volvía loca. Posiciono ambas manos en las caderas de Vega, la sujetaba como si fuese a perderla. Y nuevamente sentía que se estaba quemando. Bajó una de sus manos para recorrer el asiento del auto, e hizo el asiento hacia atrás, ahora estaba casi acostada con Vega sobre ella. Besándola, con una evidente necesidad.

Y el atardecer finalizó para dar comienzo a la obscuridad. A la noche.

No había transeúntes.

Y ambas se necesitaban con desesperación. Pero Jade se detuvo. El bebé.

—Sé en que piensas. El médico dijo que no había problemas, siempre y cuando fuese con cuidado. —

Y una vez que escuchó esto, sabia que debía poseer a Tori.

Bajo el pantalón y la ropa interior de la chica, con mucho cuidado para no lastimar al amor de su vida y a su bebé. Le encantaba como sonaba aquello último. Tori le ayudo a bajar su pantalón y su ropa interior. Para dar lugar a ver la gran erección de Jade. Se levantó un poco y se vio penetrada lentamente por la chica gótica.
Tori hizo unas pequeñas muecas de incomodidad, pero después fue atacada por los labios de su amada.
Jamás creyó necesitar tanto a alguien. Vega era su cura y su perdición. ¿Podría justificar el amor que sentía hacia ella? ¿Los demás la comprenderían?

Jade seguía dentro, sin moverse. Se limitaba a besar con intensidad a su amor. Y mierda, necesitaba tan solo un poco más. Apretó sus manos sobre las caderas de Vega y le ayudo a moverse de arriba hacia abajo. Lento, jodiéndola a cada instante. Era una lenta tortura, que únicamente lograba llenarla de más placer. Y los labios de Tori también le hacían perder el control. Pasó sus manos por debajo de la sudadera de la chica menor y enterró un poco sus uñas.

Lo hicieron lento, pero entregándose cada centímetro y cada parte de ellas. Dando cada muestra de amor, como si eso pudiese evitar separarse. Jade se sintió amada, como nunca antes. Y Tori se sintió tan feliz.

Pero la felicidad no dura para siempre.

Al menos, no si Beck había visto aquello cuando iba en busca de Tori.
Tomó su teléfono y realizó una llamada.

****
Para esta parte deben insertar
Fetish. Que me dio inspiración.

You Don't Know Me (Cancelada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora