Nueve.

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—¡Eso no se puede mostrar en este horario!

—Es un programa Japonés, Michael. Nos llevan horas de diferencia.

—Pero no deberían pasarlo a nivel mundial. Esta desnuda y encima está cocinando.

—Sí, pero...

—¡Cámbialo! —gritó y reí.

Él  se ponía muy nervioso cuando estaba con chicas, bueno, y también se ponía nervioso cuando veía chicas desnudas.

—Creo que iré a visitar a mi familia.

Me paro y  dejo el recipiente de plástico en la cocina. Era tiempo de alejarlo o alejarme.

Voy a mi habitación con pasos largos y cierro la puerta sin hacer mucho ruido.

Extraño mucho a mi familia, extraño los estúpidos refranes de mi madre acerca de los números, extraño a mis pequeños sobrinos corriendo por toda la casa, extraño los gritos de mi padre cuando su equipo de soccer favorito perdía.

Oh ni hablar de ese jardín trasero, que había construido una gran y excelente casa del árbol con mi padre. Para mis ojos era la mejor casa que una vez existió, joder era a primera vez que me sentí orgulloso de mi mismo.

Y ese ligero hueco que estaba cerca de la puerta trasera. Siempre cuando llovía se hacía un pequeño pozo, en el cual papá siempre se resbalaba y todos reímos.

La vez que mi amenace a mi mamá con electrocutarme si no me ayudaba con los ejercicios de gramática, me dijo que lo hiciera, pero terminé llorando mientras la abrazaba.

Joder, como los años pasan tan rápido.

—LUKE —la puerta se abrió de golpe, asustándome.

—¿Umm?

—¿Has visto a Da...? ¡Ahí está!

Agarró al estúpido león de mi cabecera y salió de la puerta.

Tal vez tenía sueño, él no puede dormir sin su estúpido león.

Me paré de la cama, tomé una mochila y solo cogí cosas necesarias para llevar. Iba a ir a mi casa, así que no tenía mucho que ya haya en mi casa.

Ya iban a ser las 5 de la tarde y yo ni siquiera término, probablemente llegue a mi casa en la noche, duerma y luego esté con mi familia. Mi plan ya estaba hecho.

Los vuelos a Sídney por lo general son en la noche, ya que la diferencia de horario y todo eso, era complicado viajar pero por ver a mi familia, no me importaba mucho.

Me iba de aquí hacia allá buscando el otro par de mis zapatillas, que estoy muy seguro que lo dejé dentro del cuarto.

Mañana es Miércoles, mi madre enseña por las mañanas de Lunes a Viernes, la veré poco tiempo pera la veré.

Prendo mi teléfono, la batería casi se acaba, marco el número de mi madre y la llamo.

Él teléfono timbra alrededor de tres veces antes de que me conteste.

—Cariño, no me dijiste que ibas a venir...

¿Qué?

—Bebé, me parece perfecto que hallas invitado a Mikey a venir. Awww, mi amor. ¿A qué hora sales? Los estaré esperando, haré esas galletitas que te gustan. Cariño, estoy tan feliz de que traigas a uno de tus amigos otra vez a la casa, bebé.

¿Que yo qué?

—¿Lukey, amor?

—Sí, sí. Acá estoy, mami. —mi voz a penas se escuchaba.

—¿Y a qué hora salen, bebé?

—A las 7 probablemente.

—Bien, babé. Acá los espero —soltó un pequeño grito— Abrígate, Luke.

—Sí, mamá.

—Ya, ya te cuelgo. No te quito más tiempo, Lukey. Los quiero. Adiós.

—Yo también, mamá. Adiós.

¿Ah?

¿Cómo carajos se atreve?

—¡MICHAEL!

Salí a de la habitación y toqué fuertemente su puerta.

Maldito desgraciado ¿que se ha creído? 

Estoy tratando de alejarme de él y él está tratando de acercarse a mí. Joder.

—MICHAEL ABRE LA MALDITA PUERTA

—No.

—MICHAEL

—No me grites.

—¿PORQUE CARAJO TE AUTO-INVITASTE?

—Yo... Mi mamá no quería que lleve a nadie a la casa, y tú querías ver a tu familia.

—¿CUÁL ES EL PUNTO DE RALACIÓN, MICHAEL? ABRE LA PUERTA.

—Yo no quería pasar mi tiempo solo.

La puerta se abrió lentamente. Michael estaba escondido atrás de ella y por un momento casi me arrepiento.

—Lo hubieras dicho antes, joder. Te hubieras ido con Calum.

Michael bajó la mirada hacia el piso.

—No te preocupes, viajamos y luego me voy a mi casa.

—No, no. Yo no quise decir eso.

—No te preocupes. Sé que quieres pasar tiempo con tu familia y yo metiéndome. Siento mucho haberme invitado.

La puerta se cerró dejándome analizar lo idiota que había sido.

Yo no quiero pasar mucho tiempo con él, yo no quiero caer más por él.

Toqué la puerta otra vez.

Iban a ser unos días complicados para mí si Michael se iba conmigo. No soportaría verlo jugar con mis sobrinos, no soportaría verlo jugar con mis gatos y mi colección de pokeballs.

Giré la perilla y pasé sin consultarle. Michael no estaba en su cama, se había metido al baño, me senté en su cama y escuché la bañera llenarse. Mierda, lo había deprimido.

—Michael —toque la puerta del baño— Ábreme por favor.

Michael abrió la puerta y se escondió detrás de ella otra vez mientras mordía su labio

Puede que haya sido una imagen muy tierna para mí, pero la dejé pasar. Yo no quiero... Yo... A la mierda.

Le tendí mi mamo.

—Ven aquí —él sonrió.

Y tal vez haya sido la sonrisa más bonita...

Agarró mi mano y lo jalé abrazándolo fuerte

—Está bien, puedes quedarte conmigo y mi familia.

—No es necesario, Lukey. Yo ya...

—Shh, cállate.

Y soltó una risita que me hizo preocupar por cuán fuerte podía escucharse los latidos de mi corazón.

Y por una esquina de su cuarto vi mi zapatilla.

Oh, había sido tan descarado. Se había robado mi zapatilla, se había robado a mi madre y lo peor de todo que se estaba robando mi corazón.

I Don't Like Him [Muke Clemmings]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora