Hello Happy Camp

Memorias de una tsudere y una amante de los conejos.

Normal Pov.

Siguiendo con la pareja #3…

Himari estaba abrazada de Ako quien trataba de ver el camino. Ako se preguntaba cómo le estaba yendo a Rinko pues ella estaba con su hermana y podía intuir que tal vez algo saldría de esa conversación.

—¿Falta mucho Ako-chan?— pregunto Himari nerviosa.

—Apenas estamos entrando…— respondió Ako.

Himari suspiro en señal de fastidio, Himari era una chica que no soportaba la oscuridad y mucho menos la idea de vagar en medio de un bosque oscuro. Aunque para su alivio estaba en compañía de una amiga, bueno amiga es un término bajo respecto a su relación.

Himari ya tenía un tiempo que estaba saliendo con Tomoe la hermana de Ako, aunque esta última no sabía esto debido a un acuerdo que Himari y Tomoe juraron. Este acuerdo era mantener oculta su relación de Ako al menos hasta que pasara cierto tiempo, eso o que la misma Ako supiera que era el amor…

—¿Te puedo preguntar algo Hii-chan?

—C-claro Ako— Himari estaba nerviosa por la oscuridad más que por su “cuñada”.

—¿Hace cuanto tiempo que tú y onee-chan están saliendo?

—¿¡Eh!?— exclamó Himari casi apartándose de su cuñada. —¿Cómo lo supiste?— pregunto confundida.

—Escuchaba sus conversaciones en la casa, más para ser específica sus intentos por ocultarlo de mi.

Himari estaba contra las cuerdas no sabía que responder, ella pensaba que Ako ahora la odiaba por mantener tan gran secreto para si misma.

—Y-yo…— Himari intento apartarse de Ako aunque para su sorpresa está se acercó a ella y le dio un abrazo.    —¿eh— pregunto Himari todavía más confundida.

—Estoy feliz de que seas tú, digo eres como una segunda hermana mayor para mi— expreso Ako con felicidad.

—Lo siento Ako, es solo que Tomoe y yo teníamos miedo de lo que pudieras decir de nosotras…

—¿Por qué?

—Bueno es que… debe ser raro ¿no? Que una mujer te guste.

—¿Lo es?

—Bueno, yo pensaba eso hace un tiempo, aunque ahora…— Himari paro por un momento y recordó sus momentos con Tomoe por lo que inconscientemente una sonrisa se dibujo en su rostro. —Ahora no dudo de mi amor por ella.

Ako sonrió ante lo dicho por Himari y volvió a darle otro abrazo.

—Cuídala, mi hermana es muy importante— dijo Ako tomando el brazo de Himari.

—Claro que eso haré— dicho eso Himari también tomó el brazo de Ako y así ambas siguieron el trayecto.

Mientras tanto la pareja #4…

Arisa caminaba algo cansada pues su pareja solo se entretenía mirando el oscuro bosque y sus alrededores, al contrario de ella que solo quería salir lo más pronto posible para evitar seguir con ella.

¿Arisa odiaba a Tae? Se podría decir que si y no ¿Por qué no? Bueno eso es algo complicado…

La historia de Arisa y Tae es algo extraña y algo revoltosa, pues hay muchos sucesos que las puso juntas por una u otra razón, el primer concierto en el festival de Poppin*Party, las cuantas de veces que Tae iba a casa de Arisa para pasar el rato, el incidente de los conejos en su escuela, la ida al mar junto a Eve, Hagumi y Kokoro, entre otras cosas más…

Tal vez aún sigas confundido pero se simplifica más de esta manera, Arisa podía ser gruñona y algo Tsundere pero no era ciega ni mucho menos tonta, después de todo Arisa era alguien que sabía apreciar la belleza. Y pues en este caso ella había visto belleza en alguien como Tae, en pocas palabras se había enamorado a primera vista y le deba pena admitirlo.

—Arisa— Tae llamo a la nombrada.

—¿Qué?— pregunto Arisa con fastidio.

—¿No crees que esta planta es linda?— pregunto la amante de los conejos.

—Es linda— dijo ella. «Aunque no tanto como tú» pensó ella.

Arisa había desarrollado estos sentimientos desde que Tae entro (irrumpió) a su casa para la cena, al principio se planteó muchas preguntas pero después de varias cosas sucedidas fue que se dio cuenta.

«Caí enamorada de alguien tan tonta y densa como ella» pensó Arisa mientras todavía recordaba como había sucedido eso.

Mientras ella pensaba eso Arisa seguía caminando sin mirar a su alrededor lo que le costó no mirar la caída que tenía enfrente.

—¡Arisa cuidado!— exclamó Tae jalándola hacia ella.

Arisa no tuvo tiempo para enojarse ya que había caído en un lugar suave y esponjoso.

—¿Estas bien, Arisa?

—Si solo fue un leve golpe— dijo Arisa sobándose la cabeza.

Arisa observo a Tae y miro como está se había hecho un corte en su brazo.

—¡Oye!— exclamó Arisa.

—¿Qué sucede?— pregunto Tae como si nada.

—¿Cómo que qué sucede? ¡Tu brazo esta sangrando!— exclamó ella.

—Estoy bien, aunque me preocupa más saber si tú lo estás.

Algo dentro de Arisa se movió, se movió muy rápido, tan rápido como esa vez que la vio.

—¿Por qué?

—¿Hmmm?— expreso Tae ante la pregunta de Arisa.

—¿Por qué tú? Siempre, siempre eres así.

—¿Arisa?

Arisa rompió algo de su vestido y lo utilizo como un vendaje alternativo. Tae solo se dejó atender sin rechistar.

—¿Arisa?— pregunto Tae al ver a Arisa quien estaba llorando.

—¿Eh?— Arisa lo había notado, estaba llorando.

—¿Estas bien? ¿Tienes miedo? Si quieres podemos…

—¡Ya basta!— exclamó Arisa.

Tae se quedó en silencio ante aquel grito propiciado por Arisa.

—Solo ya basta, basta de que seas amable conmigo ¿Por qué? ¿Por qué eres amable conmigo? Soy mala y grito mucho, soy muy dura con los demás en especial contigo…— las lágrimas seguían cayendo por el rostro de Arisa.

—Yo lo hago porque me caes bien, además que nunca me ha importando el trato que me das.

Arisa miro de nueva cuenta a Tae quien ahora a pesar de la oscuridad y la situación estaba sonriéndole.

—En serio ¿Por qué me enamoré de ti?— finalmente Arisa soltó esos sentimientos que tenía guardados desde hace mucho.

Tae solo giro su cabeza esperando encontrarse con alguien más, tal vez con Kasumi, Saya o Rimi. Luego de no verlas se señaló a si misma.

—¿Yo?— pregunto Tae.

Arisa solo confirmo con un movimiento de cabeza. Tae pensó muy bien la situación pues al igual que Arisa ella también tenía sentimientos por la rubia…

Estos sentimientos nacieron desde todavía tiempo más atrás, más para ser exactos desde la infancia, pues Tae de alguna manera conoció a Arisa en su infancia, aunque esta última no lo recordaba porque nunca se vieron de frente.

Flashback.

Tae Hanazono durante su infancia tenía la costumbre de comprar helado con su madre al terminar sus lecciones de piano, aunque un día esto cambio por completo la vida de Tae…

Durante un día lluvioso Tae salió de sus clases sin el acompañamiento de su madre pues está se había quedado en casa por razones ajenas, por lo que la Hanazono menor tuvo que regresar a casa por si sola. Para hacer peor el asunto ella no tenía un paraguas por lo que corrió por las vacías calles bajo la lluvia, esto fue durante las primeras calles al menos hasta que la lluvia decidió empeorar, esto desánimo a Tae y la hizo llorar, tanto que llamo la atención de alguien…

—¿Por qué lloras?— preguntaba una joven rubia que pasaba por ahí con un paraguas en mano.

—Es que…— Tae intento articular una frase pero por estar llorando no podía hacerlo bien.

Aquella joven rubia suspiro y se acercó a la joven Tae extendiendo su paraguas.

—¿Para donde vas? Digo para tal vez llevarte o dejarte cerca— decía aquella joven rubia para después darle una sonrisa cálida.

—Yo vivo una dos calles cerca de aquí— dijo Tae quien se había tranquilizado.

Durante su breve trayecto Tae hablo de su gusto por los conejos, porque había salido corriendo bajo la lluvia y demás cosas triviales. Por su parte la joven rubia solo se entretenía escuchando a Tae.
Pasado el trayecto ambas se despidieron.

—¡Gracias!— exclamó Tae.

—No te preocupes.

—¿Puedo saber tu nombre?— pregunto Tae.

—Mi nombre es Arisa Ichigaya— dijo esta última para posteriormente irse.

Tae no pudo decirle su nombre pero ese día había descubierto dos cosas, el amor y a quien le había robado su corazón…

Fin Flashback.

Arisa y Tae siguieron su camino sin hablar de lo antes sucedido, aunque rumbo al final fue cuando esté silencio se rompió.

—Otae— dijo Arisa llamando su atención.

—¿Si?— pregunto Tae acercándose a Arisa.

Arisa no lo dudo y beso la mejilla de la amante de los conejos. Por su parte Tae solo podía estar confundida, no sabía si sus sentimientos eran correspondidos o si su amiga lo hacía como agradecimiento.

—Arisa.

Arisa atendió el llamado de Tae y se acercó nuevamente a ella. Cosa que la última aprovecho para abrazarla y posteriormente darle un dulce beso en los labios.

Arisa se quedó en shock ante esta acción, sus opciones en ese momento eran dos: gritarle a su amiga sin “ninguna” razón o seguir su juego y darle otro beso. Arisa sabía que ser Tsundere sería inútil en este caso por lo que siguió un viejo consejo que le habían dado.

«Deja que tus acciones hablen por ti misma, no lo pienses tanto» Recordó Arisa las palabras que Saya le había dado hace un tiempo cuando hablaban del amor.

Arisa dejo sus dudas y “tacleo” a Tae para devolverle aquel beso.

—¿Arisa?— pregunto Tae confundida.

—Olvidaste darme tu nombre aquel día, tonta.

Tae se sorprendió por lo dicho por Arisa, pues ella daba por hecho que esta última la había olvidado.

—Pero yo pensé que tú…— Tae fue interrumpida por Arisa quien la silencio con otro beso.

—No arruines el momento.

—Te amo, Arisa.

—Yo también, Otae.

Arisa y Tae se levantaron y continuaron su última parte del trayecto de esta extraña prueba de Kokoro…

Por su parte la pareja #5…

Lisa iba aferrada del brazo de Hina, no era secreto que ella era mala con los lugares oscuros y las cosas paranormales.

—Lisa-chi ¿estas bien?— pregunto Hina a su compañera de clase/amiga.

—Si, es solo que…— se detuvo al escuchar los ruidos de la fauna nocturna. —Odio esto.

Para Hina era la primera vez que escuchaba a Lisa decir la palabra odio con un tono muy específico.

—¡Ya se! Hablemos de cosas random para matar el tiempo y pasar el recorrido en paz ¿te parece?

—E-esta bien.

—¡Muy bien! Primero antes que nada…— Hina se acercó a Lisa y le susurró. —¿Cuándo tienes planeado confesarte a onee-chan, Lisa-chi?

Lisa casi se atraganta con su saliva al escuchar eso.

—¿¡Que!?— exclamó Lisa.

—Eso ¿Cuándo se lo dirás?— pregunto nuevamente Hina a Lisa.

—¿Pero como? ¿Cuándo?— preguntaba Lisa muy confundida.

—Lisa-chi eres un libro fácil de leer, en cierta medida eres igual de fácil de leer como Aya-chan.

—¿Tu lo sabías?

—Me tomó algo de tiempo averiguarlo, y eso fue en parte gracias a Aya-chan y Yukina-chan.

«Debo dejar de contarles todo a ese par» pensaba Lisa.

—Eso y que frecuentas mucho nuestra casa, además que onee-chan siempre habla de ti, y cuando lo hace tiene una mirada bastante iluminada.

Lisa se ponía roja con cada cosa que Hina mencionaba, Hina era muy mala leyendo ambientes y este no era una excepción. Tal vez ahora Lisa comprendía un poco a su pobre amada con respecto a soportar a su gemela.

«Pobre Sayo» pensó Lisa.

Lisa suspiro, tal vez era inútil seguir negándolo por lo que se dedicó a hablar con Hina acerca de su romance (su progreso) con Sayo…

Por su parte la pareja #6…

—Maruyama-san…— llamo Sayo a la peli-rosa.

—¿S-si?— pregunto asustada.

—¿Hina a hecho algo raro para molestarte?

—Emmm, lo último raro que hizo fue invitarme al cine y luego a comer, para finalizar con ver ropa— contesto Aya nerviosa.

—Maruyama-san eso es una cita— menciono Sayo.

—¿Ci-cita? Pero Hina-chan no sabe leer el ambiente.

—En ese tal vez tienes razón, pero te diré algo que solo yo sé.

—¿Si?

—Hina tiende a molestar mucho a la gente que ama, lo hace conmigo, lo hace con Imai-san y lo hace contigo, aunque contigo el caso es muy especial— decía Sayo recordando lo que había escuchado.

«Hina ama a Aya» pensaba Sayo.

Sayo pudo haber tenido problemas con su gemela en el pasado pero ahora era otra historia, ella había cambiado gracias a las chicas de Roselia aunque más en especial por Lisa Imai, quien tocó la parte más sensible de la peli-menta mayor.

«Vaya ironía, al final termine enamorándome y actuando igual que Hina» pensaba Sayo mientras miraba las estrellas.

Sayo siguió su trayecto con Aya, Sayo solo se dedicó todo el camino a desearle suerte a Aya, aunque esta última no entendía porque…

Continuará…